Entrenamiento y consecuencias

14.2K 1K 149
                                    

Despierto y voy corriendo al baño, las nauseas me despertaron, ni siquiera recuerdo cuando es que me dormí o que hora es.

Mi madre nos dio una mezcla muy extraña que según ella tiene todo lo necesario para nuestro cuerpo; pero mi cuerpo no lo cree y las arcadas que me ocasiona son intensas.

Peeta a decidido que podremos intercalar nuestro entrenamiento físico con otras actividades; como ver vídeos de otros juegos del hambre para conocer a nuestros rivales y aprender de Gale a poner trampas.

Me alegra que el entrenamiento baje un poco de intensidad, mi cuerpo, que siempre mostró buena condición, lo estaba pidiendo y el cansancio era tal, que el sueño me invade en cualquier momento del día.

Me baño, me cambio y bajo dispuesta a comer algo que no sea esa mezcla que mi madre considera necesaria.

-Este chico necesita entender que tenemos mas cosas por hacer que solo estar ejercitándonos- dice Haymitch en cuanto ve que llego. Ahora parece que vive en mi casa ya que siempre aparece aquí a la hora de las comidas sin necesidad que nadie lo busque.

-¿Y que es eso que tienes que hacer Haymitch ?- le digo a modo de burla con mi mejor voz de interés.

-Dormir y soñar con una gran botella de alcohol y mi amor fiel y sincero a esa hermosa dama que es la bebida- contesta lanzando una mirada como si recordara en verdad a algún amor de su pasado.

Eso me hace reír.
Suelto un suspiro. Sí, a mi también me apetece la idea de dormir.

No he podido terminar la comida que tengo frente a mi, eso nunca me ha pasado, el estomago no deja de darme vueltas.

-No te ves nada bien preciosa- habla Haymitch con la boca llena observándome malicioso. Come como si fuese lo mas delicioso que hubiese probado; pero mi paladar no está de acuerdo.

-Lo que nos dio ayer mi madre no me hizo bien- respondo de contarte de mala manera

-Pues vete, que arruinas mi buen apetito con tu presencia.

Estoy a punto de escupirle a la cara que el que se debe largar es él, esta es MI casa; cuando la puerta de la entrada se abre y entra Peeta cargado con una caja.

-Effie nos ha enviado todo lo que necesitamos sobre los juegos anteriores, ahora podremos estudiar a lo que nos enfrentaremos- guarda silencio al ver el entusiasmo con el que recibimos esta noticia.

-Tengo que dormir un poco- digo a ninguno de los dos en especial y me levanto de la mesa para retirarme a mi habitación.

-¿Que le sucede?- escucho a Peeta decir.

-Se ha cansado de dormir toda la mañana y tiene que ir a dormir toda la tarde para recuperarse- responde Haymitch mientras hasta mis oídos llega su masticar de esa comida que solo me causa molestias.

Cierro mi habitación y me dirijo a la cama sin mas, jamás he estado tan cansada y con mas necesidad de dormir que ahora.

Me tiro a la cama y dejo que mi enojo se diluya en cuanto cierro los ojos.

Abro los párpados lentamente, me remuevo y noto que alguien me coloco una sabana y una manta. Estoy algo desubicada, no se cuanto dormi, aun hay luz y calculo serán las 7 de la noche; como no puedo saber exactamente la hora ya que decidí tirar ese reloj que solo servia cuando quería, pues tendré que confiar en haber calculado bien.

Me levanto lentamente y ni bien lo hago cuando las nauseas llegan y tengo que salir corriendo al baño.

-Jamás comeré eso de nuevo.- susurro algo temblorosa una vez mi estomago descansa.

Si no fuera por el bebé......Historia alternativa a En Llamas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora