Capítulo 10

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-¿Quieres que te ayude a pasar?

Me sobresalté tanto que casi me caigo al riachuelo. Parte de culpa fue mía por estar tan cerca del agua. Me di la vuelta y me encontré con la persona a la que menos esperaba ver allí.

-¿Nick?

-¿Qué tal pequeña?- me contestó sonriente.

-¿Qué cojones haces tú aquí?- le pregunto.

-Hacerte compañía- me contestó.

-Pues ya te estás yendo, porque no quiero compañía.

-Vale.

Entonces se dio la vuelta dispuesto a marcharse. La verdad era que no esperaba que aceptara irse, y tampoco me apetecía quedarme sola porque me estaba empezando a aburrir.

-¡Espera!- grité.

Él se giro con una sonrisa en la cara, como no.

-Aclárate. Entonces, ¿me quedo o no?

-Si, pero más que nada porque si quiero seguir mi paseo tendré que pasar por el río y no me quiero mojar- le dejé claro yo, aunque no estaba muy segura de que se lo hubiera creído-. Por cierto, ¿no se suponía que estabas montando a caballo con tus primos?

-Sí, se supone- respondió mientras avanzaba hacia mí.

Me tomó de la cintura, empezó a inclinarse hacia mí y, cuando pensé que me iba a besar, me hizo girar, dejándome así de espaldas a él. Me volvió a coger de nuevo por la cintura.

-¿Quieres que te enseñe mi sitio secreto para estar tranquilo?- comenzó a susurrarme en el oído, lo que provocó que me dieran escalofríos.

Supe que él lo había notado, ya que noté cómo se le dibujaba una sonrisa, más bien pícara, en la cara.

-Vale- contesté yo también susurrando, aunque no sabía por qué.

Nick me soltó (lo que decepcionó un poco) y se quitó los zapatos y los calcetines y se arremangó los pantalones.Se colocó a mi lado mientras se agachaba y me colocó un brazo por detrás de las piernas y el otro detrás de la cabeza, para después ponerse de pié conmigo en brazos.

Cuando me miró yo no dije nada, así que empezó a meterse en el río, que tampoco tenía tanta profundidad. Pero yo no pensaba exactamente en la profundidad del río, sino más bien en Nick. Sus musculados brazos estaban tensos por sujetarme a mí, mientras su miraba azul estaba concentrada en no caerse.

Para cuando me di cuenta, ya habíamos cruzado el río y Nick me observaba mientras yo estaba embobada con él.

-Cuando termines de devorarme con la mirada, si quieres te bajo y proseguimos el camino- dijo él sarcástico.

-Yo... No te estaba mirando.

-No, que va, para nada- replicó con ironía en su tono de voz.

Entoces, y para decepción mía, me bajó de sus brazos. Comenzó a caminar por un sendero desdibujado en el bosquecillo.

-¿Vienes?- dijo dándose la vuelta y tendiéndome la mano.

De repente, me pareció que su actitud se había vuelto más borde de lo normal, y la verdad es que no entendía el porqué.

A pesar de eso asentí y fui hacia él; pero, al pasar a su lado, seguí sin cogerle la mano.

Le oí carcajearse detrás de mí. Maldito egocéntrico, todavía pensaba que era capaz de conquistarme con dos besos. Ja ja ja. Ni de coña.

Mientras caminábamos uno al lado del otro hacia el "sitio secreto" de Nick, tuve mucho tiempo para pensar y me di cuenta de que, aunque odiaba la simple idea de llevarme bien con él, la realidad era que me estaba enamorando de ese idiota egocéntrico llamado Nick.

Sensual Summer (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora