Capitulo 9.

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Hola amores, estaré subiendo capítulos los Viernes, o Sábados. Y para las que pensaron que Antonia narraría, les dedico este capítulo.

Antonia's POV.

 

Ya habían pasado dos días desde que Violetta me dijo que Jorge le propuso matrimonio. Me recordó a mis años de adolescencia. Durante esos años fui muy infeliz, nunca pude tener el amor que quise, por eso siempre me dedique a hacerle la vida miserable a las personas que podían ser lo que yo no. Cuando vi a Violetta supe que iba a ser una niña extrovertida, amable, amigable y todo lo que siempre quise ser de pequeña.

Su madre no la quiso, solo porque ella nació con los ojos de su padre y no como a Martina que nació con sus ojos.

¿Qué madre puede odiar a su hija solo por eso?

Al llevarme a Violetta a estudiar muy lejos la trate como mi hija. Y al decirle la verdad les agarro tanto coraje a sus padres como yo. Su herencia debió ser mía y entre nosotras dos comenzamos esta venganza que tanto me encanta.

– Sigues recordando viejos tiempos. – me afirmó Lucia.

– Y tú siegues siempre de metiche. – me levanté de la cama en la que estaba acostada y me acerqué a mi tocador.

– Deja de atormentarte, ya todo pasará y deja de causar tanto dolor. – ella se sentó en donde yo había estado antes. – El hecho de que Alejandro se haya casado con Mariana y no contigo no tiene que ver nada con destruir a sus hijas. – ella seguía hablando y causándome molestia.

– ¡Ellas debieron haber sido mis hijas! – la miré a través del espejo y mis lágrimas amenazaban con salir. – Esa debió haber sido mi casa... – dije  ya llorando y débil – Tú debiste haberme cuidado como lo hiciste con Mariana. Tú... mi prima. – la miré cara a cara.

– ¡Nunca me trataste como tu prima! ¡Siempre fui tu criada! – ella me gritó.

– ¿Cómo querías que te tratara como mi prima si eras una criada en mi casa? ¡La sociedad me hubiera devastado! – me acerqué a ella y la abofetee. – ¡Nunca más me vuelvas a gritar!

– ¿De qué más eres capaz Antonia? – ella preguntó tocándose la parte izquierda de su cara, en donde la había abofeteado.

– De matarte, si no te dejas de meter en mis asuntos. – Ella no se sorprendió a mis palabras

– Si fuiste capaz de matar a tus propios padres, no me sorprende que ya tengas una bala con mi nombre. – ella se levantó de la cama para enfrentarme.

– Ellos se merecían la muerte. – había rencor en mi voz.

– Lucia, déjanos solos. – se escuchó la voz de quien menos esperaba. – Sí, señor Jorge. – ella asintió con la cabeza y se retiró.

– ¿Qué quieres, Jorge? Deberías estar celebrando con Violetta, ¿No? Van a casarse. – hablé emocionada. –Obviamente seré la madrina.

– ¿Por qué no me dijiste que Martina estaba viva? Yo guarde tu maldito secreto de que estabas viva, es más te mande al hospital para que te recuperaras y ¿así me pagas? – lucía enojado.

– Hey, si no te lo dije, fue para evitarte un disgusto. – me acerqué a él y lo abracé. El correspondió a mi abrazo.

– Solo quiero saber: ¿Por qué regreso? – el sollozó – Ella quiere a sus hijos de vuelta, a ti. – acaricie su cabello. –Tendrá que esforzarse – le dije y él me miró a los ojos.

– Pero yo me casaré con Violetta. – sin duda Jorge será otra más de mis marionetas.

¡A que no se esperaban esto! Hahahaha... VOTEN Y COMENTEN 

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