Capítulo 3: Reencuentro inesperado

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Gaara y Naruto se habían adentrado al bosque, habían recibido un mensaje con la coartada de avistamientos de Sasori por aquella ruta. Sin imaginar que, se encontrarían con alguien inesperado, alguien que de ser tan importante para Naruto, pasaría a no significar nada en ese momento.

[...]

Un chico de ojos ónix, caminaba con tranquilidad entre frondosas arboledas, disfrutando del viento rosar por su piel. Intentaba estar tranquilo, pero algo le impedía encontrar paz en su interior, tal vez el hecho de querer vengar a su clan lo hacía sentir ese extraño sentimiento opresor en el pecho, pero no, no era eso, había algo diferente con esa sensación.

Un suspiro se escapó de sus pulmones en un intento de mitigar la angustia de origen desconocido, cuando de repente, su mirada aguda distinguió dos bultos pasar a gran velocidad ante él, alterando su poca tranquilidad y poniéndolo en guardia.

Pudo distinguir perfectamente al par de personas que pasaron sin percatarse o tomarle importancia a su presencia.

—¿Na-ru-to?

El rubio escuchó su nombre casi en un susurro, y volteo a ver de reojo sobre su hombro, para encontrar al chico pelinegro que lo observaba con sorpresa. No le tomó importancia y dirigió su mirada hacia el frente nuevamente, para seguir su camino.

Para el moreno, fue todo en cámara lenta, la forma de ser ignorado por su antiguo amigo le pareció extraño y sorprendente. Intentó ignorar el hecho de haber sido pasado de largo por quien lo había acosado tanto tiempo, pero le intriga saber el por qué, ¿qué era más importante para Naruto que pelear contra él? Tenían casi tres años sin verse, no esperaba esa reacción por parte de su ex-compañero, dentro a lo que él concierne, vendría a rogarle para que volviera o al menos intentar convencerlo a golpes, pero era evidente que había algo que era más importante que eso para Naruto, y aún que quisiera ocultarlo le molestaba, realmente quería volver a enfrentar a ese estúpido para probar sus nuevas habilidades, y apostaba por que su rival había mejorado también, era una oportunidad.

Decidió seguirle, queriendo saber qué era eso más importante. Iban rápido, así que tuvo que apresurarse para alcanzarles.

Una vez que consiguió alcanzarlos, se puso frente a ellos haciéndoles frenar el paso, llamando su atención porque sí.

—Naruto... ¿Eh? Y... — mira de pies a cabeza al kazekage —Gaara... ¿Cuánto tiempo? — dice engreído.

—¡Sasuke! ¡Apártate! Esto no tiene nada que ver contigo a menos que sepas; ¿dónde está ese estúpido titíritero? — arrugó el entrecejo, lo que le faltaba, pérdida de tiempo. —Si no es así ¡déjanos pasar! — balanceó su brazo derecho en seña de que se quitara de en medio.

El pelinegro lo mira con seriedad, molesto —¡No me grites, idiota! Después de tanto tiempo... Creí que querrías la revancha — sus labios dibujaron una sonrisa retadora.

El rubio se molesta aún más, no tenía tiempo para ponerse a recordar viejos tiempos con su antiguo rival —tengo prioridades Sasuke, no te creas tan importante, así que de una maldita vez ¡Apártate! No estorbes.

El Uchiha frunció el ceño, se sentía estúpido al ser rechazado por el mediocre de Naruto.

—No, hasta que me digas ¿qué es más importante que la revancha contra mi?

El pelirrojo sin mediar palabra bajó la mirada, Naruto apretó sus mandíbulas y miró con rabia al Uchiha.

—¡El maldito marionetísta de Akatsuki secuestró a Sakura! Y si no la salvo a tiempo... La trasformará en su muñeca — su mirada se desvío a un extremo, sus cejas se unían y sus dientes rechinaban por la tensión puesta en ellos. La desesperación, la impotencia y el miedo de perder a un ser querido lo estaba llevando al límite.

Los ojos negros se expandieron, su corazón dio un vuelco en su pecho, como tratando de decir "esa es tu angustia". Se quedó congelado en ese momento, mientras a su lado en cámara lenta, miró a su ex-amigo pasar de lado, dejándolo atrás para ir en busca de Sasori y acompañado por el mismísimo Kazekage.

Trascurridos unos minutos, el Uchiha intentó calmarse y pensar con la mente fría, ese día había estado lleno de "sorpresas", primero esa sensación de angustia e intranquilidad en su pecho, luego, después de tanto tiempo se encuentra con su mejor amigo-rival, quien lo ignora por completo.

Y ahora, la sensación de angustia se hace más fuerte mientras las últimas palabras de Naruto resonaban en su mente "–La trasformará en muñeca–" Sakura había sido secuestrada por un demente. A caso ¿está preocupado por lo que le pueda pasar a su ex-compañera en manos de ese Akatsuki? No, eso no entra en las posibilidades de un insensible como él, además esos tiempos de "felicidad" terminaron cuando decidió dejar la aldea, había roto cualquier tipo de vínculo y destruido cualquier rastro de sentimientos, pero entonces... ¿Por qué su corazón se aceleró al recibir tal noticia?

—¡Tsk! Ya deja de pensar estupideces Sasuke — se dijo a sí mismo en un intento de ignorar lo que a su pecho le importaba.

Decidió avanzar para regresar al escondite de la serpiente, pero después de dar unos pasos se detuvo, algo atravesó su mente como flecha.

—Yo sé... Yo sé dónde probablemente se esconde Sasori —, recordó haber ido una vez con Orochimaru, pues ese maldito es su espía en Akatsuki.

Se giró 90° y emprendió su camino a gran velocidad saltando de rama en rama, no podía creer que se dirigía hacia donde de seguro se escondía Sasori, mientras más se acercaba no dejaba de preguntarse "–¿Qué se supone que hago? Maldición ¿Qué haré cuando lo encuentre? ¿Por qué voy a rescatarla? ¿Por qué me preocupo? Este no es asunto mío, no me concierne –" apretó sus manos en puño y frunció el ceño.

—No puedo detenerme, no sé por qué, es como si mi cuerpo se moviera sólo —, su mandíbula se tensó, lleno de rabia —espero no arrepentirme después... Pero Sasori, por alguna razón que ignoro... ¡Voy a matarte!

Mi dulce muñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora