Parte 3

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A la mañana siguiente, desperté debido a que la luz de la mañana penetraba por la persiana que nos habíamos dejado a medio bajar, aunque el sol entraba iluminando la habitación la temperatura me pareció muy agradable y me giré y allí estaba ella a mi lado, tumbada boca abajo y con la cabeza girada hacia mí.

Con mucho cuidado e intentando que no despertase, le aparté el pelo que le tapaba la cara y allí me quedé mirándola como dormía plácidamente, tenía cara de niña, aunque solo eso la cara, porque su cuerpo totalmente estirado sobre la cama, era de diosa, un culo perfecto y unas piernas largas y estilizadas.

Me levanté y en el salón de la casa encontré mi teléfono y también me di cuenta de que la noche anterior el aire acondicionado se quedó conectado, de ahí la agradable temperatura en la habitación, a pesar del calor infernal que debería hacer en la calle.

Volví a la habitación y bajé la persiana lo suficiente como para poder ver dentro de la habitación, pero que la luz no molestase.

Allí estaba seguía dormida...

Me subí sobre ella colocando una pierna a cada lado de su cuerpo para evitar descansar mi peso sobre ella y apoyándome sobre mis rodillas, comencé a besar todo su cuerpo muy suavemente, recorriéndolo desde la nuca hasta su culo, una y otra vez mientras su piel se erizaba por el leve contacto de mis labios sobre su piel y conseguí despertarla.

Girando la cabeza hacia mí mientras abría los ojos me sonrió.

¡Ummm ¡qué bueno - me dijo sonriendo - que agradable despertar.

Me coloqué a su lado y le hice darse la vuelta quedando su cuerpo boca arriba.

Sus tetas eran como dos montañas que desafiaban por completo a la gravedad y sus pezones ya duros y tiesos apuntaban hacia el techo como dos misiles a punto de ser disparados, su coño totalmente rasurado excepto una delgada línea sobre su pubis.

Daba la impresión de estar admirando un desnudo pintado por Sorolla pero con relieve, la tenue luz que se colaba por las rendijas de la persiana rebotaban sobre su cuerpo haciendo de ello una visión más espectacular.

Me acerque a sus labios dejándole un suave beso e indicándole que no se moviese, que me dejase hacer y que disfrutase de otra forma de sexo.

Ella asintió con la cabeza y me dediqué a recorrer con mi húmeda lengua las aureolas de sus tetas, rozando levemente sus pezones.

Pasaba de un pecho al otro apenas rozando esos pezones que se apreciaban muy duros por la excitación, mientras su respiración comenzaba a ser agitada.

Estaba yo concentrado en sus pechos cuando noté su mano acariciando mi cabeza, la levanté y le dije que se estuviera quieta que no hiciese nada, cierra los ojos y disfruta - le dije -

Ella me hizo caso y yo volví con mi lengua a sus pechos, aunque esta vez atrapando los pezones con mis labios dándoles suaves mordiscos.

Escuchaba sus gemidos cuando decidí continuar el recorrido únicamente con mi boca por el resto de su cuerpo.

Pasando mi boca por su estomago que tenia movimientos incontrolados debido al roce de mis labios y lengua por su piel, llegué a su coño, cambiando de posición, me coloqué entre sus piernas, que ella mismo ya había abierto por la excitación y recorrí el interior de sus muslos con la lengua hasta llegar a su ya muy húmedo coño.

Lo rodeaba con mi lengua mientras ella realizaba movimientos con la pelvis con el fin de que mi boca rozase ese punto que ya desprendía calor de su interior.

Al pasar mi lengua humedecida a lo largo la raja de su coño, ella no lo pudo evitar y después de un fuerte suspiro, se incorporó apoyándose sobre un brazo en la cama con el fin de cogerme la cabeza para apretármela contra sí.

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