"HOLA CHICAS, AYER MIENTRAS RELEÌA ECLIPSE PARA HACER EL SUEÑO DE LUISA, NOTE QUE MAYER HACE MUCHA DESCRIPCION DE MIRADAS, Y SENSACIONES, ASÌ QUE ESTOY TRATANDO DE MEJORAR EN ESE ASPECTO PARA QUE PUEDAN IMAGINAR MEJOR LA HISTORIA, ESPERO LES GUSTE"
Desperté al sentir una sensación de calor sobre mi mejilla derecha, se había filtrado a través de las cortinas un rayo de sol, era una sensación realmente extraña ya que la mejilla izquierda estaba muy fría al estar en contacto con el duro, frío, bien formado y confortable pecho de Edward, sólo abrí los ojos pero en el acto los volví a cerrar, no quería despertar, no quería levantarme, sabía que me costaría mucho despegarme de Edward, tal vez si no me movía podía mantenerme así un par de horas más, bueno unas horas no, pero tal vez unos minutos más.
-Por fin despertaste dormilona.-su voz sonó tan paternal, tan amorosa, tan ansiosa de que por fin me despertara, hummm olía tan bien, como podía ser eso si no se había despegado de mi.
-No, aún estoy durmiendo-le respondí con una voz de niña engreída.- como supiste?-le dije con la voz aún mas quejosa.
-Por tu respiración y …- terminó con una risa de un solo ja de esas que denotan que el sabe mucho y yo nada.
- Y que? De q te ríes? –tan temprano y ya me estaba volviendo loca, ni había desayunado, no hay derecho
-Tu ritmo cardiaco-oh por Dios, mi ritmo cardiaco, tan obvia soy? Mejor no hubiera preguntado, ahora debo estar mas roja que un tomate, híperventilando.
-Ah ¡ - traté de restarle importancia, la verdad no sabía que decir, mientras me trataba de sentar a su lado, yo parecía la chica del exorcista con el pelo enmarañado mientras el era todo un modelo de revista.
-Me encanta.-vaya ya no se si preguntar o no, ya que mas da.
-Que te encanta?- le pregunte algo cautelosa.
-Como te ruborizas, como tus mejillas se encienden, y tu corazón, solo espero que no te de una taquicardia.- Ahora si estaba muy avergonzada, yo había decidido mantener lo que sentía aun en reserva, pero como hacerlo si mi corazón me delata, maldito traicionero, así que muerta de vergüenza intente levantarme con intención de ir al baño a tratar de recuperar la cordura. Digo intenté porque Edward no me dejó, me atrajo hacía él en el acto.
-Déjame Edward, necesito ir al baño, tengo necesidades.- endurecí la expresión de mi rostro, estaba molesta, y además trataba de convencerlo que no me iba por vergüenza sino porque bueno quería hacer lo que todos hacemos en el baño.
-Si es por eso que quieres irte, esta bien, pero si es porque estas avergonzada, no tienes porque estarlo, no es mi culpa poder escuchar tu ritmo cardiaco, es parte de mi poder hacerlo no puedo evitarlo, y no es tu culpa que de momentos sufras taquicardia, de lo que si eres culpable es de que no quieras aceptar algo.- porque siempre me hablaba así, siempre el lo sabe todo, claro me lleva tantísimos años de ventaja.
-No tengo nada que aceptar ni de que avergonzarme, solo necesito ir al baño, y con respecto a mi taquicardia, es un problema cardiaco que vengo arrastrando por años- mi ocurrencia causó una gran carcajada en él, lo que me sirvió para liberarme de sus manos y me fui directo al baño.
Cuando entré al baño, sólo se me ocurrió que no quería salir de allí, así que llené la tina y estaba dispuesta a relajarme otra vez, no quería ver a Edward, no después de esto, lo bueno que en los gabinetes habían toallas, así que no había ningún problema, le puse seguro a la puerta para evitar interrupciones, aunque me doliera separarme de él , lo haría sufrir un rato, mientras llenaba la tina me lavé los dientes muy exhaustivamente, usé el hilo dental, y luego el enjuague, mi salud bucal estaba resguardada,

ESTÁS LEYENDO
MI CREPUSCULO - REENCARNACIÓN(sin editar)
FanfictionDicen que la materia no se crea ni se destruye solo cambia de forma, el amor es igual, no se crea ni se destruye ,solo existe ahi, entre dos personas que se pueden reconocer entre cientos de ellas, pero cuando le pasa algo a una de ellas, pues el am...