¿Eco-Qué?

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Han pasado dos meses desde la primera vez que Sesshomaru e Inuyasha cayeron por el pozo de huesos, dos meses en los que Sesshomaru visitó muchas veces en el presente a Aome porque ella no había podido ir con mucha frecuencia a la época feudal, Inuyasha se hizo presente en muchas de esas visitas.

Aome caminaba algo nerviosa y distraída por el templo, a pesar de no llevar su ropa de sacerdotisa algunos de los visitantes la saludaban y ella por inercia les devolvía el saludo, su estado estaba más avanzado y había empezado a notarse después de todo ya contaba con 4 meses. Sin darse cuenta chocó contra alguien y casi cae de no haber sido atrapada por esa misma persona.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó quien que la mantenía en sus brazos.

- Ehhh... si - contestó Aome tímidamente con la cabeza gacha.

- ¿Estás segura? - volvió a preguntar la voz separándose de ella.

- Si - dijo Aome levantando la vista para ver a un sonriente hombre de cabellos negros y ojos del mismo color con algunos destellos grises - ¡Ken! - exclamó sorprendida.

- ¡Hola! - saludó el muchacho alegremente - ¿Cómo has estado?

- Bien - respondió Aome apenada por no haberse percatado antes de la identidad de quien la había ayudado.

- Te veías distraída hace unos instantes.

- Es que estoy esperando a alguien.

- Se puede saber ¿quién es?

- Ehhhh - balbuceó Aome "Diablos le respondí sin pensar ahora que le digo... no puedo decirle que espero a Sesshomaru" - pues es... - antes de que pudiera contestar sintió como alguien detrás de ella ponía su mano derecha sobre su hombro izquierdo, levantó la vista sonrojándose al ver al recién llegado

- iSesshomaru! - exclamó sorprendida, el yokai permaneció en silencio mientras le dirigía una mirada seria y de advertencia a quien tenía en frente de él

- Me doy cuenta que llegó quien esperabas - dijo Ken sonriendo.

- Ehhhh sí - respondió Aome sorprendida por la llegada de Sesshomaru - Ken te presentó a Sesshomaru.

- Gusto en conocerte - saludo el joven, Sesshomaru solamente inclinó levemente su cabeza en señal de saludo, estaba molesto por la confianza que tenía ese tal Ken con Aome.

- Ken ¿A qué has venido al templo? - preguntó Aome, separándose de Sesshomaru y para molestia de este acercándose al muchacho.

- Mi abuela me mandó a comprar algunos amuletos.

- Ya veo, si quieres...

- No no tu estás ocupada - se negó Ken acercándose más a Aome para susurrarle algo, mientras Sesshomaru lo veía con odio - además creo que tu amigo esta molesto.

- Jejeje si - rió nerviosamente Aome, viendo como Sesshomaru le lanzaba miradas furiosas a Ken.

- Bueno espero que tu embarazo vaya muy bien - dijo el muchacho separándose de Aome y encaminándose hacia donde eran vendidos los amuletos - nos vemos después.

- Adiós Ken - se despidió la muchacha.

- No me agrada ese sujeto - dijo Sesshomaru enojado - se toma mucha confianza contigo - agregó viendo con el ceño fruncido como se alejaba el muchacho.

- Él solo estaba siendo amable o es que acaso estabas celoso - dijo Aome sonriendo con picardía.

- No - respondió Sesshomaru sonrojado.

- Definitivamente estas celoso - se acercó a él.

- ¡No! - repitió Sesshomaru obstinado.

- Jajajaja - rió Aome, contemplando a Sesshomaru con su ropa nueva, llevaba unos jeans, una camisa blanca con una chaqueta negra - te ves bien - lo que dijo hizo que él se sonrojará - te ves muy bien - se abrazó a su brazo izquierdo.

UN BEBÉ INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora