Trigésima séptima wea♪

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La Juana se acercó lentamente a la cama y se agachó, levantó un poco la sábana que llegaba hasta el suelo y...

-¡CUIDADO CON EL CUCO!.-gritó la _______ , haciendo que la Juana se asustara y cayera sentada al suelo.

-¡Cabra culia me asustaste!.-le gritó la Juana a la _______ levantándose del suelo y también levantando bruscamente la sabana, no había nada.

-Te engañé~ -canturreó la _______ riéndose.

-Creo que te subestime un poco, ¿ah?,-dijo la Juana en tono burlesco- ya yo no soy tu niñera así que me voy, apaga el celular y pasa las... Ah verdad que no manejai.-dijo riendo.

-Pero yo tengo mis platónicos de metro po, y vo no.-dijo la _______.

-Ya ya oh, chau.-dijo la Juana y salió.

Muchas weas pasaron, ninguna que tenga ganas de contar (?)

A la mañana siguiente.
Narra _______

Desperté en... ¿mi pieza?
Lo último que recuerdo fue llegar a la discoteca no discoteca con la Juana y de ahí nada.
Me levanté y caminé hacia la cocina, mi cabeza dolía y el hambre y la sed eran impresionantes, como lo saludable que soy saque una naranja y la exprimí en un vaso, tosté un pan y le eche mantequilla, desayuno perfecto, 12 de la mañana.

Prendí mi celular y vi la fecha, será un gran día.

Me vestí y salí a recorrer el mundo (?).
Iba por fuera de las tiendas y me encontré con el Edgar.

-Wena po.-dije acercándome y dándole un beso en la mejilla, por un monento sentí a la Aranxa atrás mio, lista con un puño volador hacia mi.

-Holi.-dijo sonriente, con una de esas sonrisas que uno hace cuando no quiere preocupar a nadie.

-¿Y que hace un Eddieflin como tú en un lugar como este?.-intenté sonar "divertida", no quería sacar el tema de la Aranxa, 3 meses...

-Lo mismo que tú.-dijo mirando cada tienda.

-¿Y que comprarás?.-pregunté.

-Bueno,-dijo poniendo su mano en mi hombro- por eso estás conmigo, me ayudarás a elegir.

-Ayudame a organizar la wea mejor.-dije riendo, lo cual se le contagió.

-Ya, pues vamos.-dijo mirando hacia el frente.

Fuimos hasta un supermercado y compramos cosas para picar, bebidas, dulces etc, aparte de globos, cintas y confeti.

El Edgar iba en auto y gracias al cielo lo había estacionado cerca de donde estábamos.

Subimos las cosas y partimos a... A mi casa.

-Mi pobre casita weon.-dije cuando estábamos cerca.

-Fue tu idea,-dijo él riendo- no piensas en emborracharte otra vez supongo, ¿no?.

-Nunca más,-dije- con cuea lo último que recuerdo es cuando llegamos ahí.

-¿Y después de eso nada?.-preguntó.

-Mmmh... No, nada.-dije y bajé del auto porque ya habíamos llegado

Entramos e hicimos espacio, saque las cosas de valor porque no confío en niun culiao, dejamos despejado y empezamos a poner las weas.
Igual se veía linda la casa, soy bacán organizando fiestas.

Cuando estaba más o menos terminado vi la hora, 15:34, fui hacia el cooler y saque dos cervezas, una la abrí y la otra se la pasé al Edgar, tomamos un gran trago y nos sentamos en el suelo.

-Igual quedó bien.-dije, el asintió sonriendo sin despegar sus labios de la lata.

-¿Deberíamos llamarlos?.-preguntó.

-Yo creo, llamalos.-dije, el sacó su celular y me levanté, caminé hacia mi pieza y dejé la lata en un costado, me llevé la mano al pecho.
Me sentía como las weas estando sola con el Edgar, no dejaba de pensar en la Aranxa, ¿estará bien? ¿nos odiará? ¿como será cuando regrese?.
Después de todo, yo desde siempre leí EdgarxYelo, no puedo verlo como la Aranxa.
Edgaranxa is real.
Ocs ocs ocs(?).

Salí de mi pieza y el Edgar guardó su celular.

-Ya vienen.-le dio un trago a la cerveza.

-Bacán.-dije sonriendo e imité el trago.

-Recuerda no embriagarte.-dijo acariciandome la cabeza, yo miré el suelo y me atreví a preguntar.

-Y... ¿El Nico?.-dije, el me miró sorprendido pero volvió a sonreír.

-Le dije que viniera.-dijo victorioso.

-¿Y... Vendrá?.-pregunté.

-Obvio que si, si no, lo vamos a buscar.-respondió con aires de grandeza y tomó un trago, reí un poco y él también, aún con su mano sobre mi cabeza; ya no me sentía culpable, me sentía segura, era como un hermano mayor que me consolaba cuando estaba triste, y creo que él también lo sentía así.

Después de un rato (16:30) estaba la mitad de los invitados (y seguían llegando), pusimos un poco de música, despacio porque aún no comenzaba la fiesta, como a las 17:50 ya faltaban pocos, queríamos comenzar a las 18:00.

De repente llegó el Yelo con una tipa que no conocía, ambos estaban muy sonrientes y se me acercaron a saludar y a presentarse en el caso de ella, se llamaba Mini y no se separaba del Yelo, hablaba puras weas, me cayó bien la cabra.

Todo estaba saliendo según lo planeado, estaba por el fondo de la casa pero aún así veía la puerta, como llegaban todos y de pronto lo vi, ese moreno entró por la puerta sonriendo y mirando para todas partes, no sabía si ir y saludarlo o quedarme piola... Pos me quedo piola, fui hacia el patio de atrás y apagué la música, les hice señas a los demás para que se acercaran y nos fuimos al livin.

Todo iba perfecto, eran las 17:57 y llamé a la Juana, todos estaban en silencio.

-Oe culia, ¿vai a venir o no vai a venir?.-dije y muchos casi que cagaron de risa, incluida yo y la Juana.

-Si weon, estoy llegando, no pasaba ningún colectivo.-dijo riendo.

-Mish, no le veo el chiste.-dije en broma.

-Tú eres un chiste viviente-respondió ella y nos cagamos de risa- ya estoy afuera, ven a abrirme.

-Ya pero primero la puerta.-reimos y corté.

Apagué las luces y abrí la puerta, ella entró y....

Hasta que te encontré.《Nicolás》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora