Mi dulce muñeca

Capítulo 6: Nuevo captor

Transcurrido un tiempo, el efecto del somnífero había pasado, los ojos verdes se abrieron, pero sin visualizar nada, una tela sujetaba su mirada impidiendo distinguir su entorno, solo podía percibir la presencia de alguien, mientras intentaba liberar sus manos que seguían sujetadas al frente.

Sintió pánico y miedo, pero sentía su cuerpo normal, el malestar por el componente opioide seguía presente en su sangre, causando somnolencia y mareo, eso le dejaba en claro que seguía siendo humano y no una muñeca.

—¿Sa-sasori?... — Lo llamó insegura.

Un largo silencio hasta que volvió a hablar —¿Sasori? ¿Eres tú? Suéltame por favor... Te lo suplico.

La peli-rosa escuchó a alguien acercarse, en un impulso ella se alejó esperando ser atacada de alguna forma, pero nada. Un aroma inundó su olfato, no era el de Sasori, era el de alguien más y eso la aterró, no podía creer que pensaría esto, pero aseguraba que preferiría estar con Sasori que con alguien desconocido. ¡Por Dios! ¿Quién no le teme a lo desconocido? No sabía lo que pasaba, pero no demostraría miedo.

—No eres Sasori... ¿Quién eres? ¡Muéstrate ahora!

Una casi indetectable sonrisa se dibujó en los labios del ojinegro mientras la miraba desde su altura con deleite, se inclinó un poco dispuesto a dar una respuesta, pero no con su voz, sabía que Sakura lo identificaría de inmediato, así que el moreno recordó las clases de la academia con el jutsu de trasformación, donde también debían cambiar su voz para no ser descubiertos, es una técnica de espionaje básica.

—Eres muy exigente tomando en cuenta tu situación.

Al escuchar la voy ella se queda estupefacta, sus miedos fueron corroborados, estaba en manos de un completo desconocido que, quién sabe qué podría hacerle. ¿Cómo llegó a eso?

—¿Quién eres? — Ella no se doblegaría aunque le costara la vida, ya no era una niñita miedosa, sino, la discípula de la 5ta hokage y un shinobi de Konohagakure.

—¿Mmm? Eres muy obstinada, ¿no tienes miedo? — su mirada era de curiosidad por saber qué tanto había cambiado Sakura.

Por alguna razón, era como si conociera esa voz, pero no recuerda de dónde, podría ser una voz disfrazada.
Intentó relajarse y emitió un suspiro antes de responder —ya no.

El chico ante ella se quedó observándola en silencio, ese "ya no" podría referirse a años atrás, o solo tal vez desde que fue secuestrada.

Era la primera opción. Para ser exactos, ella dejó de tener miedo desde que decidió protegerlos.

El Uchiha se abalanzó hacia ella y en un movimiento rápido la cargó entre sus brazos.

—¿Qu-ué haces? ¡Suéltame! — su cuerpo sobresaltó y la piel se le erizó como respuesta.

—Cállate, te llevaré a mi habitación para que estés cómoda.

Se quedó quieta un instante, mientras repasaba por su mente esas palabras ¿A su habitación? Comenzó a pensar lo peor.

—¡¿Qué me vas a hacer?! ¡Degenerado! ¡Pervertido! ¡Déjame ir! — comenzó a patalear y a removerse intentando escapar de los brazos de su captor.

Dados los movimientos bruscos, optó por echarla a un costado sobre su hombro como un costal de papas.

El moreno logra abrir la puerta de su habitación a duras penas por sostener a la maniática. Con cara de fastidio lanza el cuerpo de la chica sobre la cama.

—¡Ya cállate! ¡Eres una molestia!

Al escuchar esto ella se queda en silencio e inmóvil, las últimas palabras le recordaron a Sasuke, mordió su labio inferior en un intento de retener sus emociones y borrar de su mente ese recuerdo, no dijo nada y hundió su rostro entre las sábanas, solo escuchó el azote de la puerta después de que su nuevo secuestrador salió.