EL ÚLTIMO PRIMER BESO

¿Qué significa eso?

  CAPÍTULO 2

Todo aquel que los veía podía decir que eran muy unidos. Asistían a un colegio de la ciudad, les encantaba ver el amanecer camino al colegio, aunque muy pocas veces podían detenerse a ver salir el sol completamente a un lado de la carretera. Con solo al ver salir los primeros rayos, sus ojos curiosos y emocionados buscaban la esfera gigante que iluminaba sus mañanas y tardes. De vez en cuando Tom (el padre de Liam) detenía el vehículo y los dejaba observar la aparición del sol sobre el bosque durante unos cortos minutos. Por alguna razón que ellos no conseguían explicar, el amanecer era lo que más les gustaba de toda la mañana y por esto mismo una noche se hicieron una promesa –Cuando seamos grandes acamparemos y veremos al sol salir completamente- -¿Lo dices en serio?- la respuesta que obtuvo fue segura y concreta  –Te lo prometo Ti-.
La amistad entre Liam y Tiana crecía junto a ellos cada año, pero al tiempo de haberse cumplido los doce años de Tiana algo ocurrió y la situación cambió. Una tarde, el muchacho estaba sentado a orillas del lago tocando su guitarra y cantando mientras ella bailaba a su alrededor pero tuvo que detenerse repentinamente al verla caer sobre unas rocas peligrosas por tropezar con una rama en el suelo. Automáticamente se levanto y corrió hacia donde estaba para ayudarla y la encontró lastimada, su pierna derecha sangraba y tenía una herida pequeña pero profunda cubierta de tierra al igual que sus manos raspadas con pequeñas piedras incrustadas. Vio en sus ojos aparecer lágrimas pero ningún sonido escapó de su boca, la levanto cuidadosamente y se acercaron al agua para limpiarla. -Ti, no intentes hacerte la niña fuerte porque noto en tus ojos el dolor, mírate, no es para menos- dijo él tomando agua entre sus manos y enjuagando la pierna. Como era costumbre en ella, intentaba ocultar el dolor, no le gustaba mostrarse débil pero en no podía mentirle a quién la conocía más que nadie - Lo sé, pero odio llorar por cosas que no valen la pena y menos quiero hacerlo frente a ti-  -Pero a veces es bueno hacerlo ¿o tú prefieres guardar el dolor y jamás dejarlo salir aunque te duela tanto que lastimes tu corazón? Recuerdo que eso me lo enseñaste tú- a esto su respuesta fue –Ya, parece que debo recordarte también que odio que me lo recuerdes, a veces me arrepiento de haberte dicho eso alguna vez- ambos rieron y con cuidado Liam tomó sus manos, ambos sintieron un suave cosquilleo en sus estómagos, mientras él las enjuagaba y acariciaba con el agua cristalina del lago. Tiana levantó su mirada y se encontró con esos ojos café que la miraban con ternura, ambas miradas se congelaron, él con una de sus manos acarició su rostro, luego tomó su cuello y comenzaron a acercarse lentamente hasta que lograron cerrar sus ojos y sus labios chocaron en un tierno beso, el primero de ambos. Ella se alejó despacio y sonrió para luego preguntar – ¿Qué fue eso?- –Lo siento, lo lamento, no sé que me pasó- apretó su mano –No te disculpes, no paso nada, soy igual de culpable que tú- rápidamente cambió de tema y le pidió ayuda para levantarse, estaba oscureciendo y debían regresar a sus casas. Liam se ofreció a llevarla en su espalda de regreso a casa y ella aceptó. De camino a casa ambos se vieron invadidos por la curiosidad y no podían evitar pensar en lo sucedido, él fue quién lanzo la pregunta -Ese beso no cambia las cosas ¿cierto?- ella respondió –Leeyum , seguimos siendo amigos y sé que soy irresistible pero si quieres que las cosas sean tal cual lo fueron siempre, pues así lo serán, fue sólo un beso- no, claro que no lo fue. -¿Pero tu también quieres que las cosas...– -¡Claro!- respondió sintiendo como la sangre se acumulaba en sus mejillas.