ARCO, FLECHAS Y ALGUNAS MOLESTIAS

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Katpas en un último esfuerzo y agobiado por el dolor, había escapado de Sesshomaru gracias a su velocidad, ahora se encontraba en medio del bosque tirado en el suelo sin poder moverse, la herida estaba infectada y tenía un desagradable color verde.

- Ahh, ese maldito... lo arruino- dice mientras pone una de sus manos sobre la herida de la cual brota un líquido amarillento- Ahhhh-se queja - ya... veremos si... logra... cof cof- logra decir Katpas, escupiendo sangre - manejarlo. Me... las pagará - al terminar Katpas cae inconciente.

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Aome se levanta, mira a su alrededor y sus amigos no estaban por ninguna parte.

- Ahhh, que bien dormí realmente me sirvió el paseo nocturno - sonrió al recordar haber pasado una hora entera observando las estrellas, que ya no eran visibles en Tokio, en compañía de Sesshomaru, ella había vuelto sola a la aldea y al acostarse en su bolsa de dormir había caído profundamente dormida - ¿qué hora será? - se pregunto mientras buscaba su reloj entre sus cosas y se sorprendió mucho al ver la hora - LAS 10, vaya que he dormido.

Afuera de la casa Sango escucha el grito de Aome y se apresura a ver que le ha pasado.

- Aome ¿qué te pasa estás bien? - le pregunta Sango entrando rápidamente en su casa y acercándose a la chica.

- No, no - responde Aome negando también con su cabeza- lo que pasa es que me sorprendí por la hora que es, ¿por qué no me despertaron?

- Bueno es que te veías tan complacida que decidimos dejarte dormir, además no nos habías dicho que por tus estudios no has dormido mucho - dice Sango sonriéndole a su amiga.

- Gracias, la verdad he dormido muy bien. ¿Donde está Kohaku? - pregunta Aome mirando a todas partes buscando al bebé.

- Esta con Miroku, ¿por qué lo preguntas?

- Es que no lo sentí en toda la noche, además quería pasar un tiempo con él antes de irme.

- Entonces, ¿cuándo te vas?

- Me iré después del almuerzo.

- Ya veo entonces mientras tú te cambias yo te lo traigo, ¿si?

- Esta bien.

Aome pasó un buen rato con el bebé, mostrándole los juguetes que le había traído. Luego fue a ayudar a Sango y Kaede con el almuerzo.

- ¿ES CIERTO QUE TE VAS AHORA, AMOE? - llego gritando Inuyasha a la casa de la anciana Kaede

- Si Inuyasha - le dice Aome pacientemente.

- Pero si has venido ayer.

- Es que mañana es lunes y debo volver a la escuela.

- Antes te quedabas más tiempo.

- Inuyasha, no te desesperes, lo que pasa es que la situación es diferente ahora ¿no es cierto Aome? - dice Sango.

- Así es, prometo que volveré lo más pronto posible.

- De verdad Aome- dice Shippo hablando por primera vez y con voz triste.

Aome camina hacia a él, se agacha hasta alcanzar la altura del pequeño zorro - Claro que sí - le dice poniendo su mano en la mejilla derecha de Shippo.

- ¿Lo prometes?

- Si Shippo lo prometo - le dice mientras lo abraza.

El momento es interrumpido por Inuyasha:

- Que cursi - Aome le lanza una mirada furiosa -de seguro y vuelves dentro de otros seis meses - dice irónicamente.

Ahora una vena aparece en la frente de Aome y empieza a palpitar - CLARO QUE NO, como máximo no vendré en un mes, tengo que arreglar algunos asuntos

UN BEBÉ INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora