Capitulo 14.

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**Antes que nada, quiero dedicarle este maratón de 2 capítulos a una pequeña que cumplió años el primero de Septiembre y no pude subir capítulo ese día. Daniela Dioscelyn Castillo Trejo, felices 16 años:) gracias por leer todas mis novelas, Love you:)**

Tini's POV (1/2)

Estábamos en la estación policial, Violetta y Diego llegaron minutos después de nosotros. Como teníamos mayor rango

― ¡Necesito que busques a esos malditos hijos de puta! -grité más que enojada.

-Martina, no ganas nada poniéndote en ese estado. -trató de calmarme Violetta cuando ya estaba a punto de golpear la computadora.

-Acaban de secuestrar a mi hijo, ¿Cómo quieres que me calme? -pregunté acercándome a ella peligrosamente.

-A mí no logras intimidarme, te recuerdo que eres tan oficial como yo y además Jorgito me importa tanto como a ti. -me respondió retándome con la mirada.

-¿Cómo puede importarte mi hijo? -pregunté empujándola.

-Cálmense. -Diego rápidamente se acercó a nosotras.

-Te recuerdo que la que lo cuidó mientras tú te hacías la muerta fui yo. -me había dado en donde más me duele.

-¿Sabes? Qué bueno que te pareces a mí, así puedo golpearte y desquitarme conmigo misma. -traté de golpearla pero Diego me detuvo.

-Creo que pienso lo mismo. -Ella trató de golpearme pero Jorge la abrazó por detrás.

-Violetta, amor. -él le trató con amor y me dolió ver esa escena.

-Lo siento, todo esto de Jorgito me duele. -le dijo ella abrazándolo.

No sé porque me dice primero que me quiere y después va y abraza a esa imbécil como si nada. Así que decidí tomar una computadora y revisar las cámaras de seguridad.

-Duele, ¿no? - Diego se sentó frente a mí.

-No me jodas ahora, Diego. -contesté.

-Solo decía.

-Aquí esta. -casi grité al ver la imagen de la camioneta donde subían a mi hijo. -solo tengo que buscar el video y...

-Lo encontré -habló Violetta.

-Tenemos que ir. -habló Jorge buscando la camioneta por GPS. -Pero ustedes no pueden interferir. -se dirigió a Diego y a mí.

-¡Es mi hijo! -grité y apareció mi jefe en una pantalla de computadora.

-Lo siento por interrumpirlos, pero señorita Stoessel y señor Domínguez no tienen restricción en esa área, no pueden interferir en una misión del FBI, Stoessel, recuerde lo que habíamos hablado anteriormente, Adiós. -dijo y termino la llamada.

-No me pueden hacer esto. -las lágrimas se asomaban. -Es mi hijo, es mi bebé.

-Lo traeremos de regreso, lo prometo. -Jorge me miró tratando de decirme algo que no podría descifrar.

-Solo tráelo sano y salvo. -dije antes de darle la espalda.

Solo sentí que me abrazó a igual que hizo con Violetta y besó mi mejilla. Después él ya se estaba retirando.

-Necesito ir al baño. -le avise a Diego mientras en se recostaba en la silla.

Cuando nadie me veía tome una computadora portátil y me la lleve. Camine por los pasillos disimulando hacia donde me dirigía y entre a una bodega cuando todo estuviera despejado.

Entre a la base de registros e identificación de rostros faciales en la red de la comisaria y decidí investigar porque la persona que cargaba a mi hijo tenía una característica parecida a alguien muy familiar.

Decidí congelar la imagen del video que Violetta encontró y comencé a hacer mi trabajo, la complexión de la persona era de trabajo físico constante y una estatura como... como la de Diego.

-No puede ser... -susurré para mí misma al aclarar la imagen y ver a Diego cargando a mi hijo mientras él se resistía y ver a Violetta conduciendo.

Una ira muy grande recorrió mi cuerpo y decidí salir de la bodega con la evidencia en manos. Cuando llegue a las oficinas principales Diego trataba de ir a la puerta principal a toda velocidad.

-¡Diego! -grité tomando mi arma y apuntándole. -¡Como su superior, le ordeno que lo arresten! -los oficiales se acercaron a él e hicieron lo que les dije.

-Estas cometiendo un gran error. -Dijo riendo -yo solo quería que me quisieras, pero sufrirás las consecuencias.

-Las pruebas están en esta computadora. -dije poniéndola sobre la mesa y después enviando la información a muchos lugares como respaldo.

-Necesito un escuadrón que se quede aquí y otro que vaya conmigo a buscar a mi hijo, el agente del FBI está en peligro. -les informe mientras acomodaba mis armas y mi chaleco.

-Solo recuerda que Antonia te destruirá. -y ahí fue cuando todo tomó sentido.

-Mataré a esa maldita. -dije con rabia cuando ya estaba todo listo. -¡Vámonos! -di la orden y fuimos a salvar a Jorge y a mi hijo.


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