Parte 4

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Las vueltas que da la vida - fue mi último pensamiento antes de quedarme dormido -

El sonido insistente del timbre me despierta sobresaltado, me levanto un poco aturdido por el sueño, descuelgo el telefonillo de la puerta del patio y escucho una voz desconocida informándome que traen la compra del supermercado, pulso el botón de apertura y escucho como el repartidor entraba en el patio y me dispongo a esperarlo en la puerta de la casa mientras escucho como ya entra en el ascensor.

En ese mismo instante escucho el sonido de mi móvil que está en el salón y dejando la puerta un poco abierta para que entre el repartidor, me voy corriendo hacia el teléfono antes de que cese la llamada.

Sin mirar en la pantalla quien llama contesto pendiente de la llegada del repartidor, mientras una voz al teléfono me dice ¿cariño? ¿Estás ahí?

Dime - respondo dirigiéndome a la puerta de entrada -

Que olvidé avisarte que tenían que ir a entregar la compra del súper esta mañana - escucho decir a mi mujer al teléfono -

En este momento estoy en la puerta esperándolo - le informo - ya debe estar llegando porque se escucha el ascensor.

Bueno - me dice - pues guarda la compra y ten cuidado con los congelados.

Ok - le digo - ahora en cuanto se vaya el chico te llamo le digo a mi mujer y cuelgo sin esperar respuesta.

Buenos días - me dice el chico del súper cargado con tres cajas en una carretilla -

Buenos días - le respondo - hazme el favor ya que llevas la carretilla de entrarlo hasta la cocina por favor.

El chico amablemente se dirige a la cocina y descarga las cajas mientras yo busco en un bote que tenemos monedas y le doy un par de euros de propina para que se tome una cervecita a ver si así se le hace más ameno el trabajo y más corta la jornada laboral.

El chico me lo agradece y dándome las gracias desparece por la puerta de la calle.

Vuelvo a por el teléfono y marcando el numero llamo a mi mujer para informarle de que ya está la compra en la cocina y que mientras hablo con ella estoy guardando las cosas en el congelador.

Dime -la escucho al teléfono -

Ya estoy guardando la compra que han traído - le digo -

Muy bien -responde - de paso decirte que he hablado con mi hermana y como los niños han insistido, se van a quedar toda la semana en el chalet con sus primos y yo me bajaré el lunes con mi hermana directamente a trabajar - continua explicándome - así tenemos toda la semana para nosotros solos y podemos salir a cenar o hacer lo que nos apetezca.

Me parece muy bien - respondo - una semana sin niños, que lujo - le digo riéndome -

Pues ves guardando fuerzas - me dice - que tenemos que recuperar mucho tiempo perdido - me dice riendo también -

De acuerdo - respondo - me quedaré todo el fin de semana de reposo - le digo entre risas -

Tengo que colgar - me dice mi mujer - que nos vamos ya a la playa, pórtate bien.

Un beso - le digo - disfruta.

Después de colgar el teléfono continuo ordenando toda la compra de la semana y mientras voy pensando en la noche anterior y que me tengo que dar una ducha y devolver la ropa que llevo puesta que no es mía.

En ese instante suena el timbre de la puerta y me dirijo a abrirla pensando quien narices será ahora y si me van a dejar tranquilo este fin de semana.

borradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora