Capitulo 15.

983 80 19
                                    

Jorge's POV. (2/2)

—Solo quiero que me regreses a mi hijo, maldita. —le dije cuando ya íbamos rumbo por Jorgito.

—¿Tanto te dolió fingir que me amabas frente a mi estúpida hermana? —me preguntó sonriendo sínicamente.

—Sabes que desde un principio tuvimos que fingir todo para que Antonia me dejara en paz, pero se le metió la idea de casarnos, como si en realidad te amara. —le dije. —Jamás podría amar a alguien como tú, te podrás parecer a Tini, pero ella es única para mí.

—¡Cállate! ¡Cállate! —Gritó y aceleró —¡Eres como todos, como mis padres, siempre la han preferido a ella! ¡Diego también la quiere! ¡Por eso después de que todo terminara lo iba a matar!

—¡Eres una maniática! —Grité —¡Baja la velocidad!

—Solo si me dices que me amas. —dijo sonriendo. —¡Dilo!

—No... no puedo. —respondí mientras recordaba el accidente que tuve con Martinita y Tini hace tiempo. —¡No te amo!

—¡Tienes que amarme, amor! ¡Vamos a casarnos! —dijo mientras trataba de acariciar mi cara.

—¡Estás loca! No me casaré contigo.

—Tendrás que hacerlo, si no, mataré a Martinita y a Jorgito. Diego está en la comisaria y Martinita duerme plácidamente ahí mientras tratamos de ir con Jorgito, si no nos casamos en dos horas en tiene la orden de matarla. —comenzó a reír

—Está bien, hare lo que tú digas. —me resigne.

—¿Viste? Todo es más fácil cuando cooperas, al igual que cuando hacíamos el amor. —me dijo y sonrió.

—Yo lo hacía pensando en Martina, no en ti. —dije y apretó el volante bajando la velocidad.

—Dame tu arma. —estiró una de sus manos hacia mí.

—No lo haré.

—Bien, no te llevaré con tu hijo.

—De acuerdo. Toda. —dije dándosela.

—Antonia estará muy feliz cuando nos ponga el lazo. —suspiró.

—¿Ella esta con mi hijo?

—Ella lo cuida. —respondió y dio un giro muy brusco hacia un callejón llevándonos hacia la antigua mina donde Martina tuvo el accidente de los mineros.

—Todo vuelve como una avalancha. —susurré

—¿Qué?

—Nada que te importe. —respondí seco.

—Muy pronto nos casaremos, así que trátame bien. —dijo aun con una risa estúpida.

No soy una persona que le gusta tratar mal a las mujeres, pero ella se lo merece, desde que la conocí se la ha vivido amenazándome y obligándome a amarla frente a mis hijos. Ellos no deberían crecer con Violetta como madre, a la única que amo es a Martina, pero la vida se empeña en separarnos o más bien Antonia.

—Lo que haremos es llegar al cuarto de minería principal y hacer lo que diga el padre y a estaremos casados. —dijo ella mientras apagaba la camioneta. —Avanza. —me apuntó con mi arma.

—Lo único que me reconfortaría al casarme contigo es que te pareces a ella. —quería hacerla enojar y lo logre.

—Te mataré. —dijo ella quitando el seguro de arma.

—No lo harás. —apareció Antonia regañándola. —El será tu marido, cariño.

—Tienes razón, tía. —dijo ella sonriendo de nuevo. —El será mi esposo y no de ella.

—Claro, Vilu. —dijo mientras nos guiaba dentro de la mina.

—creo que ya sé de donde viene la locura. —dije sin niños. —Y ahora a unir mi vida con alguien a quien nunca amaré.

—Tendrás que hacerlo, si no tu hijo muere. —Antonia era una maldita.

—¿Sabías que el pobre sufre de claustrofobia?

—¿¡Donde lo tienes!? —pregunté asustado.

—Oops, lo he dejado dentro de la mina y atado. —rió como maniática.

Después de eso, Violetta recibió una llamada y comenzó a enfurecerse.

—La imbécil de mi hermana arrestó a Diego y viene hacia acá. —soltó disparos al aire. —Vamos a casarnos ¡Ya!

Me apuntó con el arma y entramos a la mina donde ya se encontraba todo como si fuera una iglesia. Vi a mi hijo que estaba desmayado, pero no pude acercarme.

—Si dices "Si acepto" te dejare acercarte a él. —Avisó Antonia.

—Tini, mi Tini, apresúrate por favor. —susurré para que nadie escuchara.


¡VOTEN Y COMENTEN!

Peligro Infernal®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora