Capítulo 5

51 6 0
                                    

Me desperté al oír unos fuertes ruidos que hicieron retumbar toda la casa. Al principio pensé que serían imaginaciones mías, pero después de un rato escuchándolos, se oyó un ruido mucho más fuerte y cercano, como si algo muy grande y pesado se hubiera caído y roto. Empecé a tener miedo, así que decidí salir de la habitación. Le di al interruptor para encender la luz del salón pero no funcionó y, para colmo, detrás de mi se apagó la luz de mi cuarto, con lo que me quedé a oscuras, envuelta en unos ruidos que cada vez se intensificaban más.

-¡Nick!- le llamé- ¿Estás ahí?

Nadie respondió. Me empecé a poner histérica y el miedo me recorría todo el cuerpo haciendo que no me pudiese mover ni un centímetro. De repente, noté que algo me cogía del hombro y tiraba de mí hacia atrás. Pegué un chillido e intenté echar a correr, pero la mano en mi hombro me retuvo.

-¡Ann, tranquila!- dijo una voz familiar detrás de mi.

Me di la vuelta rápidamente y abracé a Nick con todas mis fuerzas y él me devolvió el abrazo.

-Ya, Ann, no pasa nada. Pero tengo que ir a la caja de fusible para poder dar la luz- dijo Nick en tono tranquilizador.

-Voy contigo- le contesté.

-No, yo me he criado en esta casa y me sé mover por ella a oscuras. Tú, en cambio, has llegado hace poco y dudo mucho que te conozcas la casa tan bien como yo- me replicó y añadió abrazándome aún-. Tu quédate aquí, ahora vuelvo.

Yo asentí, pero entonces recordé que él no me veía, así que dije:

-Vale, pero no tardes.

Entonces Nick me soltó y le oí bajar por las escaleras unos segundos después. Entonces recordé que en las películas de terror cuando alguien dice en la oscuridad "ahora vuelvo", acaba muerto. Me empezó a entrar el pánico de nuevo, pero en ese momento volvió la luz y una sensación de alivio surgió en mi interior. Poco después apareció Nick por las escaleras. Anque nunca lo vaya a admitir en público, me alegre un montón de verle.

-Bien, ya está dada la luz- dijo él-. Ahora bien, mientras iba hacia la caja de los fusibles he visto por la ventana un arbol caído. Será mejor que avisemos para que vengan a recogerlo.

Y eso hizo. Hizo una llamada y en media hora teníamos a un técnico (o como se llame la gente que recoge árboles) en casa inspeccionando el árbol, lo que supuse que había sido la causa del ruido que había oído cuando estaba en mi habitación. El técnico se fue y al rato volvió con una grúa y recogió el árbol caído.

Cuando se fue, Nick se fue a atander una llamada mientras yo me iba a cambiar de ropa (ya que en todo este rato había estado con mi pijama). Al cabo de un rato, decidí bajar a la cocina a por algo de beber, porque a pesar de ser las cuatro y media de la mañana no me podía dormir. Estando allí apareció Nick, que por lo visto también seguía con el pijama, o más bien con los pantalones (ya que dormía sin camiseta). Que bueno estaba... ¡Mierda!, ya estaba delirando.

-¿Me estás haciendo caso, Ann?- me preguntó el chico.

-Sí, pero si me repites lo que me has dicho, mejor- dije, haciéndole saber que no me había enterado de nada.

-He dicho que hoy vienen mis primos a pasar una semana con nosotros- dijo.

-Ahh, vale- le respondí.

Sensual Summer (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora