Trigésima cuarta wea♥

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Salí, cerrando la puerta a mi espalda, quede en el medio del ante jardín, mis manos temblaban, estaba preparada para que la puerta se abriera y él se me acercara diciéndome que me amaba.

Pero la reja fue la que se abrió.

Quedé inmóvil mirando la reja, las lágrimas aumentaron, ya apenas podía ver, volteé hacia la puerta y apoyé mi cabeza en ella.

-Tú no quieres hacer esto...-dije apoyando mis manos en la puerta- SÓLO DEBÍAS ABRIR LA PUTA PUERTA -grité en medio del llanto, y salí corriendo de ahí, ignorando a la Juana que estaba con el auto en la calle del frente, corrí hasta que choqué con alguien.

-Pe-Perd...-levanté la mirada y me encontré con la de él.

-Wenah po, ¿no que no querías saber mas de mi?.-dijo el Jaime sonriendo.

-¡NO TE ME ACERQUES CONCHETUMARE!.-grité captando la atención de todos los de mi alrededor y salí corriendo de ahí. Tenia rabia, muchísima con él, entre todas las weas, por hacer lo que hizo y decir lo que dijo, corrí hasta llegar a la plaza donde fui cuando ocurrió todo eso con la Lucia.

Narra Niconchetumare(?)

-Es tu última oportunidad, si de verdad quieres que te deje y me aleje, presiona el botón para abrir la reja, si quieres comenzar desde 0 conmigo, abre la puerta.-dijo con los ojos llorosos y salió.

De verdad que solo quería salir y abrazarla, decirle que se quedara, que la amaba, pero cuando pensaba en volver, a mi mente volvía esa imagen de ella y el Edgar besándose y las palabras del Jaime, mi mano fue directo a la puerta, iba a girar la manilla pero...

"Fue tan bonito cuando la besé, fue casi perfecto..

Ahhh tú no estabas, fueron los mejores momentos de mi vida, cuando la fui a dejar a su casa y en mi cumpleaños."

Esas palabras y la sonrisa de weon con la que las dijo me hacían querer romperle la cara, no quería seguir teniendo este sentimiento, la amaba, pero no se lo merecía, por puta.

Llevé mi mano al botón, unas cuantas lágrimas salieron pero me mantuve firme y lo aprieté, intentando retener los sollozos, con las manos, ojos y dientes apretados sentí como unos segundos más tarde se apoyó en la puerta

-Tú no quieres hacer esto...-dijo con la voz temblorosa- SÓLO DEBÍAS ABRIR LA PUTA PUERTA!.-gritó, se notó más que estaba llorando, yo sólo quería salir y abrazarla, escuché sus pisadas mientras corría, pero yo también tengo dignidad, orgullo y una imagen que proteger.

De pronto sonó mi celular, lo vi y decía Llamada entrante, Jaime.
Pensé en no contestarle, pero de verdad sólo quería ir y sacarle la chucha

-¿Que?.-dije seco.

-Chuuu, ¿los pololitos contra mi?.-dijo.

-No se de que estai hablando.-respondí.

-La _______ también me respondió fría cuando la llamé.

-No es mi polola, además no tenías porqué llamarla mientras lo era.-dije alterado.

-¿Que wea?-dijo volviéndose a poner amargado.

-Toda esta wea es culpa tuya por meterte con mi mina, ¡felicidades!, ya todo se terminó, podí ir con ella por fin.-dije irónicamente y corté.

Respiré hondo y cerré los ojos, me di vuelta para irme a mi pieza pero el celular. volvió a sonar, era el Jaime de nuevo.

-¿Que w...?

-Voy en camino a tu casa.-dijo y cortó.

Puta la wea.

Cerré la puerta con doble seguro y subí a mi pieza, me acosté y despues de un rato el sueño me empezaba a invadir.

"¡Ese beso no fue un accidente, te amo!"

Ella sabia que me dejaría pensando, no es justo. De pronto golpearon la puerta.

-¡Hoola!.-se escuchó decir a mi mamá.-Está arriba, pasa.

Oí unos pasos y me paré rápidamente a cerrarla, pero una mano me detuvo.

-¿Que creí que estai haciendo?.-preguntó el Jaime.

-Andante weon oh.-dije intentando cerrar la puerta aún con sus empujones.

-¿Como es eso de que no es tu polola?-dijo empujando con más fuerza, lo que me hizo retroceder.

-No po, ¿pa que quiero una polola que me caga con los que creí amigos?-dije cruzando los brazos.

-¿Con quien, el Edgar?.-dijo levantando una ceja.

-¡NO TE HAGAI EL WEON!.-dije lanzándole un libro que estaba a mi alcance, el cual le dio en el pecho.

-Nico...¿Que chucha?.-dijo llevándose su mano al lugar donde le llegó el libro.

-¡ME LO DIJISTE TODO WEON, LOS BORRACHOS NO MIENTEN!.-me cubrí el rostro con mis brazos. Él no dijo nada, me tomó los brazos y los quitó de mi cara, mirándome serio y fijamente a los ojos, los cuales estaban llorosos (los míos). Aún con lo enojado que estaba no pude evitar soltar una pequeña risa, la cual se le pegó.

-¿De que te reí?.-dijo con una sonrisa.

-Te poní fleto csm...-dije en medio de risas.

-Como te gusta.-y rió "maniáticamente". También reí y me descubrí la cara.

-Ya culiao, andate.-dije empujándole un brazo.

-No po, tenemos que hablar.-dijo poniéndose serio de nuevo.

-Andate con la _______ mejor.-susurré, pero me escuchó.

-Mira weon, -dijo sentandose en mi silla- la weona me gustaba si, pero ya pasó y...

-Ya pasó porque ya no estoy con ella, ¿cierto?-lo interrumpí.

-Yo no les dije que terminaran.

-Y yo no dije que te podiai meter con ella.-lo miré con desprecio y el guardó silencio.

-Me di cuenta lo mucho que te quiere, -dijo levantándose- y si es capaz de correr llorando de aquí hasta mucho más allá es porque era de verdad la wea.-se tronó los dedos y se recargó en la puerta.

Vuelve a narrar rashitah.

Estaba en la plaza, en la misma banca, todo era igual a ese día, o eso esperaba, que llegara el Nico por detrás, me abrazara, o simplemente me dijera que comenzáramos de 0.
Ahí estaba, rogandole al cielo que pasara algo así, y algo me sacó de mis pensamientos.

-¡_______!.-oí a alguien gritar mi nombre. Volteé terrible esperanzada pero mi cara cambio al ver quien era.

-Edgar...-dije mientras lo veía acercarse corriendo. No podía estar enojada con él, lo que pasó no habia sido su culpa.

-La... La Aranxa...-dijo intentando recobrar la respiración.

¿Que pasa con ella?.-pregunté confundida.

-Se... Se fue.

-¿Se fue?

-Se fue.

Hasta que te encontré.《Nicolás》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora