"Lo siento. Te amo.
Harold Edward Styles Cox."
Sentí como mi corazón volvió a latir cuando vi que adjuntó en la nota un recorte de la revista en la que salíamos él y yo. Nuestra foto...
-____...-susurró Jenny.
Sin tomarla mucho en cuenta, abrí con desesperación la puerta. Y ahí estaba, sentado en la cama baja de la litera, con un talón apoyado en su rodilla. Su rostro era relajado, y al verme, curveó los labios.
-Ah, ____. Has llegado. ¿Te había dicho que el avión es mucho más rápido que cualquier transporte?...Excepto el cohete, creo que ese sería más rápido...-sonrió.
-¿Q...Qué haces aquí?-titubee.
-¿Qué hago aquí? Umm...-pasó su largo dedo índice por debajo de su mentón, mientras que con su pulgar se acariciaba la barbilla, pensativo-Después de lo que dijiste en el juicio, me dejaron libre. También la cuota que pagó mi madre ayudó mucho-rió muy bajo-Me han dejado pasar. Pero el punto es este...-se levantó de donde estaba, y se acercó a mí, mirándome a los ojos, con seguridad.
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-He aprendido que si una persona te demuestra, no solo con palabras, sino también con actos, que te quiere, con tus cualidades y defectos...esa es la persona indicada, ____-se postró frente a mí, y me tomó de las manos-Sé que no soy el mejor hombre del mundo. Podría ser el peor. Pero, en este mundo, la persona que más te necesita soy yo. Te amo, ____ Burge-apretó mis manos-Y eso nada lo cambiará. Tal vez no logres perdonarme, pero por favor, correspóndeme...Te prometo que nunca te volveré a decepcionar-entrelazó nuestros dedos-____ Burge, ¡Sé mi novia, por favor!-hizo una reverencia ante mí, sin soltarme de las manos.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, y a la vez una sonrisa que no se suponía que saldría.
Alzó la mirada ante el silencio.
-¿Quieres llorar?-me preguntó.
-No...¿Por qué siempre tienes que preguntarme esto?-dije con la voz quebradiza.
-Porque-me soltó de las manos, y me abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en mi cuello-Quiero que llores, ____...Si siempre te haces la fuerte, no me darás la oportunidad de abrazarte, consolarte, y protegerte ante todo...-susurró a mi oído.
Apreté mi mandíbula, y a la vez, restregué mi rostro en su pecho y dejé que las lágrimas corrieran por sí solas, mientras comenzaba a sollozar con fuerza. Se sentía bien. Los sollozos que daba eran de pura alegría, al sentir como me apretaba contra su cuerpo.
-Sí quiero...Harold Edwar Styles Cox...Desde siempre...He querido ser tu novia-susurré mientras mi voz se entrecortaba.
Escuché como aspiró aire, y luego, me acarició la espalda.
Me apartó de él unos centímetros, y tomó mi rostro en sus manos.
-Te amo, pequeña...Te amo, ____- susurró a mi oído.
Era tanta la alegría, que no pude soportarlo. Alcé un poco mi mentón, y mis labios se juntaron con los de él, de una manera apasionada y dulce.
Ese fue oficialmente nuestro primer beso...nuestro primer verdadero beso...como dueños del uno del otro...estaba confirmado...
Sentí como mis lágrimas se unían al beso...lágrimas de felicidad...de alegría...del regocijo que se siente al saber que, después de tanto, de tanto tiempo, por fin podíamos estar juntos...de verdad...
-Te amo, Harry-susurré.
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Han pasado varios meses desde que esto pasó. Los dos regresamos al Instituto. Exactamente ahora, no estamos en él. Estamos de vacaciones, hoy es el primer día de vacaciones. La pasamos en París, junto a Jenny y a Niall. Se preguntarán, ¿qué pasó con él? Bueno, no fue muy fácil, pero cuando le dije que era novia de Harry, se lo tomó mejor de lo que esperaba, o al menos eso aparentó; Después de un tiempo, nos presentó a su novia, y era la mismísima Kendall. La verdad espero que sea muy feliz con ella.
