~Capítulo 22~

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KAI'S POINT OF VIEW:

Recibimos un mensaje de Darren pocos días después de su apresurada desaparición. Nos citaba en Michigan. "Cuestión de negocios"; era el comunicado.  No me creía ni la mitad de las letras. Tampoco lo hacían los chicos pero aun nos seguía debiendo cosas a ambas partes.

"¿Estas seguro que va a cerrar la boca?" dijo Mike a mi lado. Aun nos quedaba media hora de viaje. Viajar en coche a Michigan desde Ontario era una tocada de cojones, ya que el trayecto duraba más de cuatro horas y media.  Los chicos y yo ya llevábamos más de hora y media maldiciendo al capullo de Darren por haber escogido un lugar tan lejano. 

"Segurísimo, yo mismo la amenacé con matarla si no lo hacía" dije riéndome por la insistencia en el asunto de mantener a Aria bajo nuestro  control.

"Tu sabes que no podrías hacerlo..." dijo Brian sin apartar los ojos de la carretera.

"¿Qué? ¡Claro que podría!" contradije sorprendido por la poca confianza que mostraban en mi. 

"Ah si, ¿entonces porqué no me dejaste quitarla de en medio cuando tuve la oportunidad?" preguntó Brian mirándome rápidamente a través del retrovisor central.

"¿Estas insinuando que me gusta?" dije entre dientes.

"No lo insinúa, creo que lo esta afirmando" dijo Mike a mi lado. 

"¡La chica no me importa en lo más mínimo! Lo que me importan son las consecuencias que podrían conllevar su muerte. Tanto como para mi como para vosotros."

"Oh, ¡por favor! Es como cualquier otro asesinato que hayamos cometido. ¡Nadie se enteraría!"

"¿¡ Qué nadie se enteraría!? Mi padre se enteraría. Mi hermana se enteraría. Sus padres se enterarían y luego nos culparían. Mi padre iría a la cárcel y entonces..."

"¡Eh, eh, eh! Calma bro,  Brian solo estaba bromeando ¿a qué si? No pretendemos matarla tío"dijo Tom el cual había estado en silencio desde que nos fuimos de casa.


El resto del viaje fue en silencio. Por culpa de la maldita conversación yo ya estaba nervioso, y eso que aun no nos habíamos encontrado con el idiota de Darren. Mientras yo intentaba relajarme, mirando por la ventana, Tom y Mike prepararon las armas por si algo salía fuera de plan, que es lo que habitualmente sucedía. 

No tardamos mucho más tiempo en llegar un gran almacén abandonado del suroeste de la ciudad y digo almacén abandonado porqué aunque parezca algo típico de las películas de gángsters, este siempre es el mejor sitio dónde tratar asuntos confidenciales.

"Ya era hora que aparecierais, estábamos apunto de irnos a echar la siesta" bromeó Darren apoyado en el capo de su coche. Los chicos que le acompañaban, los cuales eran los mismos de la fiesta, empezaron a reírse por su estupido comentario.

"Ya bueno, si nos hubieras citado en Ontario habríamos llegado un poquitín antes" dijo Brian a mi lado.

"Bueno ya sabéis... Hice algunas cosas que me pedían a gritos retirarme de la situación" dijo mirándome de reojo "¿No vas a hablar Parker? ¿Se te ha comido la lengua el gato? ¿O sigues afectado con lo que le pasó a la amiguita de tu novia?"

"No es mi novia" murmuré entre dientes.

"Si bueno, nada es lo que parece... Por cierto, ¿cómo esta?" pregunto levantando una ceja.

"No te incumbe" contesté molesto.

"No me refería a Aria, quería decir Liz... Me ha llegado a los oídos que la bella durmiente ya se despertó. Aunque no funciona correctamente. Según he escuchado, le falla el brazo. Pobre, estará sufriendo...Debería haberla pinchado más fuerte, ya sabes, para evitar esta fase de dolor."

Luces en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora