Secuestrada /Suho - Exo

Capítulo 17

Rachel Henderson...

-------Un mes atrás----------

Hoy mi día había sido abrumador, hacía semanas que no veía a mi madre por lo que decidí hacerme de tiempo e ir a visitarla.

- T/n____- la llamé cuando entre al departamento- iré a visitar a mamá ¿Quieres venir?

- No, tengo que estudiar mándale saludos de mi parte- me respondió sonriendo, asentí. Fui hasta mi habitación a tomar algunas cosas de mi closet para luego marcharme.

- T/n___ ya me voy, quizás no venga por la noche- le avise. Ella simplemente asintió luego me despidió con la mano.

Me subí al auto dirigiéndome a la casa de mi madre, iba a avisarle que iría pero quería que fuera una sorpresa. La oscuridad de la noche se hacía presencia en la carretera por donde yo conducía, un día cálido de verano no podía estar mejor acompañado que con una noche estrellada.

Baje la mirada unos minutos hacia la radio cambiando de estación cuando volví mi vista hacia enfrente un hombre estaba parado en medio de la carretera, frene de golpe llevando todo mi cuerpo hacia delante por el impulso. Le toque la bocina pero el chico no se movía, mire a mi alrededor y nadie estaba en la zona era una carretera completamente desierta, fue entonces cuando escuche el vidrio de mi ventana rompiéndose forzando la cerradura de mi puerta, di un fuerte grito pidiendo auxilio pero nadie oyó, el hombre que traía lentes negro, un tapabocas y gorra del mismo color me jaló del antebrazo sacándome fuera del auto.

- ¿Qué te pasa imbécil?- grité intentando zafarme de su agarre pero él me seguía sosteniendo contra el auto, use el brazo que tenía libre metiendo mi mano en mi bolsillo buscando mi celular pero entonces me tapó la boca con un paño que tenía un fuerte olor que me dejó inconsciente al instante.

Cuando desperté todo pasó tan rápido, estaba atada de pies y manos con un paño que cubría mi boca, Giselle estaba en mi frente en la misma condición y luego de algunos días T/n___ fue traída de la misma manera, después de ese día no las volví a ver ni siquiera pude despedirme.

Estaba en una silla atada de pies y manos, el chico que tenía en frente fijaba su mirada perdida y psicópata en mí, me daba escalofríos, era apuesto de cierta forma pero tenía una mirada perdida que descomponía completamente su atractivo.

- Sácame de aquí- susurre, el río- ¡AUXILIO! ESTOY SECUESTRADA QUE ALGUIEN ME AYUDE- grité, entonces río más fuerte parándose de su lugar dirigiéndose hacia mí y dándome una fuerte bofetada, mis labios comenzaron a sangrar ante su golpe, volví mi mirada hacia el quien ahora se fijaba en mi de forma animal, como un tigre intimidando a su presa.

- Nadie te escuchará, nadie te salvará, así que cállate maldita perra- me soltó otra bofetada del lado contrario de mi rostro, ésta vez sentía la sangre venir de mi nariz.

Estaba mareada, me dolía todo el cuerpo, el chico seguía con su mirada fija en mí.

- ¿Cuál es tu nombre?- pregunté esta vez un poco más paciente sin echarme a llorar.

- ¿Para qué quieres saber?

- Quiero saber el nombre del hombre que se pudrirá en la cárcel cuando me encuentren- solté.

- Kim Jong In a su servicio- sonrió de lado- eso de que me pudriré en la cárcel y que te encontraran es cuento viejo, no va pasar pequeña perra.

Gritar, llorar, suplicar, no funcionaba con Jong In era un completo desquiciado lo podía ver en sus ojos, por un momento su mirada era tranquila y normal hasta que sus ojos se posaban en los míos sus pupilas se dilataban completamente y entonces me golpeaba sin ninguna razón, no había pasado muchos días quizás solo uno pero sentía que ya no soportaba más, había soportado sus violaciones, golpes, maltratos pero estaba en mi límite, el cuerpo apenas me respondía.