Con las letras del abecedario |Wigetta|

E de Estudiante

Todo comenzó una lluviosa tarde de primavera.

El rumor de que Sanchez, el profesor de biología -brujo, odiado por todos y licenciado en arruinar la vida de sus estudiantes- había sufrido un accidente al bajar de las escaleras segundos antes de terminar su día laboral.

O quizás alguien que pasaba por allí lo empujó...sin querer.

En fin, el caso es que habría sufrido un esguince en el hombro derecho y -gracias a su avanzada edad- tendría licencia médica hasta por lo menos, lo que restaba del año.

Por lo que eso significaría, que llegaría un profesor suplente.

Las chicas soñaban con un joven apuesto, de veinte-pocos, encantador y bla bla bla (típicas cosas de chicas en las que no se iba a involucrar). Los chicos, por otra parte, esperaban a la profesora sexie, ya saben, aquellas que normalmente ven en sus vídeos pornos (y aunque así fuera la realidad, tampoco creo que se fijaría en ellos, nos son lo que se puede considerar unos adonis)

La mayoría ya había llegado cuando entré al curso. Solíamos llevarnos bien entre todos -es decir, no había más que pequeños chinches entre nosotros, íbamos juntos desde preescolar ¿que esperaban?- pero aun así los pequeños grupos de amigos estaban definidos y yo no iba a ser el típico antisocial de la clase.

Me dirigí hacia donde se encontraban mis amigos, al fondo de todo, junto a las ventanas que daban hacia el enorme parque que poseía instituto.

Luego de saludarnos, me senté en mi lugar esperando a que comenzara la clase y aprovechando el momento para hablar un poco con los chicos. "¿Cómo piensan que será el nuevo profesor" Cuestionó emocionado Ruben. Miguel Ángel -o como prefería que lo llamaran- Mangel, bufó fastidiado a su lado. "Ah estado todo el camino molestando con eso, alguien denle una buena hostia a ver si se calma" profirió de manera burlona, aunque todos sabíamos que estaba enojado (o celoso). Todos menos Ruben, claro.

Frank, Alex, Luzu y yo reímos ante lo dicho, y justo cuando Ruben iba a saltarle a la yugular a Mangel, Frank habló para calmar un poco el ambiente. "Tu como piensas que será ¿eh Guille?" movió sus cejas de manera sugestiva y yo puse los ojos en blanco. No era secreto para mis amigos el que yo era bisexual. "Normal, supongo. Un anciano al que le pareció divertido el enseñar y moldear jóvenes mentes y que con el tiempo no hizo más que arrepentirse de su decisión".

Y antes de que pudieran haberme interrogado más, la directora apareció por la puerta, tan vieja y estirada como siempre. Todos corrieron a sus pupitres, como si fuera una maratón. Yo ya estaba en el mío así que solo presté atención a lo que la vieja anunciaría.

"Alumnos, como muchos saben, nuestro querido..." si claro, cuéntese otro chiste señora "...profesor de Biología, el profesor Sanchez a sufrido un accidente laboral y no se sabe con exactitud cuando podrá volver a ejercer" varios estudiantes festejaron la noticia, pero rápidamente callaron al ver la mirada des-aprobatoria de la directora. "Por lo que, a partir de ahora se les asignará un profesor suplente. Por favor, pase" indicó apartándose un poco de la entrada dejando entrar al nuevo.

Y puedo jurar, por lo que más quiero en el mundo (incluidas las galletas de dinosaurios, las tortugas y las frutitas), que nunca el curso se había encontrado tan callado como en el momento en el que el nuevo profesor cruzó el umbral.

Alto, de anchos y fuertes hombros y fina cintura. Fuertes músculos tensados bajo una sencilla camisa blanca y pantalones de vestir. Y su rostro... oh su rostro, madre mía. Mandíbula cuadrada y marcada, labios finos y rosados. Grandes ojos cafés y el indicio de una barba de pocos día "Buenas tardes clase, desde ahora seré su profesor " sonrió confiadamente ante la mirada embobada de gran parte del curso -incluida la mía- "Soy el profesor Samuel De Luque y espero podamos llevarnos bien".