XI

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Mientras tanto Nagisa se cruzaba de brazos agregando un rotundo "No", Rei suspiró, Nagisa tenía una forma, según él, demasiado inmadura para enfrentar la realidad.
-¿Por qué no?-preguntó el de gafas.
-Ya te lo dije, Rei-chan. A mí me gusta Mako-chan-.
-Pero Makoto senpai solo gusta de Haruka-san.- añadió Rei con un ligero tono de molestia.
-¿Y? Además, a Haru-chan le gusta Sou-chan, ¿no?-.
Rei suspiró rascandose la nuca, Nagisa tenía razón muy a su pesar, por más que lo deseara, Haruka estaba enamorado de otra persona, y eso de manera indirecta o no le afectaba a él.
-Bueno-concluyó haciendo una reverencia y despidiéndose para después darse media vuelta e irse. Nagisa suspiró bajando los brazos.
-Como me gustaría que Mako-chan sea el que me invite a salir...-murmuró Nagisa.

Y cuando Sousuke se levantó del sofá, observó a Haruka dormir, se veía agotado.
Buscó el pantalón de Haruka con la mirada, hallandolo cerca del televisor, buscó el teléfono celular entre los bolsillos del pantalón ajeno y una vez qué lo encontró, lo tomó observandolo y deslizando el dedo para lograr desbloquearlo. Leyó entonces la bandeja de entrada, tanto de llamadas como de mensajes, observó quince llamadas perdidas de Rin y ocho mensajes de texto, volteó para ver a Haruka, el seguía dormido profundamente, volvió al teléfono celular comenzando a borrar todo.
Una vez terminó, dejó el teléfono celular en el mismo lugar donde lo había encontrado y después decidió tomar prestada la ducha, de Haruka.
Haruka era bueno en la cama, algo en esa cara inexpresiva cambiaba haciéndolo excitar aún más. Aunque sé notaba que nunca nadie había tomado el cuerpo de Haruka de esa manera, Sousuke no dejaba de admitir que se sentía muy satisfecho.
Antes de irse acarició los cabellos negros de Haruka tratando de despertarlo, cosa que logró casi de inmediato.
-¿Qué sucede?-murmuró Haruka con voz soporífera.
-Debo irme, olvidé que tenía algo que hacer...-
Haruka frunció ligeramente el entrecejo y asintió, Sousuke sonrió y besó la frente de Haruka, tomó su chaqueta, las llaves y salió del departamento.
Haruka suspiro llevándose su antebrazo a la frente mirando el techo, por un momento se sintió usado, y además, sintió como si hubiese deseado que Sousuke fuese diferente.
Él nunca había pensado en cosas ridículamente estúpidas, pero por alguna razón, pensó que si Sousuke se hubiese quedado junto a él hasta la mañana todo habría sido perfecto, sin embargo ni siquiera se había acercado a eso, lo único que Sousuke había dejado era un desorden en la sala y las caderas de Haruka adoloridas.

Mientras tanto, en la mansión de los Shigino, Ren ha estado despierto un buen rato, pensando en aquella vez que Nitori le propuso trabajar para "K", le intrigaba mucho aquello, pues le parecía anormal aquel interés en Nanase, Yamazaki y Matsuoka, ¿Por qué estaba tan interesado en lo mismo que su pareja
Observó el cielo distraído hasta que un par de brazos rodearon su cuello, Ren se sonrojó observando el reflejo en el agua encharcada ladeando un poco el rostro para toparse con la mirada púrpura de Hayato.
-¿En qué piensas?-preguntó.
-En nada en realidad...-susurró y después sintió los tibios labios de Hayato en su cuello.
-Ya lo he decidido, Ren-susurró contra la bronceada piel de Ren provocándole un cosquilleo.
-¿De que hablas?-preguntó Ren con una sonrisa avergonzada.
-Sobre lo de irnos a Iwatobi... Mañana nos vamos, tengo un plan.-
Ren asintió, sabía que Hayato tenía una idea, su sonrisa lo denotaba, lo cual le provocaba cierto temor... Hayato haría algo ilegal, de eso no había duda.
Cuando Sousuke llegó a casa, Rin le esperaba en la entrada con los ojos rojos e hinchados a la vez que cruzaba sus brazos con enojo. Sousuke le observó dejando su chaqueta en el perchero y las llaves en su lugar.
-¿Ocurre algo?-preguntó.
-Revisa tu celular-le dijo con voz quebrada y molesta.
Sousuke obedeció a la orden, desbloqueó el teléfono y entonces lo vio, habían 70 llamadas perdidas de parte del pelirrojo y al menos 80 mensajes de texto, no es para exagerar, Sousuke había estado fuera desde el ocaso hasta el amanecer, sí, eran las 6 de la mañana ahora.
Sousuke cayó en cuenta que se había preocupado tanto en Haruka y Rin que se olvidó por completo del tiempo, del lugar y que posiblemente Rin estuviese preocupado por él.
-Pero... Pero no llores-pidió-ya estoy aquí.
Sousuke trató de tocar a Rin, pero éste de inmediato le evitó y en cambio le soltó una bofetada, no una cómo la de las películas o la de los dramas, no, ésta era real, cargada de ira, de enojo, de frustración.
Sousuke abrió los ojos de par en par a la vez que llevaba su mano a su enrojecida mejilla.
-¡¿Qué sucede contigo?!-cuestionó Sousuke con enojo.
-¡Desde hace mucho estás así, Sousuke! ¡No llegas a casa, no atiendes mis llamadas, dices que estás con Mikoshiba y la realidad es que él no sabe nada de ti, he estado pasandote todo, pero simplemente no lo tolero más!-las lágrimas comenzaron a desbordarse de los ojos carmesí de Rin- ¡Dime si estás con alguien más!
Sousuke tragó saliva "Estoy con Nanase Haruka" pensó Sousuke mas era tan cobarde que no se lo diría.
-Rin, yo te amo... ¿Cómo crees que voy a estar con alguien más?-preguntó Sousuke tratando de regular su voz.
-Largate-ordenó Rin.
-¿Qué?
-¡Dije que te largues, no quiero verte, fuera de mi casa!- grito Rin en medio de lágrimas a la vez que empujaba a Sousuke hacia la puerta, Sousuke se giró para evitar que fuese echado de tal forma, se quitó las delgadas manos de Rin de encima, tomó las llaves y su chaqueta del lugar en donde los había dejado y salió del lugar. Rin se quedó firme, observando todo, pero apenas escuchó el auto alejarse llevó sus manos a su rostro y lloró.
Sousuke estaba perdiendo al amor de su vida por un simple juego, por una simple cara linda, por un simple muchacho con cara de muñeco y lleno de juventud, estaba perdiendo años de felicidad por sólo un momento de placer, ¿Estará consciente de eso? No, no lo está.
Él sabe que Rin volverá arrepentido, él sabe que volverá para pedirle perdón, él sabe inconscientemente todo esto. Por eso no está preocupado.
Tomó media hora para que Sousuke llegará al departamento de Haruka, tocó la puerta y éste abrió completamente asombrado.
-¿Sousuke?-.
Haruka le dejó entrar y Sousuke le abrazó con fuerza.
-Te extrañe tanto...-susurró.
Haruka suspiró y después le llevó hasta su recámara, Sousuke se quedó dormido apenas tocó la cama, Haruka suspiró comenzando a quitarle los zapatos cuando una llamada lo sacó de sus pensamientos.
Sacó el teléfono observando que se trataba de Rin, observó que Sousuke seguía dormido y salió de la recamara para atender.
-Habla Haruka-.
-Haru...-escuchó Haruka del otro lado de la línea, la voz de Rin, sí, estaba llorando.
-¿Rin? ¿Qué ocurre?-Haruka estaba preocupado, aunque no se conocía mucho con Rin, tampoco es como si le gustara escuchar a alguien llorar.
-Él se fue...-susurró Rin entre sollozos-él está con otro...
Y Haruka sintió pena por Rin.
-No llores, Rin. Estoy seguro que él volverá en cuento sepa que te ha perdido...-susurró tratando de dar ánimos, aunque siendo él, dudaba ser de ayuda.
Después de una larga llamada, ambos acordaron verse para hablar, Haruka prometió que en cuanto su novio ya no lo necesitara iría a verlo, acordaron encontrarse en un parque.
Cuando Haruka cortó la llamada volvió a la recamara encontrándose con Sousuke, éste le sonrió y dijo.
-Ven acá, dame calor.
Haruka sonrió con nitidez y se acomodó en Sousuke...
¿Estúpido no?
Haruka acaba de hablar con Rin diciéndole que si su pareja le era infiel era porque quizá el otro era fácil y "rápido"...
Bien dicen, ¿no?
El pez por su boca, muere.

Llevados por  el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora