C de Casamiento

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"...en la salud y en la enfermedad, tanto en la riqueza como en la pobreza, hasta que la muerte los separe?" preguntó el hombre de avanzada edad.

Guille cerró sus ojos y suspiró pesadamente.

A su lado, Alejandro lo miró con preocupación y algo más, algo que cualquiera hubiera percibido como lastima, pero que el pelinegro decidió ignorar en aquel momento.

"¿Seguro que no deseas irte?" preguntó por enésima vez.

"Que no chaval, que no. No te preocupes" respondió artado.

"Claro que me preocupo, eres mi mejor amigo y odio verte así, más aún cuando tenías la posibilidad de evitarlo" El más pequeño gruñó silenciosamente.

Y lo próximo que siguió fue una guerra de insultos, gruñidos y cosas de machos, hasta que un carraspeo llamó su atención.

El cura, Samuel, Estefania, y todos los invitados los observaban fijamente.

Guillermo nunca había deseado tanto que la tierra se lo tragase como en ese momento. O bueno tal vez si, como aquella vez en la que... Ah si, y aquella en la que ellos... ah y no debía olvidarse de cuando.... Oh bueno, si, tal vez si solía querer desaparecer del mundo anteriores veces. Tal vez su vida se resumía en un tragame tierra.

Pero ahora, con la mirada reprobatoria de cientos de invitados, la mirada ardiente en cabreo de Estefania, y la confundida de Samuel, podría jurar que ninguna vergüenza se compararía con esta.

"¿Yo...puedo...continuar?" preguntó dudoso el cura, sus cejas estaban alzadas y su puntiaguda nariz arrugada en expresión de desagrado.

Al ver que su amigo respondería de forma tan...él, Guillermo se le adelantó "S-si, lo sentimos" casi podía sentir como su lengua se trompezaba con ella misma y las palabras salían a trompicones y a borbones por su boca.

Su mente solo repetía una cosa. JOOOOOOOOOOOOODER.

Finalmente la celebración siguió con su curso normal. Una feliz pareja se unía ante los ojos de Dios y ante sus mas allegados.

Y un corazón se rompía a un lado del altar.

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La gente salía como animales salvajes por la puerta de la Iglesia. El joven pudo relacionar esa escena con una parte del documental de Discovery Channel que había visto el jueves pasado, encerrado en su habitación, con un tazón lleno de frutitas y otro lleno de chocolate derretido. Recordaba haber llorado hasta dormirse/caer desmayado sobre su cama (cada uno podía verlo como le parecía). Pero no podían culparlo, ¿porque los leones debían ser tan crueles con sus presas?¿por que no podían simplemente ser vegetarianos y vivir todos en paz?.

Con las letras del abecedario |Wigetta|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora