Narrador Omnisciente
Se pasó una mano por sus rizos castaños, sus dedos bien cuidados rastrillando a través de los mechones mientras caminaba por la acera helada a través de un puñal de diferentes personas.
La mayoría de ellos consistían en hombres de negocios y mujeres con sus teléfonos pegados al oído, dando exigencias a pesar de que estában probablemente en una pausa para el almuerzo.
Hazel soltó un pequeño chillido cuando tropezó con un agujero oculto en la acera, maldiciendo en voz baja recuperó el equilibrio, pero no antes de regañarse a sí misma por la decisión de llevar tacones en este clima de New York.
Era el final de la primera semana de noviembre y la temperatura de la gran manzana estaba descendiendo lentamente, cada mañana había una nueva capa fresca en la ciudad. Sin embargo, New York nunca dejaba de estar despierto y ocupado como siempre. Poniendo sus manos a un lado, Hazel inhaló antes de continuar su camino hacia su destino: Starbucks.
Justin por su parte solo acababa de empujar la puerta de salida mientras sostenía fuerte su café en la mano. Levantó el cuello de su chaqueta para cubrir un poco más su rostro cuando una nube de humo apareció delante de él, resultado de la temperatura. Aunque era un multimillonario, no le gustaba la gente que lo esperaba para hacer todo por él, a menos que se relacionara con su negocio. Fuera de la oficina él hacia todo por sí mismo. Era un hombre muy independiente. Dando un paso hacia adelante hizo su camino de regreso a la oficina mientras examinaba la gente delante de él.
Al igual que Hazel, sus ojos se cruzaron con la multitud de hombres y mujeres de negocios que estaban hablando con empleados o socios al otro lado de la línea. Sus ojos evitaron a otras personas en la calle para posarse en un hombre apoyado en la ventana de un negocio cerrado y una cámara en sus manos. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro y la cámara Polaroid cerca de los ojos, se podía ver que era un genuino. Con un pequeño click, un trozo de papel se deslizó delante de la cámara. El chico tomó suavemente la cámara antes de agitarla en el aire. Buscó un pequeño rotulador en su bolsillo para garabatear la fecha en la parte posterior de la foto con el rotulador negro antes de caminar hasta dos mujeres que reían juntas, ninguna de ellas fue consciente de la imagen que les habían tomado. Tocó suavemente el hombro de una de las damas y les mostró la imagen de ellas riendo, una sonrisa aprecio en una de ellas mientras sostenía la foto en la mano.
—¿Cuánto es?— Le preguntó y el hombre negó con su cabeza para luego irse diciéndoles que tengan un buen día y, regresar a su lugar al lado de la ventana de la tienda cerrada.
Hazel seguía caminando por la acera, sacando su gorrita de ejército verde fuera de su bolso, se lo colocó sobre su cabeza sintiendo como su calor la protegía. Murmuró un pequeño lamento al hombre que se detuvo detrás de ella por su culpa. Se movió hacia un lado para estar completamente fuera del camino y se arrastró hasta el final de la acera donde estaban las tiendas. Arregló los pequeños mechones de pelo que caían a un lado de su gorra. Enganchó sus dedos en las correas de su bolsa antes de continuar caminando. Hazel era originaria de Miami, pero sus sueños la arrastraron a vivir en la gran manzana aunque, no se arrepentía.
Vivir en Nueva York había abierto tantas oportunidades a su carrera, además hizo un alto directivo de una empresa líder, también se había embolsado a sí misma un salario placentero. Su casa era un pequeño apartamento en un ático en el corazón de la ciudad, las ventanas le daban una vista perfecta a cada aspecto de la ciudad y el zumbido de las calles le transmitían el movimiento del exterior. Le encantaba vivir ahí. Lamiendo sus labios en un intento de humedecerlos siguió caminando a su destino.
Justin hizo lo mismo al darse cuenta de que iba a llegar tarde a la reunión de la junta.
Hazel camino hacia delante, mientras sacaba su labial de fresa para hidratar sus labios. Fruncio los labios antes de mirar hacia abajo y colocarlo de nuevo en el bolsillo interior de su bolso. Todavía seguía caminando. Admirando las tiendas, sus ojos captaron un vestido; blanco y largo con un cinturón de color negro. Era un hermoso vestido y Hazel comenzó a discutir con ella misma si comprarlo o no. Estaba tan ocupada debatiéndose que no se dio cuenta del pequeño agujero en la acera que estaba a punto de pisar.
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Rompiendo Fronteras {j.b}
Fanfiction"Se rompen fronteras...en más de un sentido. Pero cuando lo haces consigues consecuencias." Portada por; ShadowMarie931