Te escucho.

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A la mañana siguiente desperté igual que todos los días después de que mi Hela se marchó, como un lobo zombie.

Me senté cerca de la ventana y escuché unos latidos lejanos pero constantes, una felicidad invadió todo mi ser al darme cuenta que ya sería padre pero caí en la realidad de que ese cachorrito no sería de mi Hela sino de Isa, que vino a joderme la existencia y a alejar a mi Mate de mí.

Me levanté rápidamente buscando a Isa por todos lados y la encontré sentada en el sofá.

-¿Qué pasa? -Preguntó y no la dejé terminar cuando ya tenía mi oreja pegada a su vientre.

-No es ella. -Kramer despertó de su tristeza.

-¿Quién podrá ser?

-No lo sé, buscala Ragnar. -Al parecer estaba más desesperado que yo, cerró la conexión.

-¿Dónde está mi cachorro? -Pregunté con histeria y furia hacia Isa quien me miraba con ojos en plato.

-Ragnar d..dame más tiempo. -Rogó.

-¡No! Arruinaste mi boda, alejaste a mi Mate y ahora vas a pagar. -Sentí el cambio en mis ojos que se ponían color rojo cuando estaba apunto de convertirme.

-Ragnar p...piedad. -Juntó sus manos en forma de petición pero le ignoré.

La saqué lejos de mi cabaña, casi en el bosque estaban mi Beta Krom y la chamana.

Me convertí y salté hacia ella, arranqué su cabeza de su cuerpo y  Krom disparó a su cuerpo dos balas de plata, no me sentí orgulloso pero todo aquel que alejara a Hela de mi lado sufriría lo mismo o peor.

Pero ese latido no me dejaba tranquilo, era tan lindo escucharlo pero el problema estaba en que no sabía quien llevaba a mi cachorro en su vientre, había estado con muchas mujeres pero no tenía ni idea de a quién embaracé.

-Ese latido no me deja tranquilo. -Dije a Krom mientras entrabamos a mi cabaña.

-Puede ser un cachorro. -Respondió el alzando los hombros.

-Eso creo Krom.

-Felicidades Alfa, tendrá un cachorro.

-El problema es que no se en quien está. -Dije preocupado.

-Debemos buscarla. -Insistió Krom.

-No, el latido tal vez se pare. - Dije esperando que fuese así.
*****
Una semana pasó y ese latido no me dejó dormir ni un día. Se volvió más fuerte y constante. No paraba y no me dejaba tranquilo.

Decidí buscarlo, buscarlo por cielo mar y tierra pero necesitaba encontrarlo para poder estar en paz.

Me fuí con los guerreros de mi manada y solo seguí los pasos de ese latido, cada vez me sentía más cerca pero no lo encontraba, mientras más cerca me sentía más lejos estaba.

Luna Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora