Secuestrada /Suho - Exo

Capítulo 2

Al día siguiente desperté y vi que traía encima mío un cobertor- Al menos no deja que tenga frío- dije sarcásticamente y me levante del piso y salí de la habitación.

- Cómo dormiste- pregunta Suho sonriente- en verdad te importa pensé dentro mío pero no le respondí- ¿No piensas hablarme? en verdad eres terca preciosa, aquí te traje algo de ropa de esta estación, me hubiera gustado encontrar algo que te quede igual de bien que tu uniforme pero es lo único que hallé- dice pasándome una bolsa, yo la tomé en mis manos luego de mirar el contenido recordé sus palabras "igual de bien que tu uniforme" – Eres tú-dije caso gritando.

- No grites cariño- dice acercándose a mí y tapándome la boca con sus manos- debo admitir que tu uniforme te queda jodidamente sexy- me susurro en mi oído, sentí un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo, me zafé de su agarre para luego retroceder unos pasos un poco asustada pero él volvió a acercarse de a poco hasta dejarme inmóvil contra la pared.

- eres tan hermosa- dijo susurrándome en mi oído, sentí su respiración contra mi cuello y eso me provocó nuevamente un escalofrío.

- Suéltame- dije desafiándolo con la mirada e intentando zafarme pero no funciono ya que me sostuvo más fuerte.

- estás segura- dijo depositando un beso en mi cuello.

- me das asco- mentí ya que por alguna razón me encantó.

- Tú me provocas- dice acariciando con su dedo índice mi cintura de arriba abajo.

Es tan sexy pensé en ese instante, era tan jodidamente hermoso todo en él lo era prácticamente perfecto sino fuera por un pequeño detalle "ES MI SECUESTRADOR".

- apuesto a que en estos momentos estas deseando que te bese- dijo a milímetros de mi rostro rozando con su dedo mi labio inferior. ¿Qué acaso era adivino?

- Jamás, eres repugnante- dije mirándolo a los ojos, esos hermosos ojos castaños en los cual me perdí en menos de un minuto.

Se alejó de mí y río sonoramente- Tranquila no eres mi tipo, mejor ve a cambiarte o prefieres que te quite el frío de otra manera- dijo mirándome divertido.

- Jamás estaría con un hombre como tú- dije marchándome hasta el baño. Cuando entre cerré con llave la puerta y largue un sonoro suspiro, mojé mi rostro con agua fría ya que estaba sonrojada a mas no poder, era la primera vez que alguien se me acercaba de esa manera, sentí un calo recorrer mi cuerpo al recordarlo, saque de la bolsa la ropa que había y me coloqué, era un buzo de lanilla fina, un polerón algo grande y un abrigo de hilo, cuando salí del baño lo vi parado en la puerta, di un salto del susto lo cual le pareció gracioso.

- Tranquila-dijo riendo- no te haré nada, todavía-dijo acercándose nuevamente a mí – en la cocina hay algo para que comas. Esquive su provocativa presencia y me dirigí a la cocina ya que mi estómago rugía del hambre, bebí el café que había ahí y comí las tostadas que dejó sobre la mesa acompañada de mermelada de frutilla, mi preferida.

Él se acercó y se sentó frente a la mesa justo en frente mío sin mencionar nada sólo sonreía como idiota.

- Que ves- dije de mal humor.

- a ti- me respondió.

- deja de hacerlo-dije frunciendo el ceño.

- no quiero- dice y vuelve a reír.

- siempre ríes en todo momento- pregunte por primera vez curiosa estableciendo una conversación con él.

- a que te refieres, que tiene de malo- dijo confundido.

- es decir, eres un secuestrador estás hablando con tu rehén no con tus amigos, entiendes la diferencia- dije burlándome.

- no actúes como si lo supieras todo, me gusta sonreír con las personas aunque estas fueran mis rehenes es una forma de ocultar lo que en verdad siento- dijo melancólico.