Diamante entre carbon

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Estar de vuelta en mi distrito me hace estar inquieta. El banquete me parece muy largo, ya no soporto más no hacer nada, lo que acabo de ver sobre los disturbios me preocupa quiero actuar cuanto antes.

Peeta esta impecable si las cosas dependieran por completo de él, o él hubiese sacado las bayas nada de esto estaría pasando, nadie duda de su amor .

Me gustaría decir que yo lo dudo pero me mentiría.

Después de lo que dije ayer Peeta dejo de dudar en dormir conmigo, no pasó nada pero no lo necesitábamos, ambos sabemos  que nuestra amistad es distinta a muchas y la aceptamos o tal vez eso me digo para no cargar con la certeza de que me aprovecho y puedo herirlo.

Puede ser que dormir juntos como hombre y mujer no vuelva a ocurrir y solo haya sido la necesidad del momento.

Mostrarme enamorada, aquí en medio de tanta gente que nos conoce y sabe que esto es mentira, me molesta, quiero que esto termine para poder dar mi siguiente paso.

La familia de Peeta esta presente y es injusto de mi parte sacar juicios, pero su madre parece demostrar a cada momento lo oportunista que es y lo mucho que menosprecia a su hijo.
Eso me molesta mucho, no se merece un hijo como él.

Recuerdo cuando lo vi realmente por primera vez al día siguiente que me dio el pan. El enorme morete que presentaba su rostro donde lo golpeo su madre después de regañarlo por haber quemado el pan.

Más imágenes que no sabía que tenía de él llegan a mi mente: siempre rodeado de amigos, siempre riendo, hablando, la mayor parte del tiempo con moretes en la cara, los brazos, unos mas oscuros que otros.

En mi casa teníamos poco de comer pero siempre hubo mucho amor y cuidado para nosotras de parte de mis padres. Observo a Peeta, se parece muchísimo a su padre y no solo físicamente ya que tienen los mismos ojos azules, su parecido radica en la manera de expresarse, su padre no parece dominar tan bien la palabra; pero su manera de hablar tan segura me deja claro a quién se parece.

Así como también me deja claro que los moretes no eran actos de él, se nota cuando lo mira y le habla, su padre lo quiere, lo admira, esta orgulloso de su hijo.

Los hermanos de Peeta no destacan mucho, el mayor es parecido a su padre y el mediano a su madre. Son callados y parecen no tener muy buenas relaciones entre ellos ya que no se dirigen mucho la palabra ni la mirada.

Trato de recordar algo de ellos en la escuela, ver si ellos también presentaban las marcas del menosprecio de su madre pero nada llega a mí. Parece que solo ponía atención al chico que me dio el pan.

En medio de esa infancia que pudo socavar lo bueno en cualquier persona, descubro el valor que tiene Peeta de brillar como lo hace, a pesar de esa madre, de ese padre que no entiendo cómo permitía el abuso de la madre hacía su hijo; de unos hermanos que parecen cuidar de sí mismos antes que otra cosa.

Quiero felicitarte Katniss— me dice la madre de Peeta cuando es su turno de ser grabada para aparecer en cámara sobre el banquete del 12 para el Capitolio —Siempre has sido un ejemplo para todos, viniendo de la veta, tan fuerte tan valiente.

Su voz me hace sentir repelencia, se nota que a estado ensayando
esas pocas palabras.

—Tenías a todos los chicos impresionados, pudiste escoger a cualquiera y mira que venirte a enamorar de Peeta— cuando pronuncia el nombre de Peeta lo hace con menosprecio y por su forma de hacerlo sé que siempre lo ha pronunciado así: como si Peeta no valiera.

Así que de manera educada pero cortante la interrumpo:
—En todo el distrito no hay un solo muchacho que pueda compararsele a Peeta, que fortuna que él haya puesto sus ojos en mi— Tomo la mano de Peeta que parece avergonzado por su madre y continúo —Y se que usted esta más que  feliz ya que su hijo se quedara con el amor de su infancia y no tendrá que conformarse con menos— la veo a los ojos y sé que sabe que me refiero a su esposo que estaba enamorado de mi madre, pero como mi madre se había enamorado de mi padre ...
Bueno no hace falta decir más para ver la furia y odio que me gritan sus ojos.

Al menos sé que no volverá a molestar a Peeta queriendo ridiculizarlo o menospreciarlo en mi presencia y estoy segura que no buscará hablar jamás conmigo.

Si no fuera por el bebé......Historia alternativa a En Llamas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora