Trigésima wea♥

1.2K 68 16
                                    

-No se, me calenté brigido... ¿Que opinai?-dijo él coquetamente entrelazando nuestras manos.

-Hay gente que solo quiere ver arder el pico.-dije y reímos.

De pronto sonó mi celular avisando que me había llegado un whatsapp.

Hay carrete en 2 días en la casa del Edgar 2, irías con el Nico? -Juana

-Estamos invitados a un carrete en 2 días más, ¿vamos?.-pregunté.

-Dale, ¿querí ver arder mi pico?.-dijo.

-Si se te quema, ¿que wea hago?.

-Aún me quedan los dedos.-dijo sonriendo.

-No me refería a eso culiao.-solté una carcajada.

-Ah chucha-rió y me abrazó,- estoy cagao' de sueño wn.-dijo eso y se apoyó en mi hombro.

-Me tendré que ir entonces.-dije e intenté levantarme, pero me abrazó por la cintura y atrajo más hacia él, haciendo que la posibilidad de moverme fuese casi imposible, hundió su cara en mi polera, justo en la parte de mis pechos, lo que me hizo sonrojar y a él también.

-No... Quédate...-dijo nervioso, cosa rara en él.

-Wenu.-dije y lo abracé, rió un poco y subió la mirada encontrándose con la mía, se acercó a mi boca, rozando nuestros labios sonrió y cerró sus ojos... El beso más tierno que había dado en mi vida.

Y así fue la primera vez que dormí tan bien sobre un sillón.

***

-¿Y van?.

-¿Iván?, ¿quien es él?.

-¿Van a ir al carrete o no?.

-No me cambies el tema y dime quien es ese tal Iván.

-Te pregunté si...

-Deja de pelarte Juana.

-No pero...

-Te estoy webiando.-sonreí, ella respiró profundamente con los ojos cerrados.

-¿Van o no van?.-dijo intentando sonar calmada.

-Si, y me presentai al Iván.-dije riendo y ella comenzó a golpearme el brazo, de pronto llegó el Edgar y la Aranxa, que ya era costumbre que fueran a comprar las weas ellos, se acercaban con 4 helados, uno en cada mano, nos entregó los correspondientes y se sentaron, hablábamos de cosas aleatorias hasta que vimos entrar a las mismas weonas de siempre haciendo el ridículo.

-Yo tambien amo a la Perroski.-dijo una de ellas

-¡Me engañas conchesumare! ¡Yo te di mi ano, perra infiel!.-gritaba la otra.

-Anos al fuego.-dijo finalmente y se pusieron a reír mientras avanzaban a una mesa, nosotros reímos en cuanto se alejaron.

Terminando los helados nos fuimos a nuestras respectivas casas a prepararnos para el carrete, llevar varias weas y abrigarnos porque en la noche el frío atacaba.

Estaba en mi pieza, preparando una mochila con cosas para picar, unas chelas y demás.

Recordé de pronto al Cristian, sin razón ¿que habrá sido de su familia?, tomé mi celular y abrí facebook... Buscar... Mensaje... Enviar.

"Hola, mucho tiempo sin hablar, ¿estás ocupada? Me gustaría que nos juntaramos un día de estos ¿te parece?"

Hasta que te encontré.《Nicolás》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora