Luces en la oscuridad

~Capítulo 3~

Iba a pronunciar un confuso ¿qué? cuando dos adultos se acercaron riendo por la impulsiva actitud de la niña. 

—Perdona por el asalto de palabras de nuestra pequeña, pero estaba esperando este día desde hace muchísimo tiempo. Somos tu familia de acogida —dijo un hombre alto y moreno con una amplia sonrisa.

—Aay si, perdonad por no haberos reconocido. Esto tiene más sentido. Soy Aria —dije maldiciendo mi estupidez y dándoles la mano como modo de saludo. Antes de viajar habíamos mantenido alguna conversación por vídeollamada. Pero de eso ya hace tiempo y no entendía como podía ser que la niña pequeña de los Parker había crecido tanto. 

—Nosotros somos Jack y Terri —respondió ahora la mujer que estaba a su lado.

—¡Eh, No os olvidéis de mi! ¡Yo también tengo un nombre! —dijo la pequeña niña saltando y, a la vez, haciendo pucheros con la boca.

—Claro amor, perdona. ¿ Como te llamas? —dije agachándome para quedar a su misma altura.

—Me llamo Katy, ¡ pero no Katy Perry! Yo soy mucho más guapa —dijo apartándose con desdén el pelo, lo cuál me hizo reír.

—Y también mucho más graciosa —añadí yo dándole un pequeño pellizco en una de sus mejillas.

—Bueno, será mejor que nos vayamos. Debes estar cansada después de este largo vuelo —dijo Jack cogiendo mi equipaje y, seguidamente dirigirse junto nosotras tres hacia el aparcamiento.

En el camino hacia "mi nueva casa", nos empezamos a conocer mejor y, de vez en cuando, reíamos por los inocentes comentarios de la pequeña Katy. En verdad, eran una familia encantadora: Jack parecía un hombre muy gracioso aunque a primera vista nadie se lo hubiera imaginado a causa de su aspecto formal y vestimenta de negocios que le había visto llevar. Terri era una atractiva mujer con verdadero gusto para la moda. Tenia una larga melena pelirroja con finas ondas y un rostro cuya belleza natural era absoluta. Y por último estaba la dulce y pequeña Katy; con tan solo 8 años ya heredaba una belleza impresionante. Su larga melena cobriza y rizada junto con sus preciosos ojos azules y dulce sonrisa, mezclaba la genética de ambos progenitores.

«Perfectas personas, para una perfecta familia» pensé sin saber que estaba 
completamente equivocada.