"Aquella persona que te devuelve las ganas de vivir, la que te obliga a levantarte cada día a enfrentar al mundo con una sonrisa, sin decirte una palabra... Esa persona es tu luz, y debes cuidarla como lo más valioso, porque solo aparece una vez en la vida".
Guillermo hacia tiempo había perdido sus ganas de vivir. La muerte de su madre había cambiado su vida por completo.
No sólo había perdido a la mujer que le dio la vida, si no que había perdido un padre -que al parecer había olvidado que la muerte de su esposa también había afectado a su único hijo y no solo a él- , a una familia entera, porque sus abuelos, sus tíos ya no podían pisar la ciudad sin romperse ante los recuerdos.
Y los entendía, joder que si lo hacía.
Pero nadie parecía pensar en él. Nadie parecía notar cuanto le dolía el llegar todos los días después del instituto y encontrar la casa a oscuras, sin nadie recibiéndolo, sin aquel olor a comida casera, sin aquellas reuniones familiares de cada fin de mes, sin una cena con sus padres cada noche, sin nadie que lo regañara por quedarse hasta altas horas de la madrugada jugando a la consola.
Nadie parecía notar que el estaba roto.
Porque no hay nada peor que perder a tus padres, y más aun en plena adolescencia que es cuando más los necesitas.
Guillermo odiaba su vida.
Lloraba cada noche hasta caer rendido por el sueño, se había aislado de todo y todos, porque no quería que nadie se enterara de su sufrimiento.
Que extraño es el ser humano, que grita por un poco de ayuda, por una mano que lo sujete al caer, pero que se esconde de la mirada de la sociedad creando un escudo de mentiras.
Era un alma en pena, era una de aquellas personas que solo era un cascarón de lo que solía ser, pero nadie más que sus amigos pudieron notarlo, y sin embargo, no encontraban forma de ayudarlo.
Años pasaron, años en los que la oscuridad lo rodeaba, ahogándolo y asfixiándolo en pensamientos negativos, él ni siquiera haciendo esfuerzos por salir.
Hasta que llegó él.
Aquel castaño que iluminó su vida sin saberlo. Aquel que con solo una sonrisa ahuyentaba a sus demonios internos.
Samuel, aquel chico nuevo en el instituto, se transformó en su luz.
En sus ganas de vivir, en sus ganas de nadar contra el mar de sus problemas. Samuel fue su esperanza, aquella que tanto había buscado en el pasado.
Y se sentía bien.
Tal vez el nunca lo comprendería, tal vez nunca lo llegaría a amar como el lo hacía, pero no importaba.
Porque con solo verlo, Guillermo estaba seguro de que era suficiente. Y si el día de mañana el castaño debía marchar de su lado, ya sabría como luchar contra todo sin su ayuda, porque con solo su recuerdo era suficiente motivación para una vida.
"¿Sucede algo compañero?" preguntó sonriente Samuel a su lado. Traía en sus manos el helado de chocolate que seguramente era para Willy, mientras que en la otra sostenía el helado de fresas que estaba degustando.
"Nada, solo pensaba" respondió este a su amigo, recibiendo el helado.
"¿Se puede saber en que?" preguntó curioso.
"Solo en... Mi luz " rió Guillermo al ver el rostro completamente confundido del otro.
"Aveces eres completamente raro"
"Lo se"
---Maratón 2 / 7 :)
Dendrita xoxo
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Con las letras del abecedario |Wigetta|
RandomUna tarde lluviosa,sin nada que hacer me pregunté : ¿Por qué no crear momentos Wigetta con las letras del abecedario? ... ... .. . Ojalá tuviera la suficiente imaginación como para haber podido pensar un título mejor. Conjuntos de drabbles sin conex...