Secuestrada /Suho - Exo

Capítulo 25

La novia de Junmyeon a quien creían muerta porque fue secuestrada hace aproximadamente dos años estaba viva, fue exactamente lo que me explicó Chanyeol y era más de lo que quería enterarme.

Después de haber pasado horas en el hospital decidieron que lo mejor sería que pasara una noche internada por presentar rastros de una anemia desarrollada, no me opuse en absoluto, el shock estaba pasando de apoco y mis cordura hacia que analizara todo lo que había sucedido durante este tiempo con suma importancia dando resultado que había sido manipulada por quien pese a todo seguía amando.

- Giselle está en camino- informó Chanyeol guardando la puerta celosamente cuando cortó la llamada.

- ¿Qué tipo de relación tienes con ella?- pregunté directamente, me miró quizás sorprendido por la falta de filtro con la que había hecho esa pregunta y su piel se tornó de un tono amarillento.

- De hecho soy el encargado de su seguridad- lo miré tornando una ceja de modo "A mí no me engañas"- y estamos viviendo juntos- añadió.

No respondí nada, simplemente me concentré en mirar los tonos sólidos de la pared- ¿Estás segura que te encuentras bien?- preguntó por quinta vez en lo que llevaba del día.

- Es irónico ¿no lo crees?

- ¿Qué?- preguntó.

- Estoy libre, pero pese a ello, sigo encerrada dentro de cuatro paredes.

- Saldrás mañana por la mañana- dijo emitiendo una sonrisa- ¿Puedo preguntar algo?

- Dime- lo alenté.

- ¿Tú sabias que en realidad no estabas siendo secuestrada? ¿Sabías de la profesión del agente Junmyeon?

- Nunca lo supe- la saliva que pasó por mi garganta, ardió en ese momento, sintiendo un fuerte dolor con las palabras.

- ¿Durante todo este tiempo creíste que él era un secuestrador?- asentí- ¿presentarás cargos?

Lo miré analizando sus palabras- ¿Debería?

- Puedes hacerlo, sin embargo, no presentas ningún tipo de maltrato y contando que era parte de su ética profesional no revelarlo es posible que no ganes el caso- informó.

- Fui engañada- fue un hilo de voz el que salió de mi garganta conteniendo todo el dolor emocional que sentía, si me preguntaran, no tenía ganas de llorar, de reír, ni de lamentarme porque me sentía muerta por dentro y los muertos no hacen esas cosas.

A pesar de todo aquello mi única esperanza era que él cruzara por esa puerta y que me preguntará como me encontraba, eso daría una señal que pese a todo aún pensó en mí, que pensó en mí y no sólo en ella, pero pasaron las horas y eso nunca sucedió.

Luego de unos minutos, Giselle, cruzó la puerta, la persona a quien por mucho tiempo pensé que no volvería a ver, quien corrió hasta donde me encontraba y me abrazó con lágrimas en los ojos recordándome lo mucho que ella me había extrañado y se había preocupado por mí, le creí, porque yo sentí lo mismo y ella pasó condiciones similares a la mía y podíamos entendernos perfectamente.

- Mañana saldrás de alta- me recordó- preparé una habitación con los libros que tanto te gustaban en mi departamento- le sonreí en agradecimiento, había extrañado la manera peculiar que tenía de hablar con gentileza.

Luego de mucho hablar quedé sumergida en un maravilloso sueño, uno que no había tenido hace mucho hasta que llegó la mañana y desperté con una sonrisa en el rostro a pesar de tener las lágrimas quemando mis retinas, el dolor en el pecho y la frustración en la memoria de saber que nada volvería a ser como antes.