XII

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Haruka acarició con sus delgados dedos el pecho de Sousuke y después suspiró diciendo "Estoy preocupado", Sousuke le dirigió una mirada interrogatoria y le sonrió acariciando sus cabellos negros.
-¿Por qué?-preguntó.
-Un amigo tiene muchos problemas-susurró Haruka.
-No sabía que Nagisa tuviese muchos problemas-confesó Sousuke.
-No, no hablo de Nagisa. Yo hablo de otro amigo, Matsuoka Rin. Su pareja lo dejó-.
La isquemia es la obstrucción de oxígeno en la sangre, provoca un infarto, eso sintió Sousuke apenas Haruka terminó de hablar, sintió aquel dolor de pecho, como si de un infarto se tratara. Su piel palideció, el lugar dio vueltas, escuchaba un pitido en su oído izquierdo, Haruka se dio cuenta y se acercó a Sousuke tratando de darle aire, corrió de inmediato a un cajón y después volvió tratando de hacerlo reaccionar.
-Sousuke, ¿Qué te pasa?-.
Sousuke apartó a Haruka con delicadeza murmurando un "Sólo se me bajo la presión" Haruka colocó una de sus manos en la frente de Sousuke y después se levantó corriendo a la cocina.
Después de un rato volvió con un refresco de cereza.
-Sólo necesito caminar, Haru. No te preocupes.-
Tomó la lata que le extendía Haruka y después caminó fuera de la habitación, pasando por el pasillo y después saliendo del departamento.
Una vez a fuera se recargó en la pared soltando un largo suspiro, "¿Cómo lo tomarás si te enteras que yo soy la pareja de Rin?"
En la tarde, Hayato y Ren ya se estaban instalando en una vieja casa que habían comprado los abuelos Shigino hace unos cincuenta años, perfecta.
-No me haz dicho cual es tu plan, cariño-murmuró Ren mientras se terminaba de alistar pues su pareja deseaba salir a comer.
-Ah, eso-dijo Hayato-no es nada del otro mundo, solamente secuestraré a Matsuoka Gou-.
Los ojos de Ren se abrieron de par en par, volteando a ver a Hayato en forma de desaprobación.
-¿Qué dices, robarla? ¿Y luego qué?-.
-Traerla a vivir aquí, ¿sencillo, no? Quiero que ambos sientan que se siente perder a tu única familia, y después los mataré-.
Ren realmente no sabía cómo reaccionar a eso, pero tenía que apoyar cada tonta decisión que tuviera su pareja, así sea peligroso.
Mientras tanto, en la estación de policías, Sousuke no se paró por ahí ni por error, Rin aprovechando eso se acercó a Mikoshiba a la hora del almuerzo.
-Mikoshiba, necesito hablar contigo-.
-Claro, Matsuoka. ¿Qué necesitas?-preguntó Mikoshiba girandose para poner toda su atención.
-Es sobre Sousuke... Tú eres con el que siempre va a todos lados, yo necesito saber la razón por la que Sousuke ha estado actuando anormal...-susurró Rin.
-Bueno...-Mikoshiba se colocó nervioso, tragó saliva y después sonrió tratando de relajarse-no sé de qué me hablas, Matsuoka.
-Deja de fingir, Mikoshiba. Dejen de mentir ambos, necesito saberlo, necesito saber si yo hice algo mal y por eso Sousuke se comportaba así, por favor, debes decirmelo-.
-No puedo... Yo no puedo traicionar a Yamazaki... Además tú no tienes nada que ver en las tonterías que hace Yamazaki, tú menos que nadie tienes que ver-confesó Mikoshiba.
-Entonces, vete con tu amigo, porque eres un traidor, eso es lo que eres. Un traidor.-
-Vamos Matsuoka-tartamudeo Mikoshiba-sabes que no puedo decírtelo, no me Hagas esto, no puedo traicionar así a Yamazaki-.
Rin frunció el entrecejo y pegó en el cofre de la patrulla.
-¡Bien, entonces andate con Mikoshiba, porque a mi no me vuelves a hablar en tu vida!-.
Dicho esto, Rin caminó hasta su patrulla y comenzó a conducir, dejando a Seijuuro completamente afligido.
Mientras tanto en el departamento Nanase, Haruka se dispone a ir a su turno vespertino en el restaurante, se colocó la filipina y después observó a Sousuke a través del espejo.
-Me inquieta que no hayas ido al trabajo-.
-Descuida, no me pasará nada.-
Haruka sonrió y murmuró un "nos vemos en la noche", caminó hasta la entrada y antes de que saliera, sintió los brazos de Sousuke abrazandole de la cintura, haciéndole girar para besarlo, Haruka correspondió el beso y después se separó saliendo de inmediato del departamento, no quería que pasarán otras cosas.
Sousuke soltó un suspiro y rascó su cabeza, sabía que pronto debía decirle a Haruka, pero la verdad no sabía si Haruka desearía seguir siendo el amante, no quería perderlo, pero pronto debía decirle toda la verdad, y ahora más que nunca ya que Rin sospechaba.
Al anochecer, cuando Rin entregaba sus armas, Seijuuro se acercó recargandose en la pared.
-Hey, Matsuoka. Debo hablarte-.
-¿Me dirás sobre lo de Sousuke? Si no es así, no quiero escucharte.-
Seijuuro tragó saliva, ¿se lo dirá o seguirá con las mentiras de Sousuke?...
*~*~*
Siguiente capítulo es crucial, actualice antes porque se los debía.
Los quiero.
~iori Yagami cch~

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