Capítulo 18: Con el enemigo

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Bajo las frondosas ramas de los árboles y favorecidos por la noche, tres siluetas oscuras eran visibles gracias a los rayos de luz de luna.

—Llegaríamos en un día, pero hemos decidido parar para plantear la situación ¡jmnh! — dijo el chico rubio de coleta mientras sostenía su barbilla entre el pulgar y el índice.

La chica pelirrosa estaba sentada sobre una de las raíces de un árbol, atada por figuras de arcilla en forma de cienpiés que la sujetaban desde el trozo hasta sus tobillos amenazando con explotar si hacía un movimiento sospechoso. Pero para entonces era material inútil, su capacidad de combustión fue inhibida por el chakra que ella había moldeado en forma de rayo; una técnica que Tsunade le había enseñado para transformar una poca cantidad de chakra en electricidad y usarlo en un ataque dónde un toque en el cerebelo del oponente sería suficiente para afectar el sistema nervioso central.*

Era algo difícil de conseguir cuando tu naturaleza de chakra es ajena al tipo rayo, sin embargo no era imposible en pequeñas cantidades. Sin embargo la ojijade no planeaba atacar ni escapar aún a pesar de haber inhabilitado la arcilla explosiva. Debemos recordar que como buen ninja averiguaría la situación y objetivos del enemigo antes de cualquier ataque.

—Es muy probable que seamos traicionados por Orochimaru, jamás he confiado en esa serpiente venenosa — habló el pelirrojo.

—¿Cuál es el plan, maestro Sasori?

—Para averiguar lo que pretende, no le entregaremos a la original.

Su compañero asentía con la cabeza —¡Jmnh! ¡Jmnh!

Sakura solo ponía atención mientras permanecía en silencio.

Entonces Sasori se dirigió a ella con las siguientes palabras: —él dijo que te necesitaba para volvernos humanos y no solo ser recipientes vacíos incapaces de sentir.

La Kunoichi quedó un momento confundida, aunque captó la idea, su manera de procesarlo no fue tan rápido.

—Tú... ¿quieres volver a ser humano? Pero... ¿no fuiste tú quién deseaba la inmortalidad y transformó su propio cuerpo en marioneta?

El temible titiritero la mira inexpresivo, se inclina hacia ella quedando una vez más demasiado cerca. —Eso fue entes de conocerte.

Al chico de arcilla le divertía esta situación, se le hacía increíble y casi imposible ver que su superior; el frío maestro de las marionetas, asesino a sangre fría, coleccionista de cadáveres de cientos de personas, estar tan interesado en una chica humana, aúnque admite que no todos los días se encuentran con una mujer tan peculiar e interesante de cabellos rosas.

Haruno une el ceño y no aleja su rostro de su enemigo a pesar de la corta distancia de éste.

—¿Y qué harás cuando te vuelvas un simple humano mortal? mejor aún ¿Yo qué tengo que ver en esto?

El pelirrojo reincorpora su estatura —Necesito que Orochimaru me muestre el jutsu de resucitación –edo tensei– así mi arte cobraría vida — la mira desde su altura —Y bueno, respecto a tu segunda pregunta, tengo planes reservados para ti.

—¿Qué planes? — pregunta irritada.

—No es necesario que lo sepas, aún.

—Sea cuál sea tu estúpida idea, ten por seguro que no seré parte de esto.

Apartó la vista de la chica, ignorando por completo su opinión al respecto.

»Sakura, tú harás que mis muertos vivientes sean perfectos, el arte supremo, lo nunca antes creado.«

Mi dulce muñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora