"Una confianza imposible de perder"

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CAPÍTULO 23

-Buenos días- Dijo con una gran sonrisa en su rostro –¿A qué se debe este tan buen humor?- preguntó Will –¿Acaso no puedo estar feliz?- -Claro que puedes- respondió él –Aquí tiene su desayuno señorita- dijo una de las empleadas William rió –¿Laila no es así?- se dirigió a la mujer –Si- -¿Podrías sólo decirme Tiana o Tian? Así me gusta más- -Está bien, lo intentaré- respondió sonriendo –Tía Clara ¿Desde cuándo tienen empleadas en casa?- -Es necesario, sólo estoy yo y me gusta estar acompañada. En realidad Laila sólo viene un par de veces a la semana- -Me parece bien. ¿Liam ya despertó?- -Algo me decía que estarías más interesada por saber eso. No, aún duerme- Ya regreso- Anunció con una sonrisa pícara y tomando una tostada con mermelada. Subió las escaleras, llamó a la puerta pero nadie contestó, se decidió por entrar silenciosamente, allí estaba, durmiendo. Llenó sus pulmones de aire -¡Liam!- él se asustó -¡Tiana! Dios santo ¡No puedo creer que lo hayas hecho otra vez!- -Levántate Liam, ya es de mañana- -¡Déjame dormir!- -Olvídalo, sal de la oscuridad, hay un hermoso sol esperando iluminar nuestra próxima aventura- Una frase que había inventado cuando era pequeña - ¿Aún la recuerdas?- volteó para verla –Jamás la olvidaría- rió –Qué es eso?- Refiriéndose a lo que Tiana tenía en una de sus manos – ¿Esto? Es una tostada- mientras la mordía, él quitó los ojos de la tostada y dirigió su mirada a su amiga. Ella lo miró y sacudió su cabeza riendo, le dio la tostada –Ten, abajo hay más. Más vale que estés ahí antes de que termine mi parte.- Finalizó saliendo de la habitación.
Esa tarde luego de almorzar ambos se dirigieron al bosque. Durante el caminos se dirigían miradas y sonreían sin razón alguna, se podía escuchar una pequeña risa inocente –¿Qué?¿ Por qué me miras así? ¿Y de qué te ríes?- Dijo él desesperado riendo, ella respondió con una risa más fuerte aún -A caso no puedo mirarte?- -Pero lo haces de una forma extraña- -Sólo te estoy viendo, no te asustes- contestó y mordió su labio inferior para evitar reír más. Le quitó su gorra azul y se la colocó –¿Qué tal me veo?- -Graciosa. Póntela bien- dijo acomodando la gorra en su cabeza, ya que esta cubría sus ojos. Ella le agradeció con una sonrisa mientras comenzaban a adentrarse en la espesura del bosque entretenidos con la converación que llevaban a cabo. -¿A dónde vamos?- -Pronto lo sabrás- Ella lo miró confundida pero siguió caminando sin darle importancia, cruzaron el puente sobre el arrollo -Recuerdo que la última vez que estuvimos aquí, tuvimos ese encuentro con el oso-caballo- -¿Lo recuerdas? Sí que era feo y peludo- comentó riendo. Ella golpeó suavemente su hombro y rió junto a él. Caminar y caminar hacia la profundidad del bosque, cada vez más lejos del lago, cada vez más lejos de la estancia. Tia miraba hacia atrás, mordía su labio inferior y por momentos dirigía su mirada nerviosa a su amigo que observaba cada lugar intentando recordar el camino. Los árboles eran más altos y grandes y la oscuridad se hacía presente, ella desconocía la zona, jamás estuvo en esa parte del bosque ya comenzaba a preocuparse, luego de unos pasos un ruido se hizo escuchar y su primera reacción fue ocultarse detrás de él –¿Qué fue eso?- preguntó asustada –Seguro fue algún animal ¿una ardilla quizás?- –¿Cómo sé que no estamos perdidos?- -¿confías en mí?- dijo observando la preocupada mirada de Tiana Encontró en esos profundos ojos marrones confianza y seguridad, luego de unos segundos desvió su mirada –Claro que lo hago- Entonces no tienes de que preocuparte- Él tomó su mano ella sonrió más tranquila mientras las observaba entrelazadas <<Liam>> ¿Podía sentir demasiado cómoda esa sensación? ¿Ambos? Simplemente un par de amigos que llevaban tiempo sin verse y una explosión de emociones los arrollaban a cada paso y con cada mirada o sonrisa cruzada se sentían plenamente felices, no debía significar nada ¿O si?. Siguieron caminando –Ya estamos cerca- -No entiendo por qué tanto misterio- -Es una sorpresa y tú eres muy asustadiza aún- -Que gracioso ¡Una sorpresa! Sabes bien que odio las sorpresas, dime de una vez- -No- -¡Vamos dime!- -No y no insistas- -Está bien- unos pasos más adelante finalmente dijo -Aquí es- Ella observaba todo el lugar entusiasmada pero nada llamaba su atención –Liam, si querías mostrarme lo tenebroso y oscuro que es esta parte del bosque podrías haberlo dicho hace mucho y nos evitábamos llegar hasta el medio de la nada ¿qué tiene de especial esto?- Él reía –Cierra tus ojos- -No- -Tian- -Olvídalo, acepté seguirte y ahora es tu turno de hacer lo que digo y lo que digo es que regresemos- él colocó su mano sobre los ojos de Tiana-¡Liam!- Así comenzó a caminar guiandola –A veces puedes ser muy desesperante- -Si, lo has dicho antes ¿Puedes soltarme?- –No. Ten cuidado, baja despacio- como él lo dijo ella lo hizo, escuchaba hojas secas crujir y ramas cubiertas de hojas moverse. Un gran ruido comenzaba a escucharse –¿Qué es eso?- -Ya lo sabrás. Aquí es, ahora sí abre tus ojos- dijo quitando su mano de ellos. Tímidamente los abrió y se sorprendió con lo que se encontró.

EL ÚLTIMO PRIMER BESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora