Ragnar.
Había esperado toda la vida tan solo para sentir en mis manos esa piel aterciopelada y tan suave como el algodón, sus labios tan dulces como el más fino chocolate y su tacto, oh ese tacto, que me ponía los pelos de punta de los pies a la cabeza.
Tenía ganas de transformarme e irme corriendo al pico y aullar tan alto, que todos me escucharan.
La tenía recostada en mi pecho, acariciando su suave cabello y sintiendo su respirar caliente en mi pecho.
Ella era de pocas palabras y tenía un temperamento desgraciado pero aún así, por alguna razón Freyja la unió a mi.
Kramer estaba tan felíz, que ni lo escuchaba.
-Sabes algo, Hela. -Dije para romper el silencio.
- ¿Qué pasa? -Preguntó con esa voz sumamente dulce.
-Ésta noche te irás conmigo. -Estaba decidido a llevármela, aunque muriera en el intento, ¡rayos! que mujer que sabía pelear.
-NO. -Dijo claro y fuerte alejándose de mi pecho. -No dejaré a mi manada sola.
-No la dejarás sola, las uniremos y te convertirás en la Luna y yo en el Alfa. -Dije y la vi abriendo los ojos como platos.
-No, no quiero ser una Luna que esté esperando a su Mate todo el día sin hacer nada. No quiero ser solo un árbol de cachorros. -Dijo levantándose de la cama, estaba divinamente desnuda y yo recostado con las manos detrás de mi cabeza.
-Es innecesario que pongas en riesgo tu vida tan solo por querer pelear, no dejaré que salgas de esa casa.
-Pues no me iré contigo, así de fácil. -Dijo dando vueltas como loba enjaulada.
-Oh vamos Hela, deja de castigar a nuestras manadas y trata de ver en un futuro el desastre que causaría esta situación. -Ya estaba perdiendo la paciencia, no se por qué era tan difícil llegar a un acuerdo.
-Quiero pelear o no hay trato.
-Hela eso no es lo... - y me interrumpió.
-Quiero pelear y resolver los problemas de la manada y sin objeciones o morirás sin Luna ni cachorros.
Eso me incomodó y me levanté rápidamente azotándola en la pared como hacía un rato.
Puse mi nariz en su cuello y lamí la marca haciéndola gemir y retorcerse.
-No me tortures así Hela, sabes que nos necesitamos mutuamente y si nos unimos nuestras manadas estarán en paz, pero no puedes andar pensando que todas tus deciciones son las adecuadas porque no es así. -Dije aún con mi nariz en su cuello. - Pero acepto, podrás pelear. -Dije dándome cuenta que la idea de tener un futuro juntos era más fuerte que el riesgo de estar separados y acepté sus condiciones, digo, a mi manera.
-Bien. - Dijo con los labios apretados.
Ella no era una loba emotiva que lloraba y que se emocioaba por nada. Era una loba fuerte y que no temía.-Te vez tan sexy cuando te enojas. -Dije y ella tenía los ojos como flechas hacia mí.
No podía estar lejos de esa loba jamás, moriría al tenerla lejos de mi, sin saber nada de ella, pero estaba marcada y era mía.Siento como palidece su rostro y cuando estuvo a punto de caer desplomada en el suelo la sostuve. Mi corazón dio un vuelco y trabajaba a mil por hora.
-Por favor despierta. -Rogué con voz ahogada pero no reaccionaba. -Hela depierta, rogué pero no pasó nada.
-Hela ¡despierta! Y nada ocurrió, me estaba desesperando al ver su hermoso rostro pálido y su piel fría
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Hela.
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Luna Blanca.
Manusia SerigalaHela Solberg, hija del Alfa Aros, jefe de una de las manadas más poderosas y con más extensiones territoriales de toda Noruega. Su padre muere y la deja a cargo de su manada, convirtiendola en hembra Alfa, Algo poco usual en las manadas. Ella era ma...