Aome despertó de su ensoñación sonrojada con el sonido de la voz de su madre quien le indicaba que ya era hora de ir al pozo donde Sesshomaru e Inuyasha la recibirían del otro lado del mismo.
Por otro lado, Sesshomaru e Inuyasha caminaban, uno al lado del otro, mientras se alejaban de la aldea en dirección al pozo de huesos. Un silencio sofocante se cernía sobre los dos, pero el mayor de ambos ni se inmutaba ante el mismo, mientras el más joven de los hermanos ya no lo podía soportar por más tiempo.
- ¡Demonios, no entiendo cómo puedes permanecer tanto tiempo callado! – exclamó Inuyasha exasperado. En respuesta el yokai solamente le dirigió una mirada indiferente a su medio hermano – ¡precisamente a eso es a lo que me refiero! – se quejó el híbrido, pasando una de sus garras sobre su cabeza demostrando su molestia – No entiendo como Aome puede pasar tanto tiempo contigo – el último comentario le hizo ganarse una mirada de desprecio por parte de Sesshomaru
- Para qué entablar conversaciones triviales cuando no creo que tengamos nada que decirnos – afirmó el yokai fríamente.
- Fehhh, definitivamente eres un cubo de hielo, yo sé que no tenemos muchos temas de conversación o cosas en común, pero... por lo menos yo estoy tratando de... - Inuyasha se detuvo un tanto renuente a continuar con lo que trataba de decir – fehhh ya no importa – agregó quitándole importancia al asunto.
Pero Sesshomaru entendió perfectamente lo que su medio hermano trataba de hacer; sin embargo, no tuvo que decir nada o tiempo para pensar en algo, porque una extraña sensación llenó el ambiente.
- Inuyasha.
- ¡¿Qué? ¡Ahora si quieres hablar! – contestó molesto el susodicho.
- No, algo no está bien.
Las palabras de yokai hicieron que todos los sentidos de Inuyasha se pusieran alerta, percibiendo exactamente lo que su medio hermano le trataba de decir.
- Puedo sentirlo también.
- Es mejor que nos apresuremos...
Pero antes de que cualquiera de los dos pudiera dar un paso más una horda de yokais los atacó de improviso.
- ¡MALDICIÓN! – gritó Inuyasha antes de lanzarse contra los yokais – ¡VIENTO CORTANTE! – gritó nuevamente mientras agitaba su espada para lanzar el ataque destrozando con el mismo multitud de los extraños yokais negros.
- Inuyasha, tenemos que llegar con Aome ¡YA! – ordenó Sesshomaru demostrando su ansiedad y furia ante la situación.
- ¡YA LO SÉ, MALDITA SEA! – contestó Inuyasha mientras ambos trataban de abrirse paso a través de la horda de yokais.
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Shesta caminaba lentamente a través del bosque, se encontraba satisfecha de sí misma porque había creado la cantidad suficiente de "seres" para mantener ocupados a Sesshomaru y al sucio híbrido, el tiempo suficiente mientras ella exterminaba a su objetivo.
- Maldita humana, no tienes ninguna oportunidad frente a mí, JAJAJA – se burló Shesta con una expresión malévola – Te mataré a ti y a los bastardos que llevas dentro – agregó sonriendo malignamente.
- Ahora que tus obstáculos se encuentran ocupados, tal vez puedas conseguir tu objetivo – dijo fríamente la voz misteriosa dentro de la cabeza de la "mujer".
- No digas "tal vez", la eliminaré – refutó Shesta furiosa – cuando Sesshomaru vea el cuerpo destazado y sin vida de esa estúpida humana, se dará cuenta de su error y vendrá a mí JAJAJAJA – agregó riendo maniáticamente.
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UN BEBÉ INESPERADO
FanfictionBueno esta es una historia que dejaron abandonada en otra página pero que creo vale la pena continuarla. Es un sesshomaru x ahome. La base original de esta historia pertenece a Nanaccs, puesto que yo le haré algunos cambios. Los personajes (como tod...