Rompiendo Fronteras {j.b}

15. Drama en la carretera

¿Quién diablos eres tu?

Hazel:

—Así que te marchaste, ¿verdad?—Me preguntó Tatiana y yo asentí haciéndole sonreír.

—Bien.—Murmuró tomando una fresa del plato sobre la mesa antes de mascarla. Estaba hablando con ella sobre lo que pasó ayer con Justin.

Reflexionar sobre esto demostraba lo desproporcionado que fue todo... Yo sabía que estaba irritado por todo el asunto del dinero, pero también sabía que la mayor parte de su ira no era por eso.

Quería saber acerca de mis padres y definitivamente no tenía el estado de ánimo adecuado para decirle nada... Ni siquiera sabía si iba a decírselo. Por momentos quería porque entonces sentiría que entiende mejor por qué actué de la manera que lo hice con respecto a ellos...pero al mismo tiempo, dudaba ya que era algo personal.

—¡Hazel!—Oí a Theo gritar.—¿Puedo...—Dijo pero se detuvo a media oración cuando vio a Tatiana en el sofá, él sonrió antes de dedicarme una mirada sospechosa.

—¿Qué le dijiste?—Dijo y sonreí moviendo la cabeza.

—Nada, lo juro.—Le dije y él entrecerró los ojos antes de caminar hacia el sofá al lado de Tatiana.

—¿De qué estaban hablando?—Preguntó, deslizándose junto a ella. Él la besó en la cabeza y me encogí de hombros, Tatiana estaba demasiado ocupada con el lado amoroso de mi hermano. Rara vez lo había visto en situaciones romántica...—¿Estás bien?—Theo se rió entre dientes y asentí con la cabeza sonriendole.

—Os dejaré solos.—Le dije y Tatiana se sonrojó haciéndome reprimir una sonrisa. Theo me envió una mirada de agradecimiento por detrás de ella.

Cogí otra fresa en el camino, y mi teléfono mientras salía de la habitación. Necesitaba un respiro, cogí mi abrigo y me encogí de hombros antes de sentarme en la cama. Me puse
mis botas y mi gorro.

Bajé las escaleras. Quise decirle a mi hermano que iba a salir, pero justo cuando eché un vistazo y fui a hablar, vi a Tatiana y él besándose. No como un beso que acaba de convertirse en uno, como uno que iba a convertirse en algo más. No pude ver donde estaban las manos de Theo, tan pronto como el silencioso gemido salió de los labios de Tatiana, me fui sin pensarlo dos veces.

Cerré la puerta detrás de mí y hice una mueca cuando el frío aire de Canadá me dio una bofetada en la cara como ayer... hablando de eso, me pregunto qué estará haciendo Justin. Yo no estaba enojada con él. Estaba más molesta que cualquier otra cosa.

Mi decisión sobre la dirección en la que iba a ir se borró cuando vi el coche de Justin en la acera. Tragué saliva mirándolo...No iba a ser yo quien diera el primer paso. Rompiendo el contacto visual, me volví y caminé en la dirección opuesta y mientras caminaba escuché el sonido de una puerta de coche abriéndose y cerrándose.

—Hazel.—Justin me llamó y yo me metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta, deteniéndome en mi camino antes de girarme hacia él.—¿Puedo hablar contigo?—Me preguntó mientras se acercaba, cerrando el espacio entre nosotros mientras caminaba.

—Depende...¿de verdad vamos a hablar o vamos a explotar de nuevo?—Le pregunté y él dejó salir un suspiro mirándome.

—Hablar.— Dijo en voz baja y yo contemplé si estaba hablando en serio o no.

—Bien.—Le dije y él me dedicó una sonrisa débil antes de desbloquear se coche.

Caminamos uno al lado del otro, con los pies crujiendo contra la nieve mientras el aire que nos rodeaba empezaba a ahogarnos...bueno a mí por lo menos.