~Capítulo 15~

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ARIA'S POINT OF VIEW:

Algo en la mirada de Kai me convenció para que volviera con él a casa. No me creía tal mentida de que Katy se encontraba mal ya que hace nada la había visto juguetear con su familia completa de barbies. Sin embargo, la suplica que Kai había expresado me hizo pensar que se trataba de algo importante y cedí. 

Al principio  fui comprensiva y sumisa a su orden de partir pero una vez dentro del coche y, tras la previsible discusión que tendríamos, me cabreé por el hecho de haber arruinado mi velada. Cuando él iba a replicar por todo el discurso que le había echado en cara, un golpe muy fuerte hizo que todo se volviera negro. 


Escuchaba voces pero no podía ver. Por más que quisiera, mis ojos no se abrían. Me sentía como una piedra: pesada, inmóvil e inerte. 

"Creo que deberíamos llevarla al hospital" oí a lo lejos una voz masculina preocupada.

"No podemos. Hazme caso, no podemos" dijo otra voz demasiado conocida. 

Por fin, tras varios esfuerzos, pude abrir minimamente los ojos para ver lo que había a mi alrededor. Me encontraba estirada en la parte trasera de un coche. No se trataba del coche de Kai ya que la carrocería era diferente.  Observe a dos cuerpos sentados en la parte delantera. Al gemir por intentar nulamente sentarme, el copiloto volteo a mirarme. Kai tenia una cara de preocupación exagerada. Al abrir más los ojos pude ver como un corte travesaba toda su frente, llenándola completamente de sangre. Su ropa estaba sucia y rota en ciertos fragmentos. Su estado me indicaba que no me había desmayado por culpa de la borrachera sino que algo había pasado en el coche de camino a casa.

"Que...." Intenté pronunciar pero me salió una voz ahogada. No podía hablar. Respirar ahora mismo era una dificultad bastante grave. 

"¿Ya ha despertado?" Hablo el conductor. Mike miro por encima de su hombro para ver mi situación antes de volver su vista a la carretera.

"¿Como te encuentras?" dijo Kai en un susurro. Parecía muy preocupado.

"Ah...¿qué?... ¿qué?..." Aun en estado de shock no podía formular ni una frase. No podía moverme. No podía hablar. ¿Que estaba pasando conmigo?

"Shhh... Tranquila, pronto llegamos a casa¿si?" dijo para intentar tranquilizarme.


Pero nuestro destino nunca fue "llegar a casa". Una vez llegamos a un barrio el nombre del cual no tenía ni la más remota idea, Kai me cargo en sus brazos. Entramos a una pequeña casa bueno, Kai me entró a la casa. Mi vista, cansada y borrosa, solo podía apreciar figuras. Dos cuerpos más, o eso era lo que a mi me parecían, se encontraban sentados en un sofá. Al vernos entrar, uno de ellos se levanto precipitadamente.

"¿Que coño ha pasado?" pude apreciar la voz de Brian.

"Ahora no, Brian " Si, era él. Kai me señalo con la cabeza.

"¿Como que ahora no? ¡Maldita sea! ¿Que ha pasado para que los dos estéis así?" dijo gritando al mismo tiempo que señalaba la herida en la frente de Kai. Espera... ¿Los dos? Bueno, eso explicaría el porqué no tenía fuerzas para moverme. Sentía como si me hubieran dado una gran paliza y, probablemente la verdad no iría mucho más allá de esta hipótesis. 

"¡He dicho que ahora no tío!" grito esta vez Kai  "Deja que la lleve arriba y luego lo hablamos! Esta asustada y confusa... No hace falta que la marees aun más"

Dicho esto, subió escaleras arriba conmigo en brazos sin darme la oportunidad de observar detalladamente todo lo que me rodeaba. Una vez arriba abrió la primera puerta que encontró y note como me dejaba suavemente encima de una cama mullida.

Luces en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora