EXPLICACIONES ( si es un capítulo)

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Inuyasha caminaba de un lado a otro debajo del árbol sagrado sin saber qué hacer, aún le costaba creer lo que había visto, no había entrado en la habitación simplemente porque Aome necesitaba descansar y estaba seguro de que las cosas serían muy alejadas a eso si él lo hubiera hecho, aunque el deseo de entrar y gritarle a Sesshomaru con todas sus fuerzas por su atrevimiento aún permanecía latente en su mente.

- Es un maldito, como se atreve, me las pagará – dijo Inuyasha furioso empuñando su mano – por ahora no le puedo hacer nada pero cuando este solo ya verá – murmuró para sí mismo mientras una sonrisa maliciosa aparecía en su rostro.

De lo que no se percató el híbrido era que no estaba solo, alguien lo observaba cuidadosamente desde la parte superior del árbol sagrado – "esto puede resultar interesante" – pensó el espía – "tal vez te sea necesaria un poco de ayuda" – sonrió malévolamente mientras veía alejarse a Inuyasha con dirección a la casa.

Al entrar Inuyasha trato de parecer lo más calmado posible, sabía que si no lo hacía de esa forma la madre de Aome no lo dejaría acercarse ni un centímetro a ninguno de los dos. Fue directamente a la cocina, para esperar a Sesshomaru cuando saliera de la habitación de su amiga.

- Amigo orejas de perro – la voz del hermano pequeño de Aome lo sacó de sus pensamientos, obligándolo a dirigir su mirada hacia el niño – te estaba esperando – añadió el niño con una sonrisa en el rostro.

- ¿Para qué? – preguntó de malagana Inuyasha.

- Mamá nos ha preparado algo especial – contestó el niño con una gran sonrisa en el rostro, provocando que el enojo del híbrido disminuyera.

- ¿Así? – preguntó nuevamente ahora interesado.

- Siiiiii, ahora que ella baje con el joven Sesshomaru podremos comerlo para la cena – al escuchar el nombre de su medio-hermano Inuyasha no pudo más que poner una expresión de desagrado en su rostro – mamá sabe que a ustedes les gusta la carne por eso ha hecho algo al estilo occidental, ella lo iba a hacer cuando Aome volviera.

- Pero Aome no ha despertado – dijo Inuyasha.

- Si, pero se despertará, a Aome le gusta probar cosas nuevas, estará encantada, mamá pensó que sería una forma de alegrarla un poco – añadió el niño con una sonrisa triste al recordar el estado de su hermana.

- Me parece bien – añadió Inuyasha un tanto avergonzado por entristecer al niño recordándole el estado de su hermana, iba a agregar algo más cuando el resto de la familia junto a Sesshomaru entraron en la cocina.

- Estoy segura de que les va a encantar – dijo alegremente la madre de Aome mientras tiraba del brazo de Sesshomaru y lo sentaba en la mesa

– Ahhhh joven Inuyasha espere un momento en la mesa ya le sirvo, Sota ayúdame por favor.

- Si mamá – contestó el niño corriendo hacia su madre.

El abuelo se sentó tranquilamente en la mesa viendo a los dos hermanos, Sesshomaru parecía algo ausente mientras Inuyasha no dejaba de ver con el ceño fruncido al yokai, pero eso era de lo más normal en el comportamiento de ambos. La cena transcurrió tranquilamente en medio de conversaciones de la familia y el silencio de los dos hermanos.

- ¡Ha estado delicioso! – exclamó Sota con una gran sonrisa - ¿no es verdad? – preguntó el niño a ambos hermanos que en respuesta asintieron con una media sonrisa.

- Me alegra mucho que les haya gustado, estoy segura que Aome estará muy contenta también cuando despierte

- Por supuesto – dijo el abuelo, mientras se levantaba a ayudar a su hija a arreglar las cosas de la cocina, pero antes de que alguno pudiera agregar algo Inuyasha tomó la palabra.

UN BEBÉ INESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora