Mi dulce muñeca

Prólogo

Todo comenzó con lo que ya sabemos, la captura de Gaara y la extracción del Shukaku por parte de Akatsuki. El equipo Kakashi, el equipo Gai en su rescate, y pues la inevitable batalla de la abuela Chiyo y Sakura contra Sasori, un poderoso ninja desertor de la aldea de la arena que se unió a Akatsuki.

La historia que conocemos dará un giro inesperado...

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-Un marionetísta, pero no uno cualquiera. Poseedor de grandes habilidades y conocido por convertir a sus enemigos en muñecos que utiliza en batallas contra sus próximas víctimas, con 298 marionetas humanas en su pequeña colección... Sasori Akasuna... - Dijo una ojijade ante un pelirrojo antes de dar el siguiente ataque.

-¿Mmm? Parece que alguien hizo la tarea. Además de fuerte, hermosa y valiente, eres inteligente ¿que otra cosa sabes hacer? - ladeó la cabeza mientras la miraba -Voy a necesitar la información para mi próxima obra de arte -, su expresión vacía.

La chica frunce el ceño y aprieta los puños. Tras ella, una anciana mal herida, Sakura hace hasta lo imposible por protegerla destruyendo cada marioneta que su oponente le pone en frente, pero está en su límite, y para colmo, está por terminarse el antídoto contra el veneno de Sasori.

»Esta chica... Toda esa fuerza bruta« piensa el marioneta mientras observa en primera fila, como destruye cada una de sus creaciones, después de todo, también había destruido a su mayor posesión, la marioneta del tercer Kazekage.

-¿Qué te parecería tener un cuerpo como el mío? Un cuerpo que no siente dolor, que no le afecta la edad, puedes fabricar el contenedor de tu alma cuantas veces quieras y crear marionetas de toda persona que desees, te puedo ayudar -, dice con tranquilidad sin apartar la vista de su objetivo, captando cada detalle de ella y sus movimientos.

Sakura continua peleando, su pecho sube y baja agitado, ella se detiene por un momento para mirarlo fijamente luego de haber destrozado de un puñetazo la última marioneta cerca.

-¿Qué estás tratando de decirme?¿Qué me una a ti? ¡Ha! No me hagas reír - sonrió y talló su mentón con el dorso de su mano derecha para quitar el sudor y tierra.

La chica continua agotando su chakra tratando de impedir que las marionetas lleguen a la abuela Chiyo. Se descuida un poco y una marioneta con espada se lanza hacia la anciana que yacía en el suelo semi consiente e incapaz de moverse o reaccionar al ataque.

Haruno hace un sobre esfuerzo para alcanzarle antes de que llegue a la abuela. Pero las fuerzas le fallan, no puede dar un puñetazo más, y su única opción... El cuerpo de la chica se interpone entre la marioneta y Chiyo.

Lo siguiente que supo, una espada atravesando su vientre, el filo la hace gemir de dolor y tensar la mandíbula, de inmediato utiliza su ninjutsu médico para sanar la herida antes de sacar la espada para evitar una hemorragia. Sabía perfectamente que el arma estaba envenenada como el resto de arsenal, sin pensarlo, sacó su última dosis del antídoto, no para ella, de inmediato se lo aplicó a la abuela Chiyo para que reaccionara, y pudiera escapar, esa era su última oportunidad, al menos una debía sobrevivir.

El chico que observaba todo con deleite, estaba extasiado de las capacidades de esa joven mujer, aún que le parecía totalmente absurdo que prefería morir por salvar a una anciana inútil.

-¿Preocupándote por otros con una herida como esa?... Vaya chica... - Mientras que en su mente analizaba las acciones de ella ante la situación.
»Esa mocosa, aun con la espada dentro ha dejado de sangrar y se está curando mientras la intenta sacar... Es muy buena... Impresionante«.

La pelirrosa esta vulnerable, utilizando sus reservas de chakra para sobrevivir. Mira hacia él sobre su hombro con el rabo del ojo, agitada, esperando el siguiente ataque, pero él ni se inmuta, será por que sabe que tiene la batalla ganada.

Una vez que sacó la espada envenenada de su interior destruyó la marioneta portadora de un solo golpe, la cual no se había movido desde que la apuñaló. Se dispuso a luchar hasta el último instante, soportando el dolor agonizante del veneno que ya había invadido su torrente sanguíneo, era cuestión de pocos minutos para que hiciera metástasis en sus órganos, causándole un dolor terrible mientras destruía cada una de sus entrañas hasta causarle la muerte. Su intención antes de ello, destruir a Sasori para salvar a la abuela Chiyo, quien seguía en el suelo, sin poder levantarse.

Se encaminó hacia él paso a paso, tropezando y tambaleando, se detuvo, sus manos se hicieron puño y su entrecejo se frunció, sus ojos verdes jade brillaron. Él lanzó la primera marioneta que fue destruida de inmediato de un solo golpe. Ella se lanzó a gran velocidad como si se hubiera recuperado, destrozando lo que se le pusiera por enfrente, su voluntad era lo que le permitía seguir luchando, ignorando su cansado cuerpo y el dolor intenso que ocasionaba el veneno esparciéndose a sus órganos diana. Su mirada determinada, parecía una cuchilla afilada.

»Imposible... ¿Cómo puede continuar en ese estado?, el veneno debe estar matándola por dentro, ya debió gastar su chakra, está golpeada y herida... Debo admitir que eres bastante impresionante«

Analizó mientras expandía sus ojos marrones, impresionado. Estaba anonadado cuando recibió un fuerte golpe que hizo volar su cuerpo en pedazos.

Después de lograr acertar el golpe que creyó ser el último, la chica se derrumbó, vomitando sangre, un dolor horrible abrazó todo su cuerpo, pero sonrió, pensó que todo había terminado y la abuela se salvaría.

Su expresión vaciló cuando un pensamiento la abordó, moriría sin volver a ver a sus amigos... Naruto, Kakashi y... Sasuke, un bello recuerdo en su mente la reconfortó, cuando eran el equipo 7 y estaban juntos, sonrió con tristeza por que jamás volvería a vivir eso, moriría con ello en su memoria, la vida a lado de sus seres queridos se proyectó, las lágrimas inundaron su rostro mientras sus ojos verdes perdieron brillo y poco a poco se fueron cerrando, un último suspiro.

Unos brazos acogieron el cuerpo inmóvil de Sakura para llevársela consigo.

-Eres bastante impresionante para morir así... Sería desperdiciar un obra de arte, no lo permitiré -, una sonrisa tétrica apareció en el rostro de una marioneta -Vamos a crear arte juntos pequeña muñeca - desapareció.