Trigésima octava wea♪

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Apagué las luces y abrí la puerta, ella entró y la Mini salió de la nada.

-¡Peneeeee!.-gritó.

-¡PENEEEEEE!.-gritaron todos, weon, TODOS. Estábamos de cagados de risa saludándola.

-Feliz cumpleaños conchetumare!.-grité y me lancé a ella, cayendo ambas al piso.

-¡MONTONCITO!.-gritó el Edgar 2 y se nos vino la multitud encima.

Cuando pudimos salir todos parecían borrachos (sin estarlo, aún), caminamos hacia la mesa.

-Y cuentame Juana-ella me miró para que continuara- ¿que se siente entrar a una casa y que griten pene?.

-Fue maravilloflen.-dijo y reímos.

-Fue un regalo especial.-dijo la Mini llegando con el Yelo, empezamos a reír, hablars de la vida hasta que se nos acercó el Jaime, intenté ignorarlo ya que estaba con la Juana pero él se integraba poco a poco, y la Juana también lo incluía.

Será po, pensé, no veo al Nico y no estoy haciendo nada malo.
Chupen el ñe.
Y saqué unas cuantas papas de la fuente que había sobre la mesa.

Vi hacia un lado y habían unas tipas con el flash de un celular apuntándole a una en un ojo.

-¡Ojo culiao lindo, casate conmigo!.-decían.

-Mi ojo dice que si.-decía la otra rascándose el ojo cuando le sacaron el flash.

-Meteme el ojo.-dijo riendo la primera, empezaron a reír.

-Es muy apresurado.-respondió cuicamente.

-Para mi no es apresurado, -tomó un trago de su vaso- yo te deseo, mi cuerpo te desea, no hay problema,-tomó otro trago- no importa lo que digan los demás... Ah ya le puse.-comenzaron a reir y se tiraron al piso.

De repente sentí una mano al frente de mis ojos.

-¡Tierra a _______!.-dijo, era la Mini haciéndome reaccionar.

-¿Ah ah?.-dije volviendo a la realidad.

-¿Has hablado con el Nico?.-dijo de la nada.

-Ah, ehh... No, no lo he visto.-dije volviendo a mirar a las tipas de antes, pero ya habían desaparecido.

Miré al otro lado y estaba la Juana sentada mientras otro culiao le hacia una trenza, me perturbó porque estaba con bufanda, dentro de la casa y me dio calor, así que fui hacia la parte de las bebidas y saque una Coca-Cola de dentro, ya no me dejan tomar así que pico.

Abrí la botella y tomé, estaba en eso y sentí un brazo por sobre mis hombros, temí que fuese algún borracho pero fue peor de lo que imaginé.

-Holi.-dijo el Jaime, consciente.

-Chao.-separé mis labios de la botella sólo para decirle eso y volví a tomar.

-Ya mira, pasaron cosas mientras estabas ebria ayer,-dijo, lo miré impresionada y sonrió- nada malo, pero no te puedo decir, la wea es que no podí estar en mala conmigo.-sacó su brazo y se fue por entre la gente.

Todo era misterioso, sobre todo el no haberme encontrado con el Nico, siendo que al entrar lo vi, ¿me estará evitando?, ¿tanto es su odio para venir a mi casa y ni acercarse a mi?.

Inundada en mis pensamientos de repente miré hacia arriba, un tipo estaba con un pito pa callao, ¿que se cree este saco wea?, me dirigí a él enojada.

-Oye weon o soltai eso o te vai de aquí.-dije amenazantemente golpeando la mesa.

-Calmate oh, ¿queri?.-dijo acercándome el pito, lo tomé y lo tiré al suelo, pisándolo, me quedó mirando mal, se levantó y se fue.

-La culia agresiva.-dijo alguien llegando por atrás, volteé y era la Juana que se me acercó con una larga trenza y la bufanda del tipo de antes.

-Uhhh, ¿te la dio o se la quitaste?.-pregunté apuntando la bufanda, ella se sonrojó y hundió la cara en ella.

-Nah, me la prestó...-levanté una ceja sonriendo- Ya no me mirí así-rió.

-Hola.-me tocaron el hombre, era la Paz.

-Holi,-saludé y miré a la Juana- ella es la Juana pero dile Juana, todo el mundo le dice Juana.-dije recordando como se presentó con el Nico.

-Me lo ahorraste.-dijo riendo y se saludaron, conversaron un poco y me volví a separar de todo.

Deambule, sin mentir, buscaba al Nico, vi al Yelo en el sillón con la Mini, al Jaime con el mismo weon que le quité el pito, quien me volvió a mirar mal, seguí caminando y me encontré a Lucía, estaba con un hombre alto, rubio, de facciones casi perfectas, parecía extranjero, me acerqué a saludar pasando entre todas las tipas que estaban rodeándolo.

-Holi.-saludé a Lucía.

-Hola,-sonrió- ¿vienes a conocerlo?.-preguntó apuntándolo.

-No exactamente.-dije, él me miró y sonrió.

-Es mi hermano, se llama Benjamín.-dijo empujandome para saludarlo, él se me acercó y beso mi mejilla.

-Un gusto.-dijo coquetamente, yo sólo sonreí y Lucía se me volvió a acercar.

-¿Te gusta lo que ves?.-dijo ella.

-Prefiero a un Dominik Santorski.-sonreí y me alejé un poco, él me quedó mirando mientras me iba.

Y es que ese weon era un Jakub Gierszal actualizado, o sea, no, yo prefería a mi Nico, mio de mi.

Weon todo el mundo está en mi casa. Lo vuelvo a decir, soy la mejor armando carretes, la música sonaba, todos reían y conversaban, muchos estaban en el suelo, otros apoyados en la pared, yo parecía guardia vigilando todo, de un lado a otro, cada detalle, desde el weon con el pito quedé preocupada.

Estaba caminando y sentí una mano en mi hombro, volteé y era el Edgar, estaba pálido e impresionado, lo miré con preocupación, su mano temblaba mientras mantenía su celular frente a mis ojos, pero vi el mensaje que había en él...

Aranchita

Edgar?
Por favor contesta.
Ayudame
VEN TE NECESITO
YA NO PUEDO CORRER MAS, AYUDA...

Hasta aqui la maratón huehuehue(?)

Hasta que te encontré.《Nicolás》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora