Sensual Summer (Español)

Capítulo 20

-¡Levántate!

-¿Me puedes repetir otra vez el por qué?

-¡Por que es el día perfecto para despertarles a Nick y a Peter de una forma incómoda y así fastidiarles un poco!

Ya llevaba quince minutos intentando despertar a Izzy. Era prácticamente una misión imposible, pero iba a merecer la pena. Estaba dispuesta a empezar bien el día, y qué mejor manera de empezarlo que hacer que otros lo empezaran mal.

-Vamos Izzy. Si no te levantas ya, se van a acabar despertando antes de que vayamos...

-¡Qué sí, qué sí, ya voy!- dijo gruñendo. Era obvio que no le gustaba la idea de tener que levantarse más pronto de lo que pensaba.

Nos dirigimos a la habitación de Peter, dónde dormían ambos. Entramos lo más sigilisamente que pudimos. Menos mal que Izzy ya estaba lo suficientemente despierta como para poder estar atenta a dónde ponía los pies, porque la habitación estaba hecha un desastre. El suelo estaba lleno de ropa y de un montón de cosas que podían meter muchísimo ruido si las pisábamos sin querer.

Peter dormía en su cama y Nick en un colchón que habían puesto en el suelo. Sorteamos todas las cosas del suelo hasta llegar hasta ellos.

-Vale- dijo Izzy susurrando-. Tú por ese lado y yo por este. A la de tres les saltamos encima.

Yo asentí con la cabeza. Entonces me di cuenta de que me había mandado saltar encima de Nick. Miré a mi amiga frunciendo el ceño.

-De nada- gesticuló con la boca mientras me guiñaba un ojo.

Yo me hice un poco la indignada, pero se lo agradecí mentalmente. Sólo esperaba que Nick no se enfadase demasiado. En ese momento, Izzy empezó a hacer la cuenta atrás:

-Tres, dos, uno...

Saltamos las dos a la vez encima de los chicos.

-¡Joder!- gritaron los dos a la vez.

Nick se giró mientras se incorporaba, y casi me da un puñetazo en toda la nariz. Me dejó atrapada debajo de su brazo, mientras me miraba desde arriba con cara de dormido. Por detrás se oían las risas de Izzy y los gruñidos de Peter.

-Buenos días pequeña-me saludó sonriendo.

-Ehh, que se supone que no tenías que sonreír.

-¿Y eso?

-Porque no te he despertado de una forma muy...

-¿Convencional?

-Yo iba a decir cómoda, pero también me vale.

-Me da igual cómo me despiertes, el caso es que eres tú quién lo ha hecho.

Me puse seria. Eso me recordó a que teníamos que hablar. No podíamos estar sin hablarnos y, al minuto siguiente, sonriéndonos y abrazándanos como si nada pasase.

-Nick.

Le miré a la cara y su sonrisa desapareció cuando vio cómo le miraba.

-¿Qué?

-Tenemos que hablar.

-Ya... Pero dejémoslo para después de desayunar, ¿vale?

-Está bien.

-Ahora déjame abrazarte y disfrutar del momento.

No le contesté, simplemente dejé que apoyara su cabeza al lado de la mía y disfruté yo también del momento. Noté cómo su respiración se iba calmando mientras se volvía a quedar dormido. Poco a poco, yo tampoco me pude resistir, y caí en brazos de Morfeo.

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-¡Arriba tortolitos!

Nick se giró un poco más hacia mí y me abrazó más fuerte. Yo por mi parte solté un gruñido.

-Bueno, vosotros os lo habéis buscado.

Noté cómo algo frío me caía por encima. Abrí lo ojos y miré con cara de horror a todos los lados asustada. Después dirigí mi mirada al pijama que llevaba puesto.

-¡¿En serio, Izzy?!¡Para una vez que duermo con un pijama vas y me lo mojas de...!¡Espera!¡¿Se puede saber qué coño es esto?!

-Batido de fresa.

-¡Te mato!

Yo odiaba el batido de fresa. Y más si lo "llevaba" puesto. Nick se incorporó confundido mientras mi amiga salía de la habitación dando saltitos de alegría y riéndose.

-¿Qué pasa?

-Ven, levántate antes de que manchemos todo el colchón.

Me puse de pie y le ayudé a hacer lo mismo, ya que aún se le veía muy dormido.

-Joe, creo q m ha manchado hasta el top.

-Bueno, pues te lo quitas y listo.

Le miré frunciendo el ceño.

-Nick...

-No, si yo te lo decía en serio. Te cambias y lo hechas a lavar. Que yo sepa las manchas de fresa no son difíciles de quitar... Aunque también es verdad que no tengo ni idea...

Me reí. Me encantaba que el Nick malpensado no hubiera aparecido de momento.

-Será mejor que más duche. Me ha caído batido en el pelo y se m va a quedar súper pegajoso como no me lo lave.

-Yo voy a hacer lo mismo.

Se empezó a quitar la camiseta y yo me marché de la habitación mirándole de reojo. No lo podía evitar, me era imposible vivir sin quitarle el ojo de encima.

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-Te odio.

-Me amas.

-Te odio mucho.

-Me amas demasiado.

-¿Por qué no me has despertado?

-Porque Pete y yo os vimos a los dos tumbados, abrazaditos y pareciáis tan monos, que decidimos no despertaros hasta tener el desyuno preparado. Pero obviamente el desayuno no iba a ser gratis, así que os lo cobramos a nuestra manera.

Puso cara de estar orgullosa de su gran "hazaña".

-Ya, pues lo podriáis haber hecho como favor.

-Qué más da. El caso es que parece que la situación entre tú y Nick va mejorando. Aunque sea poco a poco.

-Ya, pero aún tenemos pendiente una larga charla. Y no tengo claro que vaya a ir del todo bien.

-Ten fe. Aunque es imposible que no tengáis vuestras discusiones, seguro que os entenderéis casi perfectamente.

-Eso espero Izzy, porque si no no sé si podré soportar tenerle tan cerca.

Terminé de hacerme el café y me senté en la mesa del comedor. Mi amiga me acompañó. Yo esperaba que me hablara de su llamada de anoche, pero ese momento no llegó, más que nada porque Nick y Peter aparecieron en ese momento por la puerta.

-Ahora que me doi cuenta, aquí la única que no ha tenido un mal despertar has sido tú, hermanita.

-Y yo me he llevado un dos por uno- añadió Nick haciéndose el indignado.

-¡Cómo que no! Ann me despertó de una forma muy grosera.

-Mira que eres mentirosa. Te desperté tranquilamente.

Los dos chicos se sentaron con nosotras a la mesa después de coger sus desayunos.

Todo parecía ir genial. Demasiado bien para como me iba todo los últimos días.

Quién sabía, quizás por fin empezara a tener unas buenas vacaciones.