10. Película

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Justin's POV

—¿En serio?—Le escupí a Barbara mientras ella miraba hacia sus dedos, con los cuales jugaba en su regazo.

No se atrevía a mirarme, estaba rabioso...y no estaba tratando de ocultarlo.

—¿Qué te dio eh?—Le pregunté y ella me miró tímidamente, hicimos contacto visual antes de que ella girará su cabeza otra vez.

—Dinero.—Murmuró y yo miré el registro de la patética respuesta que ella me había dado.

—¿Dinero?—Me burlé. —¿Tu sueldo no te satisface?—Le pregunté retóricamente porque como una de las personas superiores en las finanzas, tenía mucho más 0 en su cheque de los que se merecía.

—Sí, lo hace pero la oferta era...

—¿Oferta?— Me reí de ella. —Bueno, él puede ofrecerte un poco más, ya que no vas a obtener más dinero de mí.—Le dije y ella puso cara de confusión.

—¿Qué?...

—Estás despedida.—Dije simplemente y su cara cayó mientras tartamudeaba palabras como; tu no lo entiendes.—Oh, entiendo completamente.—Le dije mientras me inclinaba en la silla mirándola.—Estaba dispuesta a arriesgar todo el negocio, aunque no lo lograste, lo hiciste de alguna forma.—Le dije y ella me dio una mirada suplicante.—Probablemente eras completamente consciente del daño que ibas a causar, sin embargo, lo hiciste de todos modos.

—Pero señor...—Ella balbuceó, con la voz temblorosa, mientras trataba de parecer completamente inocente.

—No, ¿dónde estaba la lógica Barbara?— Le pregunté. —No voy a darle trabajo a alguien que es una amenaza para la estructura sólida que he construido para éste negocio.—Dije y agachó la cabeza mientras se levantaba de la silla.—Tienes un aviso de 48 horas para recoger tus cosas e irte.—Ella sorbió su nariz, pero no tenía remordimientos.—Devuelve tu identificación en el mismo lapso de tiempo.—Dije sin rodeos.

—Sr. Bieber por fav...

—Puedes irte ahora.—Le dije y ella cumplió cuando se dió cuenta que estaba hablando completamente en serio. No se molestó en mirar hacia atrás antes de abrir la puerta y cerrarla haciendo que pongo los ojos en blanco.

Suspiro antes de mirar la hora. 20:34.

¿Había estado aquí por más de 2 horas?

Saqué mi teléfono del bolsillo de la chaqueta antes de desplazarme hacia abajo y buscar el nombre de Hazel...

Hablando de ella...

Maldita sea, Jesús.

¿Está mal que la quiera en mi cama en tan poco tiempo que la conozco?

Quiero decir...

Maldita sea.

La forma en la que estábamos en mi oficina era sólo...tan estimulante.

Tenía mis dudas de como me sentía atraído hacia ella de esa manera, pero creo que después de lo que pasó, se confirmó mi suposición aunque fue a otro nivel.

Rompiendo Fronteras {j.b}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora