Narra Hermione
Están todos allí, con esa cara de inocentes y estúpidos. Una chica incluso se ha puesto a llorar. ¡Qué inútil! Simplemente con la sangre de uno de ellos, la del semidiós, podré volver a ser como era. Justo antes de la transformación debo dejar a esta bruja con las manos llenas de sangre, para que sus amigos desconfíen de ella, y la dejen sola en esta isla. Esto es perfecto.
Todas esas palabras resuenan en mi mente, sin dejarme hablar ni hacer nada para salvar a mi hermano. ¡Qué idiota he sido! Ahora morirá por mi culpa, y a mis manos. Un dolor agudo recorre mi cabeza, como si estuviesen rebuscando algo. Y lo peor de todo es que lo encuentran. La maldición Cruciatus.
- ¡¡ CRUCIO !! - digo. Percy,que estaba abrazado a Annabeth, cae al suelo, y se retuerce de dolor. Veo sus ojos verdes suplicando que pare, y yo quiero llorar, quiero parar de hacerlo, pero mi mano sigue apuntando. Veo a mis amigos sufriendo también, y Cuatro se acerca a mi.
- Hermione, ¿qué haces? Tú quieres a tu hermano. Nos quieres a todos. Esta no eres tú misma, y sé perfectamente que esto no lo haces por tu propia voluntad. Algo te está controlando, pero tú eres fuerte, mucho más de lo que crees. Puedes volver a ser Hermione Granger, la chica de la que me enamoré. La que me salvó de las garras de Jeanine, y también de morir. La chica que me sonríe cada mañana, por muy mal que se sienta. Te quiero, Herms. Tú lo sabes.
Sé que puedo. Voy a salir de ésta, y no voy a permitir que se vuelva a hacer daño a nadie más. Bueno, en realidad siempre meto la pata, pero lo hago por mis amigos. Por mi hermano, por Cuatro. Por Gale. Por ellos.Las sábanas, arrugadas y húmedas, están a un lado de la cama. La blanca luz de la luna asoma por una ventana redonda. Me siento terriblemente mal. Tengo la cabeza embotada, como si me faltase algo. No hay nadie en la sala, y a juzgar por cómo me muevo, estoy en El Viajero Del Alba. Me levanto poco a poco, y al final me pongo en pie. El suelo es de madera, rugosa y fría. Abro la puerta y me encuentro con un pasillo vacío, pero hay una puerta de la que sale luz y hay gente hablando. Me acerco lentamente, y llamo a la puerta. Es una tontería, ya que está abierta. Me abre Gale, que tiene pinta de haber estado llorando. Me invita a entrar,y lo que veo me deja sin aliento. Percy está en una cama, inconsciente. Mis amigos le miran con cara de preocupación, como si no fuese a despertar jamás. Lucy, perdón, Clary, tiene un brazo vendado. Annabeth me mira directamente a los ojos con una mezcla entre ira y compasión. No sé qué es precisamente lo que esperan que haga, pero me pongo a llorar. A llorar por que sé que he sido yo la causante de todo esto. Porque puedo haber matado a mi hermano, y también puedo haber matado la confianza que tenían mis amigos en mí. Todas esas tristes ideas se agolpan dentro de mi cabeza, haciendo que tenga aún más ganas de llorar. Todos los que están presentes podrían matarme con la mirada. Sin embargo, Gale, que estaba detrás de mí, me coge del brazo y me abraza. No sé por qué lo ha hecho, no he hecho nada que sea digno de abrazos. Me acerco lentamente a mi hermano, y le acaricio la cara, que está fría como el hielo. Le abrazo, quizá demasiado fuerte, pero eso ahora mismo da igual.
- Chicos, de verdad que lo...
- Hermione, estamos orgullosos.- dice Jace- No todos los días se sobrevive a una maldición imperdonable
- ¿Qué? - estoy tan extrañada que subo un poco la voz.
- Estabas bajo la maldición imperius. No creo que quisieras matar a tu hermano.- dice Annabeth, que parece más relajada.
- Solo gracias a Cuatro y sus palabras, conseguiste salir de tu trance- me dice Clary, con voz tranquilizadora. Veo cómo Cuatro se ruboriza, y me acerco a él. Le paso la mano por su pelo rapado y le doy las gracias en voz baja, para que solo me oiga él.
- Bueno, ¿y qué podemos hacer para salvar a Percy?- pregunta Gale.
- Creo que yo debería intentar hechizarle de tal manera que la maldición toque a su fin. Dado que fui yo quien la maldije, yo seré quién le salve. A menos que...
- A menos que ¿qué?
- A menos que deba ser quien me puso la maldición. La imperius.
- Inténtalo. Además, si no sale bien, tú eres la única que sabe quién te maldijo. Porque aún eras consciente de lo que hacías. Aún eras tú misma. - dice Clary.
- Vale.
Me concentro, y con un leve giro de varita...
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La isla perdida
Fanfiction#2 de Entre la ficción y la realidad. Para leer esta historia se necesita leer la anterior. Un día normal, Hermione recibe su carta para ir a Hogwarts. Desde el andén nueve y tres cuartos llega de nuevo al mundo de los libros, donde se encuentran Ja...