~Capítulo 34~

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Me limpio la poca salsa que yace en mis labios con la servilleta. La cena ha transcurrido con normalidad. Aunque el ambiente era un poco tenso por la recién discusión entre Kai y yo, sus padres y Katy no parecían notarlo. Al contrario, han aprovechado cada ocasión para hacer burla de la poca maña que tiene Terri en la cocina en cuanto a hacer comidas navideñas se refiere.

Una vez hemos recogido la mesa y Jack ha encendido el fuego para crear una estancia más familiar y acogedora, nos aventuramos a abrir los regalos.  Katy corre y empieza a toquetear las cajas envueltas haciendo oídos sordos de las advertencias de Terri acerca de no apresurarse demasiado. Todos nos sentamos en el suelo cerca del árbol. All I want for Chirstmas resuena a través de la habitación. La nieve que sigue cayendo en el patio ya oscuro, la música y la calidez de la leña en llamas, generan un clima de película espectacular, salvo por una cosa; falta felicidad. Me siento completamente fuera de lugar y aunque no lo parezca, ellos también. La Navidad les sirve como una fachada para aparentar felicidad y perfección, pero lo cierto es que, la navidad solo pasa una vez al año y el resto, sigue siendo tan amargo como aquel café que me he servido para paliar los dulces postres navideños.

Cuando vuelvo al mundo real, me doy cuenta de que cada uno ya esta abriendo sus respectivos regalos. Katy recibe una muñeca, un MP4 y comida, mucha comida basura. Kai recibe ropa, un reloj la marca del cual desconozco y dos entradas para el próximo partido de los Canadiens de Montréal.Entre Jack y Terri se intercanvian regalos tipicos de pareja: joyería y detalles íntimos que no son visibles para el resto pero que se dejan al descubierto entre las miradas de picardia que se van cruzando. Sonrío, sin saber porque y entonces miro entre mis manos. Desenvuelvo mi regalo y veo un bonito pijama de seda de Victoria's Secret. Levantó mi mirada y susurró un "gracias" a Terri y Jack el cual me responde con un guiño.

Cuando me dispongo a levantar para recoger todos los papeles de regalo que han sido desperdigados por el suelo, observo como un pequeño regalo envuelto en papel brillante azul se encuentra a mis pies. Lo cojo suavemente y lo observo, buscando el nombre del propietario de este. Encuentro dentro de una tarjeta negra mi nombre y, sin pensarlo, empiezo a desenvolver el papel con mucho cuidado. Me extraña que haya recibido algo más ya que el pijama en si parecía haber costado una fortuna. Y como si me hubiera dado cuenta de que había cometido un error, paro un instante para confirmar que el regalo realmente es para mí. Levanto de nuevo la mirada, pero esta vez, las caras de Terri y Jack no muestran la misma sonrisa melancólica de antes sino el mismo estado de confusión que yo siento.

Acabo de abrir el regalo para determinar si este me daba más pistas de quien había podido ser el autor de la entrega. Una vez tirado el brillante papel azulado en el suelo, observo una pequeña caja de color negro  que en su interior guarda un collar, pero no un collar cualquiera, el collar más precioso que jamás había visto. Se trata de una cadena de plata que tiene como adorno una estrella formada por pequeños diamantes azules. 

Vuelvo a levantar la mirada.  Más perpleja que hace unos instantes y puedo comprobar como Terri sigue mostrando la misma cara de confusión. Sin embargo Jack ha cambiado el semblante. Sus ojos ya no se dirigen a mí, sino que alternan entre la pequeña caja que sostengo entre mis manos y quien, finalmente, ha sido el autor de tal regalo.

Giro mi cabeza hacía la dirección de su mirada y veo como Kai sonríe tristemente. "Feliz Navidad" susurra antes de levantarse y dirigirse a la cocina, dejándonos a todos en la más absoluta perplejidad.


El resto de la noche la pasamos viendo películas de Navidad.  Al llegar a la tercera, Katy ya estaba durmiendo, apoyada en la falda de Terri con el pulgar dentro de su boca. Aunque ya tuviera la edad suficiente para saber ciertas cosas seguía siendo una niña la infancia de la cual desearía que nunca le arrebataran.

Luces en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora