Mi dulce muñeca

Capítulo 11: Camino de oscuridad y dolor

Ha pasado el tiempo, misiones ninjas van y vienen para el equipo siete, o lo que queda de éste.

Nuevos enemigos y aliados, nuevas circunstancias que van dando giros en la historia de nuestros protagonistas, haciéndolos crecer como shinobis y agregando experiencias a su vida.

Pero hay algo que no cambia, el vacío aún existe...

[...]

—¿Cómo va todo, Sakura? Hace tiempo no te veo — preguntó su enigmática amiga mientras tomaban el té —Ambas hemos estado ocupadas en misiones.

—Ni hablar, no me va tan bien como quisiera, hay dos nuevos integrantes en el equipo siete, un tipo de ojos raros y mirada tenebrosa que utiliza para intimidar — dio un suspiro mientras miraba el contenido de su taza —y otro de piel pálida antipático, y con trastorno mental, un día de estoy voy a matarlo a golpes — agregó —ni Naruto siendo un empático lo tolera — le contó, necesitaba desahogar el estrés por el que estaba pasando.

—Nada pinta bien en tu equipo, es tan... Disfuncional — suspiró la rubia, comprendiendo totalmente a su amiga.

—Lo sé, es el que ha sufrido más cambios que ningún otro — dijo ya resignada —en fin, junto al capitán Yamato y el idiota de Sai hemos realizado misiones, pronto Kakashi se integrará de nuevo — bebió de su taza humeante.

La chica de ojos zafiro bajó la mirada hacia la taza entre sus manos, debatiéndose en si preguntar o no sobre... Él, quien fuera el principal causante de que el equipo siete se fuera por la borda.

—Sakura... — tragó saliva, como en un intento de retenerlo, pero su curiosidad era vivaz.

Los ojos jade la miraron por un momento antes de clavarse hacia sus manos que sostenían el té, sabía perfectamente lo que Ino quería preguntar.

—Tuvimos noticias de Orochimaru y fuimos en su búsqueda, Naruto perdió el control y terminó muy lastimado, si continúa así... — se detuvo ante la mirada atónita de su amiga —podría morir — terminó evitando la mirada de ésta.

La rubia volvió a esconder su mirada también, esto era doloroso incluso para ella. —Lo... lamento.

—Yo no soportaría perderlo también a él — susurró para ella misma, escondiendo sus palabras cerca de la taza de té.

[...]

—Sakura...

Escuchó claramente ser llamada por su nombre cuando estaba a punto de golpear a su compañero pálido, sus cuencas verdes se expandieron y sus músculos se tensaron.

Alzó la mirada hacia dónde provenía aquella voz —Sa-su-ke-kun — sus labios pronunciaron con lentitud su nombre, separado por sílabas, sus ojos verdes se expandían más mientras en ellos se reflejaba la silueta de su ex-compañero de equipo, la luz abrasadora del sol bordeaba la figura de un Sasuke más alto.

Naruto no tardó en llegar al lugar para encontrarse con la imponente presencia.

Todos sabemos lo que pasó después.

🌟🌟🌟

En su pequeña habitación, la pelirrosa abrazaba sus piernas pegadas a su pecho, para posar su barbilla ahí, su mente divaga sola, nadie debería quedarse sólo con su mente, es peligroso...

[Sakura:]

Realmente me duele, me duele tanto que me cuesta respirar, me oprime el pecho...

Han pasado tantas cosas que casi olvido aquel chico que me secuestró - o salvó - y que por un momento me hizo olvidarme de Sasuke, o tal vez, me hizo recordarlo al grado de querer quedarme a su lado.