Con las letras del abecedario |Wigetta|

I de Inocente

Continuación de F de Fail :))

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Gruñón y cabezota como pocos, así era como podía describirlo. Y aun así, el chico del que estaba loca y profundamente casi-desgraciadamente-enamorado.

Luego de aquella nefasta forma de conocernos, con el tiempo fue inevitable no ser amigos -y cuando digo con el tiempo, me refiero a dos semanas en las que tratábamos de ignorarnos, pero vamos... Que eramos vecinos, de hogar y banco-.

Eramos dos idiotas que se reían por todo, solo era cuestión de tiempo que nos agradáramos. Aunque eso no quitaba el hecho de que me parecía malditamente atractivo.

Con el tiempo eramos mejores amigos, sip desgraciadamente la friendzone atacó. Eramos un desastre juntos, pero eramos un hermoso desastre(*), no en la manera en la que lo eran Travis y Abby, sino un desastre más... caótico.

En otras palabras, más claras y sencillas, estando junto a él debías saber que pasarías vergüenza de una manera u otra. Aunque Guillermo ya parecía estar acostumbrado -vivir consigo mismo, seguro le había dado esa habilidad-.

Guille -o Willy, como me gustaba llamarle- tenía un no-se-que que hacía que no pudieras odiarlo. Como un aura misteriosa. Y yo no era el único en notarlo, cientos de chicas -y hasta chicos, yo incluido- babeaban por él.

Por eso, cuando aquella noche de viernes, la típica noche de viernes de pizza y películas con el grupo -conformado por Luzu, Alex, Frank, Rubius y Mangel- cuando el confesó no haber dado su primer beso todavía, me sorprendí, o bueno nos sorprendimos todos los presentes en aquella sala de estar.

Aquello me había dejado pensando el resto de la velada.

Al irse todos -excepto yo, quien solía quedarme a dormir en casa de Guille luego de las reuniones de chicos- ambos nos dirigimos a su habitación en completo silencio, pues sus padres dormían en la habitación contigua.

Una vez puesto el pijama y nosotros arropados por las suaves sabanas -el en su cama y yo en un colchón en el suelo- , decidí romper su proceso de estoy-a-punto-de-dormir "¿De enserio no has dado tu primer beso, macho?"

Vi su rostro arder en color granate, aun pese a la poca iluminación que había en la habitación. Visiblemente incómodo masculló un "Uh-jum" en señal de afirmación.

Y reí tan fuertemente como me era posible, pues no estaba en mis planes despertar a los señores Diaz.

"¿Quién iba a pensar que el gran Guille todavía no dio su primer beso con 17 años?" reí entre dientes.

O bueno, en eso estaba hasta que sentí estrellarse su almohada fuertemente contra mi rostro.

El se miraba avergonzado, por lo que decidí dejar de burlarme, no estaba en mis planes el que me echara de su hogar en plena madrugada.

"¿No se te a presentado la oportunidad? ¿es eso?" pregunté confundido, hasta donde yo sabía pretendientes no le faltaban.

"No es eso" gruñó.

"¿Entonces...?"

El me miró largamente, como preguntándose si sería buena idea contarme aquello.