Rompiendo Fronteras {j.b}

12. Apuesta y chantaje

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(Si queréis un capítulo dedicado, citad esto)

Justin's POV

—Hazel, se ha ido.—Le dije, tratando de decirle que la araña que la estaba volviendo loca había desaparecido.

—No.—Ella se quejó en el sofá, con la cabeza apoyada en sus piernas dobladas.

—Sí.—Argumenté. Ella puso mala cara apoyada sobre el borde, mirando a escondidas, sus ojos escanearon la zona antes de mirarme.

—¿Estás seguro?—Preguntó y se rió de su tono asustado, era una Hazel diferente, la había visto luchadora y lujuriosa.

Dios, puede que esté un poco enamorado de su lado lujurioso...y también de su lado combativo... Ambos me ponían caliente.

—Sí, estoy seguro de que se ha ido.—Le dije con una pequeña sonrisa en los labios mientras caminaba junto a ella dejando el cojín que tenía en mis manos, y Hazel volvió a repetir que debería haber utilizado el cojín para matar la araña.

Lo tiré en el sofá entrando en la cocina para dirigirme al medio de la isla, agarrando una manzana del frutero. Cogí un bocado de ésta, una sonrisa se escapó de mis labios al recordar como Hazel había dejado caer su manzana cuando empecé a tocarla.

...Era una buena mañana.

Tal vez debería comer su coño para el desayuno con más frecuencia. Riendo ante la idea, di otro mordisco a la manzana antes de que el sonido de Hazel gritando resonara en mis oídos.

—¡No la has matado!—Hazel gritó y yo rodeé mis ojos con diversión para tragar mi bocado de fruta. Hazel volvió a pedirme ayuda.—¡Justin!—Gritó y se rió de su tono exigente que la hacía parecer desesperada por él.

Estaba caminando de vuelta a la sala de estar mientras que ella estaba de pie en el sofá, sosteniendo el cojín en su pecho mientras miraba a todas partes en el suelo.

—¡Matala, por favor!—Me dijo. Arrastré mis ojos hacia mi alfombra de color crema y una cosa negra se acercaba a mi. Hazel soltó un grito ahogado cuando me agaché para meterla en mi mano sin aplastarla.—Sácala afuera.—Me puse de pie con una sonrisa en mi rostro...Podía divertirme un poco.

Me incline un poco y luego comencé a caminar hacia ella. Hazel parecía relajada hasta que se dio cuenta lo que iba a hacer.

—No.—Dijo caminando a través del sofá hacia el otro lado, dejó escapar un pequeño grito cuando me uní a ella de un salto en el sofá.—Justin, no.—Gritó tirándome los cojines. Ella saltó del sofá y corrió a encerrarse.

Riendo fui hasta la ventana y la dejé afuera. Me limpié las manos y fui en busca de Hazel.

—La dejé fuera.—Le dije caminando hacia ella.

—¿Lo prometes?—Preguntó desde el otro lado de la puerta del baño donde se había encerrado.

—Sí.—Le dije y oí la cerradura desbloqueandose.

—Si estás mintiendo juro por Dios, que nunca vamos a follar.—Me dijo abriendo la puerta.

—Como si hablaras enserio...—Le dije y ella levantó una ceja mientras todo su cuerpo se tensaba.

—Oh, estoy hablando muy en serio.—Susurró ella y me miró. Busqué en su mirada algo que me dijera que estaba mintiendo, pero no encontré nada.—No me crees, ¿verdad?—Preguntó lentamente, una sonrisa adornó sus labios mientras me miraba.