Capítulo 13: Una simple kunoichi

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Y ahí se encontraba Sakura, secuestrada y a merced de unos viles delincuentes que ponían en ridículo el nombre de Akatsuki, y que probablemente no tenían ni la más remota idea de lo que hacían, pero que sus ambiciones de poder los habían llevado a exceder el límite.

La chica fue llevada por lo que parecían túneles de una cueva subterránea, la humedad era abundante y el olor a sustancias químicas en el ambiente le revolvían el estómago.

Los ojos jade visualizan el entorno con detenimiento al llegar a una de las habitaciones, su mirada cae sobre las personas que yacen por todos lados en pésimas condiciones, incluyendo niños que habían sido torturados como ratas de laboratorio; se encontraban mal heridos, las condiciones eran insalubres, la humedad de la cueva, los animales rastreros y las moscas habían generado sin dudar un foco de infección, aquello era inhumano.

Su ceño se unió y sus dientes chocaron haciendo un rechinido, estaba furiosa.

—Les ayudaré con la condición de que me dejen atender a los niños, están mal heridos y muertos no servirán de nada —. Estaba visualizando una forma de escape, como prioridad “rescatar a los civiles”, se planteó.

El líder la miró unos instantes desde su imponente altura, le parecía sospechosa la propuesta, pero terminó cediendo, subestimando a la "débil" chica y pensando que tendría el control de la situación.

—Adelante, pero no intentes nada raro, cualquier movimiento sospechoso y los niños morirán — se encogió de hombros —total, podemos reemplazarlos.

Las venas de la frente le saltaron a la kunoichi, pero se contuvo de molerlo a golpes, ser impulsiva arruinaría su plan.

El tipo la soltó de las ataduras, ella movió sus muñecas en círculos cuando se sintió libre mientras avanzaba hacía los pequeños, los revisó y en un instante dedujo todo:

Los habían torturado al grado de arrancar pedazos de tejido, lo que le daba la idea de que no solo habían extraído sangre de ellos, sino, realizado biopsias. Pero, ¿cuál era la intención de tanta maldad? Su rostro reflejaba lástima y dolor ante lo que veía, llegó a pensar que ni siquiera el mismo Orochimaru había sido tan mezquino, y claro, era por que él tenía más conocimiento y equipo de investigación más sofisticado, lo reconocía.

Su mirada se agudizó, mirando su entorno mientras consentraba el chakra y curaba a los niños al mismo tiempo, por desgracia notó que había un par de jóvenes que habían fallecido probablemente hace días, su corazón se apachurró por no haber podido llegar antes.

¿Podría salir de ahí con los niños y derrotar a más de 20 hombres que la rodeaban? Eran los que había contado, tal vez habían más dispersos en la cueva. Y por si no fuera peor, no sabía de las habilidades del enemigo y que tan fuertes eran, la única información que tenía fue la que escuchó de Naruto y Shikamaru en una reunión, pero no había muchos datos.
Lo único que sabía era que habían masacrado pequeñas aldeas ninjas a los alrededores de las grandes naciones shinobi, intentaba reunir información mientras observaba disimuladamente.

Un tipo la sacó de sus pensamientos cuando la tomó por el brazo y la jaló hacia él.

—¡Hey tú! — estaba diafóretico — cúrame a mí primero ¡mi brazo está destrozado! — dijo jadeando por el dolor, el brazo izquierdo de aquel sujeto se había tornado color violeta debido al rechazo del ADN que seguro se había inyectado, el dolor debía ser horrible, ella lo supo con solo un vistazo.

Sakura lo empujó librandose del agarre —espera tu turno, basura, tienes lo que mereces — la mirada penetrante de la chica era tan afilada y salvaje que el tipo se sobresaltó apartándose aterrado.

Mi dulce muñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora