"No quiero esos ojos sobre mi"

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CAPÍTULO 31

Parados en la orilla, observando a los demás nadar, jugaba con la punta de su vestido. Hizo una seña para llamar la atención de su hermano, un momento después lo tenia parado frente a ella. -¿Qué sucede?- -Necesito hablar contigo- él retrocedió un paso y tomó su tercera cerveza -¿Sobre qué?- -Creo que sabes a qué me refiero- señaló a Louis con una inclinación de cabeza -¿Tienes problemas con tu cuello?- se burló -No. Tienes 20 años Harry, no es necesario que intentes hacerte el gracioso- se señaló así mismo simulando sentirse herido, luego rió y cruzó las manos detrás de su cabeza -No, no sé de qué hablas hermanita- -Vamos, sólo estoy pidiendo una explicación y quizás…- la interrumpió tomándola de los hombros y sacudiendola -Oye, piensas demasiado ¿Te lo he dicho antes? Creo que si. Toma una cerveza- extendió la suya -¿Sabes qué? Olvidalo, y otra cosa que sabes es que no tomo. Y tú deberías hacer lo mismo en este momento- se apartó de él. Pero no estaba preparada para ser tomada en brazos –Harry bájame- ordenó mientras se adentraba en profundidad -¡No te atrevas!- replicó  al deducir lo que ocurriría luego –Relájate, sólo es agua- respondió riendo antes de soltarla y por más que lo esperaba, la temperatura del agua sobre su piel le robó el aire de los pulmones  –¡Harry Edward Styles! ¡Comienza a correr porque me las pagarás!- él pudo notar la oscuridad que provocó la furia en los ojos de su hermana por eso, y sólo por eso, hizo caso a sus palabras y comenzó a correr mientras gritaba -¡Tiana fue sólo una broma! ¡No te pongas así!- pero ella no lo escuchaba, sólo corría detrás de él con dificultad por el peso de su ropa mojada. El miedo a lo que podría hacerle su hermana era su fuente de adrenalina. Generalmente era una chica tierna y divertida pero cuando se enojaba, especialmente con él, desataba un huracán devastador, una tormenta con aquellos rayos acompañados de los fuertes estruendos. Toda tormenta tiene su lluvia y ese era el momento donde Tia se agotaba y comenzaba a llorar sin más energías para seguir con la catástrofe. Contemplarla llorar no era mejor que verla en pleno descargo, al contrario, ese silencioso llanto llegaba al alma de quien la viera y sembraba culpa en el desdichado provocador. Estos acontecimientos no sucedían todos los días, eran pocas las veces que la tormenta se desataba, solía ser el resultado de la suma y acumulación de otros incidentes, que al día de hoy no era sorpresa que Harry fuese el productor.

Ahí estaba arrodillada sobre las piedras, cubriendo su rostro con sus manos y dejando escuchar sus sentidos sollozos, sin decir palabra alguna. Los chicos la observaban  anonadados, querían acercarse pero no sabían cuál sería su reacción, Harry volteó cuando el silencio envolvió el lugar, colocó una mano sobre su  diafragma intentando controlar su agitada respiración mientras la otra se posaba sobre su cabeza junto a la expresión de su arrepentimiento. Odiaba que su hermana hiciera eso, lo consideraba como una forma de manipulación aunque estaba seguro de que ella en verdad se sentía mal, miró a sus amigos quienes ahora lo contemplaban con decepción  y desaprobación <<Vuelve el perro arrepentido con la cola entre las patas>> pensó Tia al escuchar sus pasos acercarse, él se paró junto a ella y pidió “ayuda” a sus amigos sin dejar que el sonido de su voz se escuchara, ellos negaron con la cabeza e hicieron  la típica seña de “estás muerto” pasando la punta de sus dedos por sus cuellos simulando una guillotina. Tocó el hombro de su hermana, pero ella se apartó -Tiana, vamos- ella no respondió –No creí que te molestarias tanto- manifestó luego de que se escapara una pequeña risa de su boca -Eres un imbécil- -¡Oye! No es para tanto ¿está bien?- -¿No es para tanto? ¿Es lo único que vas a decir? Ni siquiera lo lamentas- respondió indiferente sin levantar la vista –¡No entiendo por qué te enojas! ¡Sólo es agua!- -levantó la voz desesperado –¡Ya sé que es agua! No soy tan idiota como tú!- -¡Hey! ¡Detente ahí! ¿Tengo que pedirte disculpas porque tú haces uno de tus berrinches?- -¿Es un berrinche pedirte que no me tires al agua?- chilló al levantó su rostro empapado de lágrimas –¡Es un tonto berrinche el que haces ahora!- Tiana se calló por unos segundos debido a que un estornudo pedía a gritos salir de ella –Vete Harry, déjame sola- -No, no me iré hasta que te tranquilices y me escuches- -¡Entonces me iré yo! ¡Maldición Harry serás el culpable de una terrible neumonía! ¿No lo entiendes?- gritó levantándose del suelo y comenzando a correr en dirección de la cabaña, cerro de un portazo y se sentó en el suelo para desahogarse -¡Estúpido!- se gritó a sí mismo al recordar que su hermana no podía mojarse ni pasar frío debido a su estado de salud.

Minutos después golpearon la puerta -¿Por qué cerraste las ventanas?- -Vete- -¿Quieres una cerveza?- -No. Déjame sola- -Ti... -  –No quiero hablar con nadie- -Quieras o no voy a entrar- -¡No, Liam espera!- gritó con desesperación intentando detenerlo, pero  fue en vano,  él abrió la puerta y fueron pocos los segundos que tardó en entrar, cerrar y voltear, algo o alguien se abalanzó sobre él  y cubrió su vista, sintió unas manos frías sobre su rostro -¿Qué haces?- -¡No puedes verme!- exclamó aterrada -Claro que no, estás cubriendo mis ojos- rió -Estoy hablando en serio- -¿Por qué no?- confundido sonrió –¡No puedes hacerlo!- movió sus manos tratando de hallar a su amiga, sus dedos se detuvieron al hacer contacto con una piel fría, que se erizó inmediatamente, ambos sintieron electricidad recorrer sus cuerpos, Liam estaba confundido,  se mantuvo estático por dos segundos pero luego comenzó a subir sus dedos lenta y temerosamente –¡Detente!- regresó de su trance justo a tiempo y con una de sus manos apartó las de Liam -Tia, deja de jugar y explícame qué sucede. Al menos déjame ver- -¡No!- gritó –¡Ti!- tomó la mano que tenía sobre los ojos –Por favor- suplicó, algo sucedía -¿por qué no puedo verte?- -Creeme, no quieres hacerlo- -Quiero verte siempre, no puedes deshacerte de mí- ladeó su cabeza y superpuso su labio inferior sobre el superior. Ella rió a pesar de sentirse presa del pánico -Tienes que salir Liam- -Vamos ¿Qué puede ser tan malo para no dejarme ver? ¿Acaso es que no traes ropa?- rió, ella suspiró –De hecho… Bingo- susurró apenada.

EL ÚLTIMO PRIMER BESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora