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El no dijo nada, solo rió. Sonreí con satisfacción. Tal vez esto no resulte tan aburrido después de todo.

Cuando vi el letrero de Starbucks, sentí hambre enseguida. Al llegar, Niall, quién estaba adelante de mi, abrió la puerta e hizo una graciosa reverencia esperando a que yo pasara primero. Alcé una ceja curiosa.

-No se si es por caballerosidad o por otra cosa...

-Tal vez ambas -sonrió, comprendiendo a lo que iba.

Mhm, pendejo mira-culos. Está plagado el planeta de ellos.

Reí e ingresé al local, el detrás de mi. No estaba muy lleno el lugar, motivo para alegrarse.

-¿Por qué no apartas una mesa? -me indicó.

-De acuerdo -dije, y saqué de mi bolsillo un par de billetes-, toma el dinero.

-¿Estás loca? En que mundo crees que las mujeres pagan la comida -dijo exageradamente.

-Anda, me sentiré mal si no lo aceptas.

Mentira, esperaba que no la aceptara. Me había dicho que él pagaría antes, pero quería aunque sea amagar a pagar.

El se cruzó de brazos y me observó, firme a negar mi dinero. Suspiré rendida.

-Como quieras...-hablé dándome vuelta.

-Gracias -sentí su sonrisa.

Me senté en una mesa junto a la ventana que daba a la vereda y esperé pacientemente. Lo volví a mirar a Niall, quien pedía junto al mostrador.

No sabía que hacía todavía allí desayunando con Niall, como que en realidad el no me caía demasiado bien que digamos. Tal vez lo había juzgado muy rápido y en realidad era una persona divertida y agradable, pero eso estaba por verse. Todavía no tenía ninguna opinión concreta sobre el. Solo sabía que era algo atractivo, solo un poco. Jamás sería de esas personas, sin embargo, de las que me podría enamorar. Yo no me enamoraba muy fácil, y el parecía fascinarle mi hermana.

Tuve que desviar mi mirada enseguida, fingiendo que no lo estaba viendo cuando se acercó a mi y se sentó justo frente a mi. Trajo una bandeja con dos expressos y un brownie de vainilla con nueces para mi y un brownie de chocolate para mi. Me sonrió nuevamente, para leer alguna expresión al ver la comida, con una mirada de '¿te gusta lo que traje?'. Lo miré agradecida.

-Gracias, pero...

-¿Sucede algo? -preguntó inquieto.

-Yo...em...soy alérgica a las nueces -admití.

No quería parecer malcriada ni desagradecida, pero el hecho de que era alérgica a las nueces desde el día que nací. No quería morir, gracias.

-Oh...lo siento tanto -habló apenado.

Tomó mi brownie y lo puso frente a el, mientras que el brownie de chocolate pasó a estar junto a mi. Lo miré con una sonrisa agradecida y el a mi. Aunque me sentía un poco culpable por arrebatarle el brownie de chocolate, parecía entusiasmarle mucho comerlo.

-¿Estas seguro....? -pregunté.

-Carly, ¿por qué lo preguntas? ¿Tu crees que dejaré que comas algo a lo que eres alérgica? No seas ridícula, por favor.

Y tomando el brownie con nueces le dio un gran mordisco y sonrió. Parecía estar satisfecho con el así que no dije más y también mordisqué el mío.

De repente se tornó en un desayuno agradable, con risas y charlas entretenidas. Sin duda la había pasado mejor de lo que esperaba, y no fue para nada un 'acto de caridad'. Y por un rato no fui 'la gemela de Megan', 'la otra Megan', 'Megan 2', era Carly, simplemente yo. Y Niall, por más extraño que parezca, no habló de mi hermana, y eso fue...lindo.

The One I Want (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora